y estimas en dtfo el 'esfaeno que supone mantener próspera nuestra Prensa, en circunstancias adversas como las que actualmente atravesamos, tienes el deber de propagarla y contribuir al mejoramiento y perfección de sus servicios, aportando suscripciones, anuncios y cuotas de protección. DIARIO *DE TERUEL^ Y SU ¿ÑO IV. -Redacción y Administraolóni Temprado, 11. Jueves 28 de Noviembre de 19t9 Fhamqübo «•nckrtado Apartado 15,-Téléfono 1«9'-H0M. 9M TEMAS DEL DIA Chapaprieta juzga pos Uk RO NO lO ES TODO Ha publicado un diarlo un artículo muy sensato y que tiene mucha miga. No sabemos quién es el autor, pero no cabe la menor duda que es un hombre muy corrido y que conoce muy bien los recovecos del Minis terlo de Instrucción pública. En ese artículo viene a decirnos lo siguiente: Con grandes titulares publicaron los periódicos la supresión del Consejo Nacional de Cultura. Lo había acordado el Consejo de ministros y parecía cosa hecha, pero he aquí que pasan los días y no aparece en las columnas de la «Gaceta» la tal supresión. Los señores que forman el Consejo continúan reuniéndose tranquilamente allá arriba, en aquel piso elevado y tranquilo del Mlnlste rio, para organizar nuestra educación nacional, o, mejor dicho, para continuar org anteándola como lo venían hacl ndo hasta ahora, de una manera tan maravillosa, como puede observarse por los acontecimientos de Asturias en el pasado año. Ellos habían formado una serie de libros estupendos para formar el espíritu patriótico, lib?o& que se habían repa tido por todas las escuelas y que podían utilizar a mansalva los maestros del Estado, tanto eo las escuelas primarlas ce mo en las de adultos. En estos libros se exponían doctrinas nuevas patrióticas, v. gr.s que los ricos explotan a los pobres y que los pobres deben lanzarse contra los ricos; se describe con toda suerte de detalles el asalto a las tiendas'por el pueblo y se escribe: «y el pueblo hacía muy bien, puesto que se quedaba con lo suyo»; y también se detalla la organización de la escuela en la Rusia soviética Y todas ellas con un tono simpático De lo contrario-dice-habría tomado la determinación oportuna de ese Consejo de Cultura en las escuelas no nos podemos explicar cómo oficialmente se puede apoyar una propaganda de esta calidad. Sin embargo, los hechos eran cler tos. El ministro no podía negar la • existencia de esos libros ni el Con- spJ o de Cultura tampoco. Pedimos Madrid.— Pl Jefe del Gobierno, se- cay el martes podríamoi comenzar Informes al Ministerio y se nos con- üor Chapaprieta, recibió hoy ea su a dis utlr oí Presupuestos. T.l'ro'LSrh^tarco^udo despacho a l>.pCTlod1.ta..medlo- E,ta d<5cu.i60 .«í b-eve. pa« era lo mismo, porque nos bastaba d,a- : «alvo los debates de totalidad lo de- vlsltar alguna de estas bibliotecas Les dijo que si esta tarde le falta- más llevará muy poco tiempo, porpara convencernos de ello-. Parece báñenla Cámara los votos regla- qae han sido presentadas pocas enqueuna vez denunciados estos he- mentarlos para laefi:acia de la la-ímlendes. choa se imponía en el acto una re- • . , , , , . . 4 i. rx » ». organización serla del Consejo de bor legislativa habría inmedlatamen| El proyecto sobre Deuda pública Cultura para llevar a hombres que te sucesos políticos. f no ofrece grandes dificultades para en estas circunstancias tan críticas Añadió que ayer le dijeron que en su aprobación. para la patria apoyaran resueltamen los pasillos había número suficiente I Confía el seflor Chapaprieta en UdJen." ddeelE?p0.¿"0puee.,noChÍ de diputado, para 1. valide, de la. ; que la Coml.ldn de P,e.apue.to. ac ocurrido así. El Consejo de Cultura votaciones y que si no entraron en tuará en lo sucesivo con más actlylcontlnúa lo mismo, con pequeñas el salón ^e sesiones para votar el dad que hasta ahora, reformas. Ahora parecía que la rosa artículo primero del proyecto de Ley il Terminó diciendo el Jefe del Goiba en serio. El Consejo de miáis- de Utilidadei f ié por no haber sidolbletno que, por ahora, no ve dificul l^^tílCo^Xu^nZ ■"l.ado. deWamente. hade, luvencible. para la aprobacldu otros. Pues bien: nadie sabe qué —Si la cosa se desenvuelve ñor- = de la labor económica por él patromano oculta manda. Lo cierto es malmente— agregó el señor Chapa- ¡clnada, pues en caso contralo ha que el Consejo continÚp;v es curio- prieta -hoy quedarán aprobados los bría ya adoptado una determinaS.á^.