T I ■ ■ P 10*0 -2'0 187 T N. 183 Mr ,i abMTTtnn* M iattitai* «• uta il«áií) I ■pfíflCios r (capital) . Trimestre (fuera) -sltfi (IdJ Año (ld.) DB SUSdfilPCION »*» Ptat. *'* » U'H » WHHERO suelto is centimcs lün viraje de Azaña? ¿Comienza el aefior Azaña a darse j volucionarlas a que se habla unido cuenta de que él hasta ahora sólojpor su |ZqU|erda. Es muy posible ha sido el preparador de situaciones j que e| geflor Aznña se hiciera la llu- ESTA DE MADPin reroluclonarlas que, si pu^i^sen llegar a su plenitud, no se detendrían •n los límites que él tiene marcados seguramente a lá Rppúbllca de Izquierda que se ha imaginado y qule Tfic establecer? Su discurso del domingo ú'timo parece indicarlo. Evidentemente, no tuvo este discurso la acogida calurosa con que recibieron a otr^s recientes— el de Mesilla v el de Btacaldo-las mases obreras revolucionarias que hacen acto de presencia, desde Octubre del año pasado, en los actos públicos del seflor Az^fia y les dan una importancia numérica que de otro modo no podrían tener. En el mitin del Puente de Toledo Than debido de ser muchísimos los decepcionados. ¿Qué ha sido, en efecto, ese discurso? Ni más ni menos que la exposición de los puntos de vista d» un político burgués de la Izquierda. Acaso el primer discurso en que el seflor Azafla no se sale de su terreno propio, que no es ni ha debido er nunca el de la Repúb'íca apetecí I a por los revolucionarios que más claras e inequívocas mostraron »u« espiraciones en Octubre de ,1934; ^por los que enarbolaron sobre la Insurrección, como símbolo de esas aspiraciones, la bandera roja. Por distante que se esté de la manera de pensar del señor Azaña, bey qne hacerle la justicia de que no es un hombre vulgar. Sin alcanzar esar alturas del ge 'lo a que la adulación ha querido encaramarle, el señor Azafla es impar en el conjunto de figuras, figurillas y í'gurones que bullen en la izquierda de la Repúb1! ca. Le ocurre algo de lo que cuentan «fón de poder sompterla^— en parte al menos— a sus designio», y qufén nabe si aquel pacto del Frontón, en el que uno de los oficiantes fué Indalecio Prieto, más cerca seguramente de las ideas de Azafla- no obstante lo ocurrtdo en O -tubre — que de 1«« «emivolch^vlques de un L«?rgo Cabero, llevaba en su Interior el propóalto de crear una fuerza gnbernaraental de Izquierda que llegada a su «PZ^n pudiera caminar sin andadores revolucionarios v desprenderse de tutorías obreras. Con un amigo d¿ tertulia he apos tado diez duros a que el seflor Azaña no es jefe del Gobierno antes del día de la Cruz de Mayo de 1936. Aun Hemos perdido la cuenta del núcuando reconozco que nada hay fijo mero de veces que nos vamos ocuni constante en nuestra vida polítí- pando en este mismo silo de la poca, estimo entre otras coias, que f 1 iftica que se sigue en el Ministerio jefe de la minúscula Izquierda Repu ' Ae Instrucción pública; hasta el exblicana no será director de un gabl-, tremo de que recelamos causar fatlnete. [ga alos lectores con la repetición Ese amigo— las apuestas cruzadas de conceptos de todos ellos conoci- Frente a Mo bajo el mismo signo de discrepancia son varias—, cree que me tiene «comidos» ya lo menos seis duros, después del mlt'u de Madrid, del debate en el Parla uento, y de cómo pare ce que van a ir las cosas. Pero yo In s'sto en que el 3 de Mayo el autor de «Jardín de los frailes», no será En los dos aflo, que el Sr. Azafla Pedente, entre otras razones, por lleva fuera del Poder han ocurrido I é8ta= POrclue »! »ublda al Poder muchas y muy sonadas cosas en España. Lo más grave ha sido la revolución de octubre que quizás vi«ta con gusto en sus comienzos por el Sr. Azaña hava servido para abrir a este loa ojos. Porque esa revolución que a poco de iniciarse corría Impetuosamente hacia finalidades que dejaban muy atrás todas las metas doctrinales del programa político y social del Sr. Azaña, es la prolongación, perfectamente