LA ASOCIACIOM Esta emancipación que el gobierno noa ha hecho de los Ayuntamientos, caciques y curas es de suma importancia y al recaer sobre nosotros la responsabilidad de cuanto han de ser los locales escuela, viviendas y educación, es más grave de lo que a simple vista parece. Quizá algunos maestros —los menos — no se habrán dado cuenta de lo que supone el honor y confianza que el gobierno nos ha conferido y que ai igual que ayer, seguirán desempeñando sus cometidos en la escuela como si esto no tuviera importancia. Dentro del Magisterio— casi su mayoría — existimos maestros que nos damos perfecta cuenta de lo que para España suponemos y no ignoramos lo que de nosotros se espera. Si por desgracia existieran algunos compañeros pusilánimes o acomodaticios y desean continuar como hasta de ahora y no hiciesen por España lo que España espera desde sus escuelas, vale más, qup, dediquen sus actividades á otros menesteres; pues no se ha de hacer de esperar la investigación pedagógica, cultural y ciudadana que vamos a ser objeto, y entonces por conmiseración y con unas migajas, el gobierno poco a poco apartará de la enseñanza a los que no hagan, lo que España y la República necesitan. Félix Ayora Gómez Maestro de la Escuela nacional de niños de Torí ajada CHARLAS AL AIRE Tartufereta Tartufereta, lector, es un pueblo como todos los pueblos. Tiene hasta reloj en la torre. Hay hasta brujas. Lo único que no hay es fe rrocarril, ni auto, ni siquiera tartana. Acaso por eso campen las brujas y el reloj sea obedecido aunque Heve dos horas de retraso. Tartufereta tiene escuela. Una escuelamixta, con maestra. La maestra de Tartufereta, enemiga debrujas, y mal llevada con el reloj, es una maestra que no se merecen los tartuferenses. De tiempos modernos, avanzada, no se asusta de nada. (Conste que no quiero hacer versos.) No se asusta de nada y obediente con las disposiciones, ha querido implantar en su escuela la libertad de conciencia. ¡Brujas de Tartufereta! ¡La que se ha ar- maol Desde el pió del altar, ha sido anatematizada la escuela laica. Voces atronadoras han conmovido las bóvedas de la ermita de Tartufereta. Ha habido lágrimas y suspiros hondos que exhalaban los pechos compungidos al compás de la oratoria de mosen Pánfilo. ¡Pobre mosen Pánfilo! Tan celoso siempre de su grey, tan apostólico de su doctrina, tan contento de ver que los rapaces sabían de carretilla hasta las bienaventuranzas en tiempos de la antigua maestra D.a Anacleta. Ahora había llegado el Malo, encarnado en aquella maestrilla, tan lista ¡ay! y tan guapi11a. Tartufereta temblaba de indignación. Y procedió movido por ella. ¡Fuera la maestra! ¡Viva la doctrina! Total tres meses de licencia. Tartufereta se queda sin la maestra lista y guapilla.— ¡ay mosen Pánfilo! — sólo por tres meses. Convencida la pedagoga de que la cosa se la darán hecha, ha resuelto el conflicto huyendo a pié. Claro que volverá, llena de autoridad. Las niñas la han seguido largo trecho, llorando y con el llanto han vuelto a sus casas, conmoviendo a las madres y hasta a las abuelas, que empiezan a pensar que todo ha sido obra de brujas. Desde la capital, la maestrita, que es una humorista, ha enviado a mosen Pánfilo como objeto asegurado, un bozal. Y una carta, muy atenta, con una estampita bíblica «Jesús arroja del Templo a los mercaderes.» En Tartufereta, que se sabe todo, se ha sa- sabido ésto y la maestrita. es esperada con ansia. Dicen que el soguero, ha empezado a tejer unas soguetas, para hacer unos cuantos láti* gos como el que Jesús lleva en la estampita. Maese Blas Pro cursillos del 28 El frecuente cambio de impresiones con los cursillistas de las oposiciones del año 1928, en su mayoría suscrlptores de nuestra revista, nos dá ocasión de poder informar que por lo