^tó'tlSor P"^» df UeUldade. y Ttabre y cWu. 7 ^ Per,6dlCO, 'Z' ^t^Z" r"^"^ JISTA DE LA CAUSA CONTRA ^Pare éstos la desaparlei 'm del de ley de Derechos reales. Consejo d*» Cultura era un desastre p_ f„i „. „ , . nacional. F gúrense mis lectores si En. Z*,80' ****** <ïued"/a los argumentos tendrían fuerza eran aprobada la ley s-^bre Deuda públi- cEl Liberal», el «Heraldo», «La Voz» — — — etc. Los socialistas y los masones, en una palabra, eran los que rasga- Todos los días, en la Prensa, puc LARGO CABALLERO Madrid. - Esta mañana continuó en el Suprmo la vista de la causa Instruida contra Largo Caballero con motivo de los sucesos revolu- en una paiaora, cían lúa m*c i oa.K<» — - w** u^wi.» v. u«- iv.« vu^-ww- • han sus vestiduras ante tal atentado de verse sentencias contra miem- c|onarios de Octubre de 1934. a la cultura nacional y » ^ patria. bros de Ordenes religiosas, conde Informó el fiscal que comenzó ex- ^OÓSd^\^LeLn^n¡Xkt^ nadólos a penas graves, como tra- vooSenào i88 dificultades con que ^te^^^^^ tropieza su labor, rabien de la patria y de la seguri- comparecido ya ante los 1 ribunales Destacó los relevantes servicios dad pública. Enrique Herrera Orla MIRANDO AFUERA y grato, como diciendo: «ese tipo de escuela es el que hay que acomodar a Españe». En una palabra: los ll broa escolares de tono comunista aprobados por el ConseJ i de Cultura y que producían pln^ü :s ganancias a editoriales y autores se propagaban por todas los escuelas oficiales de España. Los maestros socialistas y comunistas estaban de enhorabuena, pues gozaban de la simpatía y el upoyo resuelto de un Consejo de Cultura que, no decimos que fuera soviético, porque varios de los señsres que lo Integran no lo son y queremos creer que Inlnguao, pero que de hecho, por medio de aquellos libros, se había constituido en un gran amigo de la República soviética. Los maestros comunistas y socialistas podían explicar dentro de las escuelas estas obras' aptísimas para preparar un movimiento revolucionarlo en la calle, y los inspectores de Enseñanza carecían de facultad para impedir su lectura y explicación. Lo mismo decimos de las misiones pedagógicas, que también pudléra mos caliilcar de misiones comunistas. Esta ha sido la realidad. Entre tanto, en Moscú batían palmas satisfechísimos de la actuación del Consejo de Cultura de España, se calificaba de valientes a los maestros que se habían lanzado a la cali y que con su actuación habían enardecido al pueblo y se entusiasmaba ante la actuación de los trabajadores de la enseñanza, los pedegogos del puño en alto. Todo esto sucedí i en Moscú. Pero los esptñjles que recorremos nuestra patria y observa mo· * ceica el influjo funestísimo r1 alemanes miembros de todas las Or _._0_fn nnm T „ r« u n j u^, ii. . «. .i prestados por Largo Caballero para denes religiosas allí establecidas y „1 „ Ji^„^ a i r» tuu j .jii.j 61 advenimiento de la República de la. .euteuda. han .Ido «u toluada. 1. qae m4. tarde .e ap„t6 para p£. contra ello, con toda .everld.d, .ln trocta„ reTO,adJ,ocl8lP tener en cuenta muchas veces la in- n,^„ » ... . , , , ... . . ' .... Dice que en diversos momentos existencia del delito ni la condición j,, i0 M„^i. -A j rw u . . o , i . t de la revolución de Octubre aparece dé los reos. Pobres morjas, casi to- i rvu u i.^ A*,* Aa irtmt-t* 4. - i... j u Largo Caballero como una figura das de institutos religiosos de bene- m4m „ j ... .x j i ti^^t mí u i xi más detaceda en la dirección del íleencie. gimen hoy en las cárceles roovlmlento. alemanas, condenadas por un delito Coaj|Jdera cIara Bu reapOMab|1J. |lu r^rT e.rOD'0.POr ULaCt0 dad como autor de un delito de re- Mo es la primera vez que escribí- de obediencia al superior religioso. UpliAn mMtar „ ^ - i jno. .obre el .nodo de proceder del Al... coufuud,d.. con la CnduaM- ^l^Z^ll^ t^l fascismo alemán en materia religió- dad vulgar, son prueba de una per- Tf xrtr„,0 „ ^««..^ .x i j i l sa y principalmente contra la Iglesia secución cauta y diábolica llevada a Jr i ñTu Cfi0ntia™CÍ6a eldeíea-! catóUca. a la que procura perseguir cabo contra la Iglesia. nil J , ez A*u*' enla med,da po,.b.e, teniendo en , E1 úlUmo condenado ha ..do un p^^Z^l^Z católicos alemanes. 'i < ' 7 . } íí. , 7u, ^ "e ha Pre,eatado ninguna ptut- caiuiiuw. aicmouc. Icario general de su diócesis. El res- ba De los principios estatolátricos del peto a la Jerarquía eclesiástica no ha aue Caballón ^.