It.ro de-1931_ El Mañana Página 3 Dr.Mo (PRODUCTO NACIONAL) 000 . do basta ignorai; es netü Ct'Vco discurrir siquiera. ¿No 0653 dente que t xiste almaceca • eS enorme caoticlad de riqueda Arante per iDUcha que se ha- despi'ffirradc? ¿N0 eS n0t0n0 ya están inactivos muchos pode 116 productores- máquinas, fuer* brazos-que pediíamos utiliza ,siel problema fuera de esca ]? Los despilfarres de Za durante la guerra ¿no au- qoe res síZ geDera Saban la cantidad de trabajo ecesark? Durante ellas ¿era el caro forzoso el problema de las naciones beligerantes? Todo el despilfarro anterior, el excesivo consumo de ayer ¿porqué ha de obligar a la ociosidad hoy? ¿no exige en buena lógica lo contrario? Cuando un hombre disipa su fortuna es cuando surge más imperiosa para él la necesidad de trabajar. Lo mismo ocurre con un pueble. Si cuantas riquezas existentes hoy en Europa desapareciesen, y las ciudades se arruinasen, y los barcos se hundiesen, no sería ciertamente falta de trabajo loque al día siguiente sufriría Europa, sino sobra de él. Habría que rehacerlo todo; como en una ciu dad asolada por un terremoto o un incendio. La verdadera causa radical inicial, de la crisis económica, es ésta: «El excesivo valor, adquirí do generalmente por especula ción, de la ti&rra campesina y ur baña y la abusiva actitud de las rentas de ellas procedentes». Aunque el valor excesivo detie • ñe el desarrollo de la agricultura y de la edificación, el peso abusivo de las rentas disminuye la capacidad consumidora de los culti • vadores y de los inquilinos de las casas, de los comerciantes y de los industriales que sobre la tie - rra y manipulando productos de la tierra han de vivir. Se engen ^ta así una minoría muy benefi ciada, y una inmensa mayaría cuyos medios de subvenir a sus pro • Pías necesidades es progresivamente disminuido. La detención en aquellas activi «des primarias y la disminución consumo repercute en todo el del rganismo económico, aletargan 00 la actividad mediadora el co**ercio, paralizando las fábricas, aginando el paro. La producción ^ ma una cadena, y el golpe daea ios eslabones inicíales reHcr^te en todos les demás. 4° bre esta causa principal opePérdiH V!CeS Causas secundarias: monlrt cosechas» cambios de Pe J a' Clerre de un mercado ^7oc?l?al, no la originan cau les t^u- slno causas universaWas tn,Yla elevacióndelas vai0r Urbaoas y rústicas y del so par/ tierra' creando un peductor Scbre el m«Edo prodro la ' peso W primero engenccarestía y ahora la crisis. ¡ro — _ cuando la crisis como ahora Cintrarreslarlo por la reforma de dos impuestos es la única* so lución. Baldomero ARGENTE. {De la Agencia Internacional Arco). Ccteciones de Bolle Efectos públicos Interior 4 por lOO^oontado. Exterior 4 por 100 Amortizable 6 por 100, 1920 > 5 por 100, 1926 » 5 por 100, 1927 » 5 por 100, 1928 » 5 por 100, 1927 libre. . . . ámortizable 8 por 100, 1928 » 4 por 100, 1928 » 4 Va Por 100 1928 . . . > 4 por 100, 1908 Ferroviaria" 5 por 100. .. . » 4 Va Por 100. Acciones Banco de España Banoo Mitpano Amerioano . Banoo Eapaflol del Río de la Plata .... pesetas Aznoarerai ordinarias .... Telefónioat preferentes . . . s ordinarias. . . . Petróleos lesivos pesetas Siortes » Alisantes > Obligaciones Cédulas Hipoteeariae 4 poi 100 . . . d. id. 6 por ...... Id. id. 6 por 100 Cédulas Banoo de Crédito Local 6 por 100 ... . Id. id. id. id. 6 Va por 100 . Id. id. id. id. 6 por 100 ... • ücnfederasidn Sindieal Midrográfloa del Ebro, 6 por 100 ......... Id. id. id. id. 6 por 100. .. . Trasatlántioa 8 por 100, 1920. > 6 por 100, 1922. Moneda extranjera Franoos 39*55 Francos suizos , v. ■ 194'60 Libras éG'OO Dollars 10'09 Liras, 52-80 Facilitada por el Banco Hispano Ame ricano). 80*30 88*00 98'00 91*90 SS'SO 66*50 82*50 88'00 75*00 96*25 86*25 579 00 230*00 67*50 107*25 129*50 766*00 472*00 410*00 92,25 100*00 1 08*00 87*00 95*25 97*60 89*75 97*00 y Pastillas Pectorales Dr. Moliner CALMAN LA TOS Multados probados en los Rt SFRIADOS, QRIPPE. Caí ARROS, K)lvCütKA Y BRONQUITIS, quizá evita una Tuberculosis El Financiero» He aquí el sumario del número 1.559 de esta importante revista semanal de Madrid, correspondiente al día 13 de febrero de 1931. El problema ferroviario, por J. G. Ceballos Teresí. Crói.ica finanniera semanal, por J. G. Aguirre Ceballos. Lo que deben hacer los rentistas con su cartera despreciada, por L. L. B. Angas. Semana internacional. — Nues tro director. Adhesiones a una campaña. Previsión. Notas varias. Misceláneas financieras: A la que salta, por Adolfo Pescador. Compañías y Sociedades: Banco Guipuzcoano. Banco de Tolosa. Banca Marsáns.