ASOCIACION nos con el pueblo entero— podemos aducirlos verbalmente ante las Autoridades locales. No mencioné los abusos que cita mi buen amigo Górriz, y otros que seguramente omite, porque cuantos tengan su fundamento en la ilegalidad, en el capricho, tienen adecuada defensa en la legislación y puede recurrirse de ellos^ hasta solicitar el apoyo de nuestras Aso elaciones. Suelen argumentar muchos que pagamos dos veces el impuesto de utilidades. No pagamos dos impuestos sobre las utilidades, que en nosotros son los sueldos Uno, que pudiéramos llamar nacional, para contribuir a los gastos del Estado-— que en los industriales y labradores es la contribución industrial y territorial - y otro local, que a todos afecta, para nutrir las haciendas municipales. No es que yo me oponga a las peticiones del companero Górriz, nada de eso; quisiera verlas ya conseguidas: . pero me parece de imposible consecución (por ahora, af menos) una exención a favor del Magisterio, que continuaría una excepción respecto de los demás funcionarios. Porque la Guardia Civil y el Ejército, con su movilidad constante o probable donde las necesidades del servició lo requieren tienen argumento suficiente para mantener la excepción; pero los funcionarios que tienen conquistada la inamovilidad tienen un mayor grado de vecinos y de partícipes en los servicios y mejo ras de cada municipio. Respecto de la exención que aduce el amigo Górriz de barbero ^ y secretarios, no creo sea general, pues conozco a muchos ^que contribuyen, y siendo casos aislados, también los hay de maestros que no pagan impuestos municipales. Y aún siendo general dicha exención, no cabe duda de que es una condición del contrato de servicios, y con todo, no indicaría ésto sino que los tales munícipes preferían a la labor docente, la administrativa o rapadora de pelos. (iMenudo pelo que les lucirá!) En cuanto a la confianza que los compañeros Valero y Góiriz muestran en las Autoridades provinciales, con sólo elevar recurso contra la inclusión en el repartimiento, no comparto su optimismo; pero sí les ruego que den cuenta en éstas columnas de la resolución que en su día recaiga en los que, sin duda alguna, habrán presentado o presentarán Por todas estas consideraciones, que hace tiempo me tengo hechas, proponía ^ como más factible, que puesto que el asunto no sólo sólo afecta a nosotros, sino a todos los funcionarios, a todos que perciben un sueldo, que no pueden ocultar ni disminuir, que la Federación de Funcionarios consiguiese una disposición ministerial que fijase un módico tanto por cientodel suel¿o come tipo que no podría rebasarse. Y dejémonos de extender la exención municipal—todavía no conseguida ni intentada en serio -a los servicios de medicina, farmacia y cirugía, porque esto si qu^ es soñar un imposible. Lo que si voy a citar, incidentalmente, sin dar nombres, a titulo de ejemplo digno de imitar, es que algunos maestros están exentos del pago del servicio médico; pero por la libérrima y generosa voluntad del que los presta, que se l hace cargo- de nuestra inferioridad económica; j más sm que sea dable imponerlo por obligación general, ni tampoce determinar la cuota, puesto que se trata de un contrato paríicularisimo. Y, por fin, no olvidemos que «quien mucho abarca, poco aprieta.» Ricardo MaUén, Asamblea nacional de químicos El jueves se celebró en el Salón de actos de de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central la anunciada Asamblea de Doctores y Licenciados en Ciencias Químicas. En medio del mayor entusiasmo de los asam bleistas, que llenaban dicho Salón y contando con numerosos entusiastas y alentadoras adhesiones de toda España, entre los cuales figuraban las de Senadores. Catedráticos, Profesores y Químicos industriales, quedó constituida la Asociación Nacional de Químicos Después de discutidos y aprobados el Reglamento y las bases por las que ha de regirse la nueva Asociación que presentó la Comisión organizadora, se procedió a la elección de la Junta de Gobierno que por aclamación quedó formada por los señores siguientes: Presidente, D. José Giral; Vicepresidente, D. Ramiro Suárez; Secretarlo, D. Eugenio Morales; Vicesecretario, D. J. Gracia Zatorre; Tesorero, don José Barrio; Bibliotecario, D. José Alemany; Vocales, D. Conrado Granell. D. Manuel María Viejo y D. Fernando Aguilar.