^r- fascismo, surge, con la fuerza de la iervldo para detener la mano de & au^a ^ entn. l! lógica, la persecución religiosa, y .1 . juece8 ante la dig 3ldad epliCOpaL I ^ m^t enfo 1^ a estos principios, ya condenables Lo> proCeSOa ,1(;uen. La, cárceles j Así -dice -lo han aflrmadoTs pode por sí, se unen los del cu to a la|alemanQi seguirán recibiendo a sa- Hdes encardados de ènLtuUk raza, con el paganismo conslgulen-|cerdcte,f r,llgJoto> y ^Ugjo.as ca-à " ,U CU,t0d,a- Se avecina una vez más la lucha política; y cada ciudadano se piepara para la liza desempolvando o tem piando las armas más en boga para la contienda electoral: prensa, propaganda, voto, rectificación de yerros, ataque al adversario, etc., como si la política lo fuera todo. Mas, pese al lugar preeminente que a la política damos en general, la política no lo es todo ni mucho menos en la vida pública. Ejerce, sí. una peculiar seducción, puesto que arece poner los destinos de la patria y del mundo en nuestras manos; pero todo ello no pasa de una ilusión engañosa. Como todas las ilusiones no lleva de uno a otro extremo, en ciegos bandazos como de nave que marcha a la deriva.. Unas veces nos fiamos en demasía de la ventaja política obtenida y dejamos en estado de abandono otros sectores de la vida social mucho más importantes. Otras veces, apianados por el pesimismo de una derrota, entregamos al enemigo reductos y baluartes desde los cuales podríamos defendernos con ventaja. Contra uno y otro exceso hay que vivir prevenidos, porque la política no lo es todo. Y no lo es todo, porque fuet a de la política o al margen de ella podemos atender a la formación mora del hombre. Esta formación moral, y lo mismo diremos de la formación social del individuo no depende de la política y es mucho más importante que la formación polítíea. Moralmente el hombre es obra de la sociedad en que vive: la familia, las instituciones de enseñanza, las entidades profesionales, los centros de cultura, la prensa que tiene uns Ideología v otros varios factores con curren a modelar su carácter, a formar un espíritu. Y es ahí donde hemos de realissr el mayor esfuerzo los católicos. Influyendo en las instituciones citadas que casi siempre pueden estar sitiadas al msrgen de Is política, es como haremos la política mejor. No Ignoramos que el frago de la lucha enardece, y que una gran masa de ciudadanos por el mero hecho de depositar su voto en la urna ss conceptúan políticos. No; a nuestro entender la política es cosa de pocos; sus horizontes son extremadamente amplios para ser alcanzados por la mirada miope de muchos que nunca llegarán a ver más allá del campanario de su pueblo, o de la línea de sus negocios. Hemos pensado alguna vez en la sabia prudencia de Grecia y Roma que otorgaba derechos políticos solamente a los ciudadanos. Pero los «ciudadanos» no eran precisamente los habitantes de las ciudades, sino una determinada clase de personas que gozaban de los privilegios inherentes al título. Suponemos que sería una. selección, como lo son ahora Iój políticos que ven claro en las posibilidades del progreso colectivo. En nuestro campo los hay. A noso tros, simples ciudadanos, toca seguir lealmente sus orientaciones; y mejor que eso prepararles la primera materia allá donde podamos: en el seno del hogar, entre el estrépito del taller, en el sosiego de la oficina en torio lugar y ocasión formando buenos ciudadanos. DESDE BERLIN La situación actual de la economía icïc», v.v/n w =. |cerdctes. religiosos y religiosas ca-| Añade que Largo Caballero que ? te, el choque con los principios y ítólicos, que suff Irán el martirio len-laíempre ha aceptado la responsabl- i verdades de la Iglesia católica es ln-|to pero de gran Opresión moral, Uded de todos sus actos si hubiera ', 1 "de verse encarcelados Injustamente tenido participación en el movimien ^ por las determinaciones Inapelables ^to de Octubre no lo habría negado. • ¥-» • ^ i í _ ■ _Al.. 5 _ nevitable. Se está desarrollando en Alemania un profundo sentido paga no en todos los aspectos de su vida de un Poder tiránico, que no sólo LXKJ Cl·l • . VJl- * vxax.» — — — — I -1 y sobre el que fundamentan los con'|hace callar toda protesta, sino que J w— ceptos básicos de la nueva organiza i dón estatal. La persecución, de la que, realmente, fué un episodio la muerte vio lenta de Kiaussener, el 30 de Junio de 1934, se ha desenvuelto posterior mente con más astucia y queriendo encubrirla con trámites de legalidad como hicieron la mayoría