previsible, déla línea trazada desde el Poder durante dos años por le política del bienio. Y el señor Azafla tiene que haberse preguntado si semejante prolongación estaba en el plano de su proyecto de República. ¿Es una resouesta a la pregunta el discurso deMidrid? Apartada la ine vitable hojarasca de los latiguillos y las concesiones a la galería— que en las cercan/as del Puente de Toledo era casi todo el teatro - las tres horas de peroración del señor Azaña parecen señalar el comienzo de un viraje en sus orientaciones políticas. Acaso el hombre culto que va deba que opinaba un torero famoso ie8-h0 del envoltor|o j^^g,^ ^ pccto a sí mismo y a sus comp8fle-|Manuel Azafla se siente ya molesto ros de profesión: «después de yo, «naide». Y luego de este «naide» mencionaba a unos cuantos de aquellos compañeros. 1 Le han estorbado al señor Azaña su soberbia— condición que al fin y si cabo pocas veces deja de ir unida ál talento y a los favores de la suerte—, su falta de preparación para las tareas prácticas de un gobernante—oficio dificilísimo que no se pue de ejercer bien solamente con la posesión de una cultura— y el caso intangible de que, siendo muy escasa la fuerza orgánica de los republicanos españoles, en general, al advenimiento de la República, era sobre todo apenas perceptible— y no La medrado mucho desde entonces— la de Unos partidos de izquierda, comenzando por el del aeñcr Azaña, que en realidad no pasaban de ser grupos de jefes y subalternos con poquísimas tropas que mandar. Estas tres circunstancias juntas hicieron que el señor Azaña, empujado además por las consecuencias lógicamente fatales de sus radicalismos teóricos— que en los tiempos actuales obedecen muy mal a los frenos con que se les quiere sujetar, llegara a verse, de hecho, desbordados por las fueizas típicamente re¬ de ver tantos puños en alto sobre la espesa marea de un barullo revolucionario en que abundan demasía do la ignorancia, la grosería y la plebeyez; acaso también— y esto es lo más importante— repugne ya al señor Azaña la evidencia de que, habiendo nacido para señor de mas —será o no será así, peí o él seguramente lo cree — , tenga que verse reducido a servirle de cimbel. En definitiva, si el viraje existe y se acentúa, habrá que celebrarlo. Distancia infranqueable la que hay, en la vida pública, entre un hombre de derechas y otro de Izquierdas, ninguno de les dos le puede ser indiferente la posición del adversarlo. En el caso del señor Azaña, démosle las proporciones que se quiera, sería erróneo ver con indiferencia su alejimiento délas confabulaciones revolucionarias. Acaso haría mal la derecha, por muchos títulos que ten ga para asumir la representación del orden, en pretender una lucha exclusiva contra la revolución. Y Azaña no será nunca un Thiers; pero pudiera ser un Clemenceau. Oscar Pérez Solfs fuera un día gris y hosco de Enero, un día cualquiera ffío y ventoso de Marzo, los Soviets quedarían procla mados a la par que la secesión catalana se producía. Porpue cada vez está más claro que para mal, Azafla no reúne un grupo fuerte y una opinión densa perfectamente definida, sino que ahora es tan solo un testaferro de las masas revolucionarias. Quizás resulte— en este país puede admitirse todo—, que mi amigo tenga razón y que me cobre la apues ta, aun cuando a las pocas semana) las traviesas tengan que hacerse con asignados del Soviet local o bonos del Sindicato. Pero yo estimo que en contra de lo que suponen algunos, la fuerza de Azaña no se ha rehabilitado ni recobrado del desastre de Noviembre de 1933. Cuando únicamente hubo opinión burguesa de Izquierdas fué en Abril y Junio de 1931; ahora ya no, porque la revolución ha andado su camino y si Ke rem kl surga será tan solo por muy poco tiempo. Salvo que esté uno totalmente equivocado y que la legalidad y el sistema sean tan fuertes que puedan deglutir todos los peligros de tipo social y político que causan la fiebre y la conturbación de la vida de nuestra España. Axel Anuncie usted en ACCION R. OBON SIERRA Garganta-nariz-oído Coso, 110-Telf . ^SÇ.