LA ASOCIACION literarios. En aquéllas la misión de ambos sería discutir sobre puntos fundamentales de Pedagogía para esclarecer la verdad, defendiendo cada uno a sus teóricos, según su peculiar punto de vista. Habría disertaciones que correrían a cargo de - los societarios, que difundirían las doctrinas y ensayos de- los modernos pedagogos y de - sus métodos puestos en práctica. Como medio de desarrollarlos conocimientos pedagógicos se fundaría una biblioteca que contendría los más variados volúmenes del saber humano, especialmente de Psicología, Paidología y Pedagogía. Dicha biblioteca sería circulante para que llevase la buena nueva a los educadores de los pueblos alejados del foco de cuitara que es la capital. De vez en cuando se representaría alguna obrà teatral que serviría de solaz a los asociados y cuyos fondos podrían destinarse a la fundación y sostenimiento de una beca anual, para quien provisto de una gran vocación por ser maestro no pudiese estudiar la carrera por carecer de disponibilidades económicas. Deberían organizarse excursiones mixtas de normaliatas y maestros para que al llegar a visitar los grupos escolares que funcionan en las grandes urbes pudieran contrastar, aquéllos su teoría y éstos la práctica, y así de la mutua inteligencia podría surgir una memoria compendio de todo lo visto y que serviría, igualmente, para , orientación de los que no pudiesen asistir a las excursiones y se interesasen por los problemas docentes. 'Los normalistas, con los fondos que tuviera la sociedad, irían a los pueblos para ponerse en comunicación con el vecindario, niños y maestro respectivo. Su misión sería observar tanto en el ambiente rural como en la Escuela y después marcar sugerencias al maestro para que, de encontrarlas aceptables, pudieran llegar a ser tangibles realidades. Andrés Gil Navarro Tema: «La ciudad y la aldea desde el puntó de vista educativo. Medios para aproximarlos por la acción de la escuela y desterrar los prejuicios rurales». Si cada hora tiene su afán, la presente, o por mel0r decir, el momento actual con sus grandes '"quietudes político-sociales, se presta a una gran meditación para encontrar los medios adecuados de armonía entre la ciudad y la aldea, y para su logro, bajo el punto de vista pedagógico, estimamos que lo más conveniente sería intentar el acercamiento espiritual entre la ciudad y la aldea, con lo cual queremos indicar que nuestro ideal sería que llegasen a amarse y a comprenderse o por mejor decir a fundirse y hermanarse en un fraternal abrazo de solidaridad humana. El gran vehículo de unión para llegar a esto, creemos que debe ser la Escuela, como preparadora de las generaciones infantiles que en su día han de constituir la masa ciudadana. La misión educadora.de la Escuela, parece lógico que sea idéntica tanto en la ciudad como en la aldea y así lo entiende el Estado, al no esta blecer diferencias técnicas entre el Maestro, ya que éste, oficialmente tiene idéntica capacidad cuando ejerce su función pedagógica en uno u otro medio, lo cual estimamos de gran justicia, pues lo contrario sería retrotraernos a una división de castas, si la educación rural fuera dada por maestros de preparación inferior con menoscabo de la población rural. Podría aducirse en contra de esto, que a pesar de la igualdad técnica de los educadores, en general, e! coeficiente medio de educación, es superior en la ciudad que en la aldea, pero entendemos que la causa de este hecho, que nosotros compartimos, no puede ser imputada á la Escuela ya que ésta cumple por igual su misión en todas partes y ya que admitimos que los resultados obtenidos enNla educación rural no son todo lo satisfactorios que fuera de desear, vamos a examinar las causas que a nuestro juicio, métodos iguales producen resultados distintos y exponer los medios que estimamos convenientes para que el coeficiente medio educativo rural pueda igualar al de las ciudades, cosa que de lograrse aproximaría (por la acción educativa) la ciudad y la aldea incrementando el grado de cultura y como consecuencia, llegar a una mayor comprensión social entre las gentes de ciudades y aldeas, que por no conocerse y amarse lo bastante, llegan en muchos casos a considerarse como enemigos. La población escolar de la ciudad se desenvuelve en un ambiente social más amplio que la rural e indudablemente debido a esto, el niño es más despierto y siente mayores inquietudes por conocer y entender todo lo que le rodea. La misma vida hogareña ciudadana, es más intensa y varia que la lugareña y en general más cómoda; todas estas circunstancias dan como resultante, que la asistencia escolar en la ciudad