de las veces todos los tirano í que en el mundo han sido. Las persecuciones del imperio romano contra la Iglesia se n i basaban siempre en la disculpa de que los cristianos contravenían las dlsposkljnes del Poder, tsta que ahora se está desarrollando en A emanla tiene tambiéi una disculpa le gal. en la supuesta inííacclóa de la lt> sobre exportación de capitales. posee medios suficientes para que los alemanes no se enteren de tales arbitrariedades de Poder. Ha de observarse cómo estos religiosos son condenados, sin atenuación en las penas, aplicándolas los Tribunales con la máxima gravedad que la ley permite, lo que supone, o una orden superior en tal sentido, o una saña ciertamente incompatible con el espíritu de justicia. Dada la marcha de la persecución alemana contra la Iglesia, se puede afirmar que en breve la poblaclóa puñal de Aiemtnla estará compuesta de la delincuencia vulgar y de un buen porcenttji de religiosos católicos. Si el pueblo le Juzgara— dice— no le condenaría, pues no fué él quien dió la señal del movimiento. La señal la dló un partido reaccionario que indebidamente escaló el poder— dice. Termina pidiendo al Tribunal que dicte un fallo absolutorio. Las parces renuncian a rectificar. El presidente del Tribunal pregun i a a L..rgo Caballero si tiene a'guna manii staclón que hacer y el procesado dice que. por lo que se refiere a una manifestación del fiscal, debe decir que e: P. rt do Socialista kaboró por otra República distinta de la de esta, por una República en la que no hablera lu-ha de clases. La causa se declaró vista para sen tenda. A ningún observador atento se le habrá ocultado el cambio que desde hace algunos años viene efectuán dose en la economía alemana, gracias a una serie de medidas encarni nadas a reanimar y apoyar el espíritu y la actividad de la empresa privada. Estas medidas fueron dictadas por la imperiosa necesidad de pronta ayuda. La parte económica de la declaración pragmática que formuló Hitler fué una clara negativa a las tendencias de erigir autarquías y una advertencia ante los graves Inconv;c lentes que tales medidas traerían necesariamente consigo. Alemania está convencida de que larealización de la idea en todos los países sería imprudente y nociva para todos los pueblos. Y no lo sería menos, desde el punto de vista económico, el querer industrializar a los países agrarios y productores de materias prl mas naturales, y viceversa, obligar a los países industriales, pictóricos de población, a producir materias primas deficientes o ilatéticas. Alemania, después de haber reducido su exportación mensual a 350 millones de marcos, o sea un tercio de la del año 1930, trata ahora de asegurarle a la industria las necesarias ma terlas primas, es decir, aumentar sus posibilidades de importación. Sobre los problemas de economía nacional Hider dijo que «en la mis-, ma medida en que la f ilta dt -xp >> Porque la política no lo es todo, ni mucho menos. E. N. tación nos obliga a reducir nuestras compras en el extranjero, tendremos que tratar de producir en el país mismo las materias primas que nos faltan o suplirlas por otras. El problema sólo puede resolverse dirigiéndose la economía, y esto es peligroso, porque toda economía dirigida se burocratlza fácilmente y ahoga la Inldatlva privada. Pero en Interés de nuestro pueblo no podemos permitir que por una economía rayana en comunismo se aletarguen nuestras fuerzas productivas y empeoren aún más sus condiciones ds ida». El resultado de esta práctica ds tres años ha sido la vuelta al trabajo de cuatro millones de hombres. Las medidas del Gobierno para proporcionar trabajo, no sólo ha estimulado a la empresa privada, sino que además han produddo efecto secundarlo en sentido positivo aumentando la capacidad compradora y el consumo de la población. Los medios flnanderos necesarios para la ejecución de los trabajos ss reunieron con antidpos sobre las contribuciones a pegar, con préstamos acordados por las organizadones de cajas de ahorros y con letras descontadas por el Relchsbank. Estas letras llenan hoy en la cartera del Relchsbank el vacío de la salida de divisas y la ausenda de letras comerciales. Difícil es decir cuanto persistirá la animadón de la economía Interior. Mucho dependerá de que el mercado monetario esté en condidones de responder cuando a él se apele. El caso suele ocurrir cuando la economía necesita un nuevo impulso. ArBratm Berlín. Noviembre 1935