2 LA ASOCIACION bas de su aragonesa nobleza y cumplirán hoy como buenos a los dictados de su conciencia. Por tanto; con esta fecha se ordena a ios se ñores Habilitados de la provincia, descuenten a cada uno de los Maestros propietarios, de los haberes del mes de abril, la cantidad de cuatro pesetas, (término medio entre la cuota tomada como tipo en las Asociaciones de partido) para remitir a la Tesorería de la Nacional. Como es un acto de carácter Voluntario; el Maestro que no esté conforme con este descuento lo hará presente a su Habilitado; así como el que desee contribuir con mayor cantidad; pues en el periódico daremos la lisia compleia de todos los Maestros y Maestras de la provincia con indicación de la cantidad con que contribuyen a este homenaje. Habiendo sido el beneficio para todos desde que la Nacional supo interpretar y llevar a feliz térmi no las aspiraciones de la clase en general; esperamos que ninguno de nuestros compañeros sentará plaza de indiferente, en estos solemnes momentos en que todo son plácemes y alegrías. R, Pérez. ¿DESPERTAMOS YA? El compañero Lahoz dá un toque de angus* tiosa alarma respecto a la vida lánguida y anémica que llevan nuestras Asociaciones. Quiera Dios que el toque resuene en el corazón de los apáticos y despierten del letargo en que yacen sumidos, empeñados en demostrar que tienen instintos suicidas. Yo, que tengo forjado mi temperamento so cietario a fuerza de desengaños, y soy un convencido de las asociaciones, no vacilo en secun dar eí llamamiento, dispuesto a ir donde sea necesario con la pequenez de mis fuerzas, con tal de que redunde en beneficio de la colectividad, aunque a la postre me produzca un des^n gaño más. Como introducción a este escrito y a alguno más que pienso publicar con este motivo, he de hacer constar que no tengo la más remota intención de molestar a ningún compañero, y des de ahora retiro cuanto de mortificante pueda haber en ellos, pues no he de referirme en particular a ningún asociado, para quienes guardo y guardaré toda suerte de cariñosos respetos. En primer lugar hay que sentar la afirmación rotunda de jue nuestras Asociaciones no tienen existencia legal ni real. No viven dentro de la ley por que no están debidamente autorizadas según recientes disposiciones, y no tienen existencia real, por que la cédula que ha de nutrir el organismo societario es el dinero, y desgraciadamente carecemos de él. Cuanto se edifique sobre esa base deleznable no tendrá estabilidad, y cuando más nuestros propósitos podrán llevar impreso el carácter de la buena voluntad, pero sin utilidad práctica. No pasarán de teorías. Para el Sr. Lahoz que viene de la provincia de Valencia donde las Asociaciones del Magisterio rebosan plétora de vida, resultará esta afirmación incomprensible, pero hay que rendirse a la evidencia. Nuestra Asociación provincial no cuenta con más ingreso que el bien menguado que le proporcionan las suscripciones del periódico, que descontado el coste de tirada, gratificación — menguada también,— -al Director del mismo, y gastos de correspondencia, viene a quedar un haber tan minúsculo, que hace sonreír cuando se le bautiza pomposamente con el nombre de ingresto. Esto también hay que hacerlo constar para ios maliciosos que creen que nuestra Revista es manantial inagotable de pesetas y hasta puede constituir materia lucrable. Las consecuencias de este grave error son las que tocamos: la Asociación provincial se reúne una vez al año para discutir fulanismos y dar algún espectáculo más o menos edificante; la Comisión permanente no se reunió el año pasado ni en el actual; las de partido, fuera de las que imponen una cuota y sufragan los gastos de manutención de los socios que acuden a las sesiones— y bien poco es, —no celebran más que la sesión reglamentaria de las Vacaciones estivales, a las que no concurren más que los entusiastas, dando ocasión a ios acérrimos enemigos de las asociaciones, a que hagan labor negativa y critiquen por 5/7í?r/, por darse el . gusto de ejrcer de comadres de barrio, murmurando de lo divino y lo humano. ¿Es esta la misión de las Asociaciones? ¿Pue den vivir así? No. Elementos jóvenes, ¡lustrados y entusiastas tiene la Asociación dentro de la provincia, y es de suponer que no se hagan sprdos al llamamiento. Salid de vuestro marasmo, sacudid la pereza y aportemos todos nuestro grano de arena a la gran obra de la Asociación.