-Zaragoza Consulta en TERUEL: Los últimos sábado y domingo de ca da mes.— Mes de O tubre t 26 v 27.— ARAGON HOTEL. ¿No está Vd. suscrito a ACCION? No lo dude más. Llame a ■uestro teléfoBo 1-6-9 y desde mañana recibirá Vd. este pe riódico aites ie salir 4c so cuBñ 3 sus ocupacionei . - JOSE MARIA CONTEL Taits 4« ■aiasfÍ4. Delegado provincial de las entidades de seguros «•aatebria» (IHSBHDIOS) Motas Ispafl·la 4s fegam Agro-pecuarios» (PBDRItM, «la aslaiaa 4a Aeeidantes» (AOOIDBMTBS DEL TRABA JO T BBSPMSABIMDAD CIVIL) 0a oaaaaiUn agentas ao tada la pvorincie •vaadaa -- — I dos. Y. sin embargo, esta repetición viene justificada por la reiteración con que parece demostrarse que no existe en las alturas del Poder una conducta definida -queremos sfgolcar deflnldamente gubernamental con arreglo a la actual representación política de cada uno de les componen'es de los Gobiernos de eitos dos últimos años — ; no existe, decimos, una línea que regule lo que se haga y disponga en el Ministerio de Instrucción con arreglo al criterio que debe presidir estas decisiones, que no puede ser de ninguna manera el de los primeros ©ños de régimen cuando en dicho departamento se hacía solo lo que quería la Institución Libre de Enseñanza. A pesar de ello, y aun admi iendo que en otros departamentos se haya Implantado una norma de conducta distinta de la del bienio, en Instrucción bien pueden vanagloriarse los gobernantes de aquellos tiempos de que se sigue al pie de la letra la mar cha inicial de 1931; ese Ministerio docente cpntirúa siendo pequeño reino de los Taifas, representados por los secuaces del tristemente célebre Glner de los Ríos. A lí se hace lo que los señores dicen, y de nada vale que se dicte, vervlgratia, una or den suprimiendo un Consejo Superior de Cultura, reconocidamente nocivo para los intereses de la nación, si existe en el Ministerio un influjo poderoso para hacer de la ley un «chlffon de 'pspier», y se restablec i antes de una semana el órgano suprimido. Pues bien, para quien dudase de la nefasta influencia de ese Consejo, se ofrece un botón de muestra con la adjudicación definitiva de unos cuantes concursos de cátedras de los Institutos de Madrid. Los nombramientos han recaído precisamente en les patrocinados por el ante dicho resucitado Consejo, todos ellos servidores del bienio, debiendo a tan esclarecido mérito el privilegio de ser trasladados en propiedad a las primeras plazas que todo elprofesorado de segunda enseñar 2b considera como meta de su cerrera. Y no queremos dar créditos a los que nos dicen acerca del historial íntimo de algunos profesores red ntemente ascendidos al generalato de la enseñanza secundaria, poique para nosotros es recomendación suficiente el hecho de haber estado a as órdenes de los que mandaban cuando el exterminio de Casas Viejas pero ai hacemos hincapié en esta grave materia relacionada con el Mi nlsterio docente, poique entendenos que ese departamento es una ciudadela considerada hasta aquí como inexpugnable, desde la que los ene mlgos de las derechas se dedica a paquear nuestras posiciones, mientras no surge el momento de atacar las de frente. Las derechas tienen una política - deben tenerla-en materia de instrucción, que es la misma que se prometió al país en vísperas de las elecciones. ¿Para cuándo se aplaza pues, su realización? ¿O es que no era suficientemente aleccionador el ejemplo de un régimen que cayó cabalmente por la guerra que se le hizo desde el Ministerio de Instrucción: desde la Universidad, La Escuela Normal, el Instituto y la es cuela primaria? Ciertamente nosotros no entendemos en contradicción entre lo que se prometió hacer y la conducta torpe que se sigue con el Ministerio de Inatrucdóe Pública. o