— Una interesante emisión de obligaciones con seguro de cambio. Avisos oficiales. — Emisión de obligaciones de la Compañía Española de Petróleos. Mercados monetarios. Bolsas extranferas y valores. II Congreso nacional de la madera e industrias derivadas. Bolsa de Bilbao, por Amadeo M. de Mendiluce. Bolsa de Barcelona, por Juan B. Rodés. Bolsa de Madrid, por M. Martí nez Barragán. Notas financieras y mercantiles: Impresiones de la semana: La situación política, económica y íi nanciera. Notas varias. Crónicas extranjeras: Argentina. Mercados, Agricultura y Ganadería: Mercados agrícolas: Su situación y últimos precios, por J. Vázquez Trigo. Notas varias. Ferrocarriles: Un curioso tipo de tranvía sin cobrador (cuatro grabados.) Notas varias. Pesca y conservas: Observaciones pesqueras, por Angel Bernárdez. La pesca en España. La pesca en el extranjero. Información general. Aduanas, Aranceles y Asuntos comerciales: Los precios y el comercio en la Gran Bretaña, por Robert Mackay. Notas varias. Importación y Exportación: El comercio excerior de Españi en 1930. Notas varias. Da todas partes. Bibliografía. Balances: Bmco de España y principales institutos de emisión t xtranjera. Suplemento de cotizaciones bursátiles nacionales y extranjeras, Juntas, Sorteos, Subastas y Concursos. La pesadilla de los años El ciudadano español, ya de por sí muy dado a preocuparse del que al vecino le hayan hecho un chaleco estrecho, sufre una verdadera pesadilla con el deseo irresistible de saber los años que tienen sus semejantes. Sin este dato, al parecer importantísimo, no puede e stablecer relación alguna entre la persona y sus actos, ni formular una crítica fundamenta* da sobre sus obras. El que sufre un accidente en la calle y es llevado a la casa de socorro, después de curado, tendrá que decir a más de su nombre y domicilio, los años que tiene; dato este muy importante para la mayor ó menor gravedad de las lesiones sufridas, y que al siguiente día publican los periódi eos para que todo el mundo sepa que el individuo que al bajar de un tranvía se cayó rompiéndose una pierna, tiene cuarenta años. Al hacer un contrato de inquilinato, veréis en él que tenéis tan tos o cuantos años de edad. No basta con decir c mayor de edad>, no; es preciso hacer constar los años, aunque su contrato no lo vaya a leer más que el propio interesado que, por lo regular tampoco lo lee, ya que se trata de un documento poco simpático. Al hablar de artistas es seguro oir en las discusiones para juzgar de la excelencia de su trabajo, si tiene tantos o cuantos años, no basta con disentir si su actuación es buena o mala, es preciso dilucidar los años que acompañan al actor, como si lo esencial no fuese lo primero. Esto mismo ocurre con los escritores. Es matemático ^ fenó meno universal. ^ IMPRESOS TIMBRADOS EN RELIEVE OS - CATÁLOGOS REVISTAS TRABAJOS COMERCIALES ETIQUETAS EN RELIEVE ENCUADr -NACIÓN [ABADO Y f rOGRABAt Rodríguez San Pedro, 51 *léf. 33029 - MA el que la prifnera o se g 1 1 ( fr gunta en una intet wiú S' á ^ referente a los años que tiene. ¿Es que al leccjr qu- ic ha guaUaj uaa novela o al espectador que aplaudió un drama le importa algo el saber la edad del que lo compuso? ¿Es que por el mayor o meno»* número de años del autor, puede ser más o menos meriteria su obra? No. L^i edad del escritor no está en los años, sino en su producción. ¿Es esta buena? Pues su autor es joven, aunque tenga sesenta años. Cervantes descubrió su Quijote en el ocaso de su vida. No sé de ningún escritor joven, por los años, que haya hecho otra parecida. Cervantes, pues, era un hombre joven porque su inteligencia era fresca, pujante, lozana. ¡Los añosl ¿Qué son los años? ¿Existen los años? Los años no son sino puntos de referencia que los hombres hemos creado para nuestros hechos, tomando por base las veces que la tierra gira completamente sobre un eje volviéndose loca, como está demostrado en los tiempos actuales, con tantas vueltas como da; pero, en realidad, los años no existen. El sol brilla constantemente en el espacio y el día no acaba nunca. Es un único y sólo día el que Dios ha creado pata el mundo, y éste al girar, dibuja en nuestra existencia espacios claros y oscuros, alternativamente, a modo de las casillas de un interminable tablero de ajedrez, en el cual no falta ninguna de las figuras que conocemos, y con ellos fabricamos esos días que empleamos para medir nuestra edad, pero que no existen, puesto que el sol no se apaga para reposar, y volver a encenderse después. El día no se extingue jamás y nuestra vida se reduce al tiempo que permanecemos en ese día eterno que no sabemos cuando empezó ni caando acabará. La vejez o la juventud del escritor, no puepe, pues, medirse por sus años, sino por su obra, y, por lo tanto ¿qué le importa al curioso lector de una interwiu saber los años que tiene el paciente? ¿Qué finalidad práctica tiene ese afán que nos í cucia de averiguar la edad de todos aquellos seres con los cuales tenemos alguna clase de relación? ¿Amargarse la vida? Pues si que es capricho. Guillermo Díaz C ANEJA. (Reproducción reservada). f e m p e r a t a r m Datos recogidos en ia Estación Meteorológica de esta capital:' Máxima de ayc r, 5*3 grados. Mínima de hoy, — 544. Viento reinante, N. Presién atmosférica, 671 9. Recorrido del viento, 145bilónietro8.