Boletín de la Asociación de Labradores de Zaragoza Ante el peligro de las importaciones Una estadística realizada en las provincias trigueras destruye la burda maniobra de harineros y especuladores Con las características de siempre, harineros y especuladores^ del litoral, se prepararon el ambiente para influir sobre el Gobierno persiguiendo la autorización de importaciones de trigo. En la Prensa que sirve la codicia de esos desaprensivos hombres de negocios, se comenzó a suponer escasez de trigo y se pintaron, al igual que otras veces, cuadros de angustia de ciudades y pueblos sin pan si no se soldaban con una importación de trigo las dos cosechas. Son ya tan conocidos los procedimientos que muy ingenuo o muy incapaz tiene que ser un Gobierno si por ellos se deja influir. Sin embargo, esas campañas son harto peligrosas para que los agricultores no tomen una posición defensiva frente a ellas. Así, las federaciones castellano-leonesas trazaron su plan de oposición a las absurdas pretensiones de la especulación. Para oponer a los argumentos poco veraces y leales de los que pretendían la importación, se pensó en el único eficaz y definitivo : la elaboración de^ una estadística de existencia de trigo y harinas en toda España. No se desdeñaron los datos oficiales, pero se pidió a las entidades agrarias — las que más directamente podían influir sobre los agricultores — , datos para confeccionar esa estadística y datos de una veracidad comprobable. Aunque no con la rapidez deseada, esos datos han ido recibiéndose y son ellos tan elocuentes, que su sola enunciación destruye la burda maniobra de los que no temen arruinar la economía nacional con tal de satisfacer sus ansias de beneficios. Los datos enviados por los pueblos de esta provincia, por cierto un tanto remisos en facilitar la labor, significan cuan acertados están quienes se oponen a la importación. De 185 pueblos qUe enviaron los datos solicitados, el resultado es el siguiente : Ni falta ni sobra en 69 pueblos Sobrante en 66 74-6o5 Falta en 50 4-972 Diferencia sobrante en la provincia. 59-633 En estas cifras no están incluidas las existencias en fábricas y almacenes. Contando esto, puede calcularse la posibilidad de exportación a otras provincias de 800 a 1.000 vagones de trigos y harinas. Estos son los resultados admirables de una campaña en defensa de la economía del país. El Gobierno ha sabido recoger la eficacia de la misma para no hacer sufrir a la producción cerealista los amargos efectos de las anteriores y descabelladas importaciones. De haberse permitido la importación, opiniones que nos merecen entero crédito afirman que la baja de los precios sería menor de 6 a 7 pesetas en quintal, lo que supone, si la cosecha se calcula en 40 millones de quintales, una depreciación que oscilaría entre 240 y 280 millones de pesetas. Afortunadamente dentro y fuera del Gobierno, había hombres previsores y poco fáciles a la sugestión de los especuladores. En defensa de los trigos de fuerza Siguen vendiéndose productos químicos para mezclar con las harinas pobres, haciendo una competencia ilícita a nuestros mejores productos panificables Repetidas campañas han realizado productores de trigo y fabricantes de harinas de nuestra región contra unos productos químicos introducidos al principio clandestinamente en el mercado, y que mezclados con harinas pobres en gluten, hacían una criminal competencia a nuestros trigos selectos, a nuestras harinas de fuerza, Resultado de esas justas campañas en las que se pretendió demostrar los graves perjuicios que a nuestra economía cerealista producía el empleo de los citados productos, que a la vez eran nocivos para la salud de los consumidores, se logró una disposición ministerial prohibiéndolos. Desconocemos si esa disposición está deroga-