la formación profesiona 1,1 Puesta de bandera en factor de progreso social el edificio de la Casa Sindical/ en Madrid Con este motivo se entregó una paga extraordinaria a los 300 obreros que trabajan en la construcción del grandioso edificio dc la cogida di* Artículo que h a obtenido el Promio Organización Sindical For IOAQUIN UBEDA «El mismo fenómeno en todas partes. Y pi r cierto que se trata de una situación verdaderamente dramática. Un periódico francés de ayer mismo dice: -De 1,334.000 en 1931 los efectivos obreros de las industrias metaliirgicas han pasado a 1.708.00o. Estas industrias no se desenvuelven más que a eos* ta de la concentración que absorbe «na masa de mano de obra venida del extranjero o procedente de otras profesiones, particularmente de la textil.» Esta concentración hace que una nasa creciente de jóvenes obreros se encuentre en adelante sometida» en un aaedio de trabajo de tan vastas proporciones, a un intenso proceso de proleta«iaación. La superficie de las fábricas Renault es igual a la de la ciudad de Charíres, y el número de sus obreros igual al de todos los trabajadores de la ciudad de Burgos. En España carecemos de estadísticas parecidas, pero puede asegurarse que el fenómeno de la cencentración de la industria y de la proletarización de «na ^ran masa de la juventud obrera adquiera magnitudes todavía mayores dentro de las cifras relativamente modestas a las que habríamos de referirnos. Y el íenóàeno no se restringe sólo a la industria siho que se acentiía quizá con mayor relieve en la agricultura. La «pulsión del trabajo agrícola, por sus especiales características y molestias, en todas partes; la concentración en grandes granjas de la pequeña propie dad agrícola (no se habla ya de latifundios, pues la tierra tiende a ser cultiva" da cada ves mejor, con lo que este conncepto, en su sentido tradicional, desaparece) obliga a una gran parte de la juventud obrera campesina a emigrar a ía ciudad, engrosando el gran torrente de la proletarísación. No cabe dudacomo hacia constar José Antonio -que- en grandes líneas, Marx tenía razón en este aspecto aunque se equivocara en los coeficientes que atribuía al fenómeno. Ahora bien: una sociedad sana no puede permanecer inactiva ante esta lenta amenazadora catástrofe que se nos viene encima, de modo, al parecer, inevitable. ¿Cómo recacionar? O la cultura somete a las fuerzas brutas y ciegas de la Naturaleza y de la Historia o estas fuerzas destruyen la cultura y al hombre mismo. La formac ón profesional —formación y profesionalismo, ambas cosas armónicamente integradas— , en la escasa medida en que hoy se da, no es dique suficiente a contener y encauzar la riada. Sólo la redención de la clase obrera en su totalidad y en cuanto tal, me. diante un sistema de aplicación total y universal, sería suficiente para destruir el fenómeno en su raíz. Es, pues, cuestión de vida o muerte. No hay opción No basta con sustraer al proceso de I proletarización unos centenares de millares de jóvenes obreros, quizá los mejor dotados. La mística de la técnica, el prestigio y el orgullo de la técnica, influyen fascinadoramente en una gran parte de la juventud obrera, alterando su pscología de clase ante el ejemplo de los que su formación profesional han logrado un rápido ascenso en la escala jerárquica de la' industria, de la economía y de la sociedad. Pero con esto no se destruye el amplio y homogé neo campo del proletariado - y éste es el ambicioso designio de nuestro Moví miento-, porque la civilización de la técnica sigue siendo tan inhumana como la del capitalismo. La formación profesional, es decir, la especialización y la cualificaeión, con las correspondientes ventajas económi cas y sociales, acepta sino se universa liza y generaliza, el hecho de la lucha de clases o, mejor dicho, la lucha por El Ministro de Industria $ttem «te la pág. primera) Al frente del profesorado se llalla ba el Jefe de la Institución y el Jefe de Estudios de ¡a misma. Todas las personalidades y representaciones concurrentes acompañaron al Ministro en su detenido itinerario a lo largo de las espléndidas dependencias que constituyen los pabellones de la Institución, El Sr. Pianell, contempló, en primer término, la maqueta de los edificios y escuchíndo. aten tamente las explicaciones que el Jefe de la Institución, Ingeniero Sr. Palència, le suministró, acer ea de Jos planes de estudio y distribución y cursos que se siguen en los talleres de las dis tintas especialidades de trabajo y después recorrió los talleres, del curso de orientación, instala „ dos en la antigua escuela Rami ro Ledesj a, que hace años sir viera de base a la actual realiza cién de este Centro cumbre dt la Formación Profesional espa ñola y los talleres de mecánica, construcción, electricidad; la sala destinada a 1 bor de delineantes; el taller de artes gráficas, eí de auto movi'ismo y carpintería. for/), en total toda la gama de oficios cuya preparación es ob jeto de la enseñanza de estr Centro. El Ministro conversó compla cldo y profundamente interesa do con profesores y alumnos, adquiriendo una completa infor maclón acerca de la Importante tarea que para el futuro del trabajo español representa la labor de la Institución, e hizo pieguntas a los muchachos, en sus mismos puestos de traba/o. Al terminar la visita, tanto et Sr. Pianell, como las demás per sonalidades concurrentes, felícl taron a las Jerarquías sindicales por esta magnífica prueba d capacidad impulsora de la reali dad española de la sindicación, que hace porible tan formidable empresa como es la capacitación del obrero del mañana. Como quiera que actualmente se desarrollan en la Institución las pruebas del concurso de For maclón Profesional, organizadas por el [Frente de Juventudes, también conversaron el Ministro y demás personalidades con los muchachos que allí estos días las practican.