pág. JO AGRUPACION FORESTAL úiràrJeraeioneà àoL·e el orJeño Jr I Influencia del vòquero para una mayor producción en la explotación El ordeño de las vacas de leche es una operación que debe practicarse con sumos cuidados y que requiere ordeñadores peritos, porque constituyen la base de una gimnasia funcional de la mama que influye notablemente en el aumento de la producción. Es una creencia bastante generalizada entre los vaqueros de que las vacas producen más leche si se ordeñan siempre por el mismo vaquero; no cabe de que tal medio sería lo ideal siempre que tal medida fuera posible. Sin embargo, está demostrado que se consiguen los mismos resultados con otras personas que sean hábiles y que estén bien familiarizados con el ganado del establo. Con el hombre poco práctico, con el desmañado, sí que se resiste la producción lechera del ganado, aparte de que la mayoría de las enfermedades de estos órganos, y que muchas veces terminan por inutilizar al animal, provienen de su inexperiencia y mal trato. Cabe citar por la impo) tancia que esta práctica merece, las experiencias llevadas a cabo con la famosa vaca «Agata», que con unos buenos ordeñadores rendía una producción de 60 li'ros por día y con vaqueros poco prácticos y nada cariñosos con el animal, la cantidad de leche descendía en cifras inferiores a los 32 litros Es, pues, de gran interés para el ganadero y vaquero, conocer unas normas ele mentales, tanto en lo que se refiere a los métodos como a la higúne del ordeño, que repercuten en todo momento en un mayor beneficio para la explotación. .' En primer lugar por lo que respecta a los métodos, aunque no merecen consideraciones de su empleo, por ser bien conocidos de todos, pueden usarse con buen éxito dos, el llamado en el lenguaje de los vaqueros «a puño o mano llena» o bien el denominado «a pulgar», que únicamente están supeditados a cada animal, según la conformación general de la ubre, pero nunca y bajo ningún concepto debe hacerse uso del ordeño «a pellizco», que siempre produce deformaciones en este órgano y da lugar a desgarres, inflamaciones e infecciones que merman las posibilidades de producción de las reses. Por lo qüe se refiere a la higiene, debe practicarse un lavado de la ubre antes de cada ordeño con agua tibia y secado con un paño limpio, procurando seguidamente lavarse las manos el vaquero El acto de ordeño en sí, previo masaje, se efectuará én seco, sin mojar los dedos y la ubre, y tomando las primeras gotas en un cubo aparte; debe extraerse toda la cantidad de leche y al final realizar un repaso hasta conseguir las últimas gotas; este acto no debe suspenderse por ningún concepto una vez comenzado • \ Es necesario qne el ordeño se haga rápidamente, pero con tranquilidad y carino