de AxHaòfl No podemos pasar en silencio el acto que el pesado domingo se ha celebrado en Madrid. Es de tal magnitud la maniobra que se pretende cometer con los traba jadore?; es tan grande la traición de que se qule re hacer objeto a España, que nosotros tenemos la obligación de impedirlo, por nuestro doble carácter de «trabajadores y españoles». Alrededor del hombre siniestro que más hfzo sufrir a la clase obrera; del hombre bajo cuyo gobierne se fusiló por la espalda a unos obreros en el parque de María Luisa, de Sevilla; del hombre que presidía el Gobierno que asesinó con las manos esposadas a los campesinos dt Casas Viejas: del que envió a Bata un centenar de proletarios; del hom bre que sumió a miles y miles de trabajadores españoles en el hambre y el paro, se han congregado el pasado domingo todos aquellos que quieren la destrucción de Espefts, la humillación de la clase trabajadora. Los socialistas, que en Octubre lanzaron al sulcdlo a las masas, para servir sus ambiciones políticas; los anarquistas y cenetistas, que en señan a manejar la pistola a los atr^ cadores y luego se lucran con la pre sa cobrad ; los comunistas, que shven de espías a Most ú; toda la taifa de vividores que disfruta una esplén dida situai ión material, a costa de la mise la y la degradación de los que les siguen, dieron orden a su» acólitos de acudir al acto donde se firmaba un nuevo pacto de traición a la clase obrera y a Espafta. Frente a ese cong'omerado de timadores, que han vuelto a resurgir por culpa de no pocas lenidades en aquellos órganos, obligados centinelas de la sociedad, y ñor el egoísmo cerril de unas clases patronales que cifran su antimarxismo en un antiobrerismo rabioso, hemos de oponer un dique inexpugnable aque líos españoles honrados que, viviendo de nuestro trabajo, sufriendo las Injusticias y las miserias de la sociedad, aspiramos a engrendecer nuestro porvenir, el de nuestra patria y el de la clase trabajadora, que hoy es víctima de viles e indignas ruindades por uno y otro lado. Nosotros, expresión viva del v dadero sentido de la vida; l0i sabemos ser hombres y n0 anl^ les, tenemos que grlfnr h^y un t^' mentor «NO PASARAN» Sabr' mos impedir que puedan poner oráctica sus instintos de crimi,,.,^ sin conciencia. C| {Obreros españoles! Vosotros que sufrís la tragedia de la hora actlí vosotros que sabéis de la amargura de los días sin pan y con pena> v'. otros que sabéis que, por encima de la materia hay un espíritu, no dudéis más. Opongamos nuestro mo" vimiento, unido, fuerte, arrollador' incontenible, a la horda de salvaje! que amenaza con sumir a nuestro pueblo en las simas más profundas de la ignominia. Dejemos a un lado todas las posibles disquisiciones. Marchemos resueltos al Congreso de unificación, de donde salga una Central sindical capez de redimir a los millones de trabajadores españoles. Pero ipronto, sin vacilacionesl El enemigo está encima y amenaza aplastarnos. Somos nosotros los que hemos de salvarnos y salvar a España. Las clases directoras ya veis que dan mués tra de una incomprensión y una estupidez infinitas. |No nos importtl Aun hay en España bastantes ibreros honrados que ansian su libertad y su engrandecimiento Aun hsy en nuestra patria bastantes españoles que sean «hombres». Basta ya de farsa. Aplastaremos al marxismo, que nos conduce a la mise» ria, en la misma tosa en que ente» ferremos al capitalismo injusto y suicida que ha sido »u progenitor. {Obreros espafi^le»! Hoy más que nunca: |4L PROXIMO CONGRESO DEL FRENTE NACIONAL DEL TRABAIOI {VIVA ESPAÑA! De «Trabajo». Se venden SABINAS EN MONTE DE SAN BLAS Razón: MANUEL GARZARAN Severiano Deporto, 14. -TERUEL Editorial ACCION. -Teruel LA Hijo de San Andrés, 17-19 Teléfono, 79 R Gran surtido para los SANTOS en Faroles, Búcaros, Crucifijos, Coro— nas, Pensamientos y Flores. — Se reciben encargos de Coronas y Flores naturales RESULTADOS T «" — ^ a*