— (SIS). la vida con todo su crudo materialismo, con la imposición del más fuerte y el exterminio y aniquilación de los débi les, de los lentos, de los no capacitados. Lo justo sería, pues, que la formación profesional fuese universal— es decir, para todos - y general -es decir, no extremadamente especializada—. Y así es cómo la propugna la Falange. Lo que persigue la Falange es la elevación de toda clase obrera en general, no la elevación de unos pocos. Siempre ha, brá desigualdades, naturalmente, oiiginadas por las diversas condiciones naturales y morales de cada uno. Pero de lo que se trata es de que, en pricipio, todos tengan las mismas oportunidades y de que las condiciones sociales ro sean exclusivamente las que por herencia determinen la vida y el éxito de los individuos. Ahora bien: esta igualdad de oportunidades sólo se dará cuando la técnica, la cultura y la formación profesional se extiendan a todos, triun fando sobre la producción en serio y sobre el capitalismo, sobre la base de una moral católica y espiritualista, en la que se respete y cultive la personalidad hi^mana. No basta, pues, con afrontar el payoroso problema que plantean estas lí neas desde el lado de la economía, como, al parecer, hemos creido durante mucho tiempo. Una más justa distribución de la riqueza no es suficiente para resolverlo. Es precisa la acción convergente desde arabos lados: el económico -r-una más justa - distribución de la riqu za - y el de la formación profesional—universalización de la misma e igualdad de oportunidades iniciales para todos. Por este camino se ha lanz do, con todo el brío de un adalid de los tiempos nuevos, nuestro Caudillo Quinien tos Institutos Laborales se proyectan. La Obra Sindical de Formación Pr< fesional tiene en marcha más de ochenta Escuelas de Formación Profesional, con un alumnado de más de veinte mil aprendices. Las Escuelas Elementales de Trabajo, las Ordenes religiosas de esta especialidad y algunas empresas particulares contribuyen con otro tanto. No cabe duda de que aquí está la clave que transformará esta inmensa fuerza ciega de la. Historia, la juventud obrera, que se ha revelado en nuestro tiempo, pero que no cesará ya nunca de actuar en fuerza dócil y eficacísima del progreso social, órgánica, saludable y sistemáticamente asegurado indefinidamente. La Falange, desde su nacimiento no se proponía otra cosa». Ün magnífico acto, pleno de simbolismo y sentido de camaradería entre las Jerarquías sin dicales y los .300 obreros que trabajan en la construcción de la Casa Sindical en el Paseo del Prado frente al Museo, se ha ce. lebrado con motivo de la puesta de bandera en el citado edificio. Los trabajadores esperaron la llegada del Delegado Nacional de Sindicatos, señor Solís Ruiz; secretario nacional, señor Vlzcaí no; vicesecretario nacional de Ordenación Económica; vicese cretario nacional de Obras Sin dícales, señor Aparisl; vicesecre tario nacional de Organización Administrativa, señor Pro Alón so y otras jerarquías sindícales. En uno de los sectores del edificio en construcción el delegado nacional hizo presente al encargado general de las obras significación de este acto, for mulando votos para que con la ayuda de Dios se vea coronada por el éxito de la terminación de la Casa Sindical que ha de cobijar las actividades caciona les de la Organización, escu chando frases de gratitud y satisfacción, de boca de los mis mos obreros, quienes recibieron los sobres conteniendo una paga cxTaordínaria, para celebrar es- He aquí lo que exige nuestro sentir total de la Patria y del Estado que ha de servirla: Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino. — José Antonio. Ariño celebró (Viene de la página primera) anima, puesto de relieve en re cíente [fecha, cuando con cuarenta días de anticipación a las disposiciones lega les, la dirección de la S> A. M. C. A. entregó una extraordina ría de cuarenta y cinco días de haber a sus empleados. Nos congratula el poder des tacar estos ejemplos de empre sas en las que firmemente ha calado el espíritu que animó nuestro Movimiento y que con sideran a sus obreros., no como meros Instrumentos de trabajo, sino como hombres a los que es preciso atender en sus nece sidades. Buena prueba de ello es ese magnífico poblado, en eí que se han construido más de un centenar de viviendas y en el que no falta un buen frontón y un cine monumental, que ofre cen a los mineros el lugar pro picio para el deporte y el espar cimiento. Aparte de ello, la empresa transporta diariamente en autocar, a los que viven fue ra del poblado, desde su domi cilio a la mina y de ésta a su pueblo y, por todo cuanto víe ne realizando, por su magnífico sentido social y por su trato pa ra con los trabajadores, la S. A. M. C. A. se ha hecho acreedora a nuestro reconocimiento. ta efemèride aguas. Ya está terminada la estructutura de hormigón y albaftilcría' grueía, o sea el cerramiento de fábrica de ladrillo. . Se emplean 1.800.000 kllogra. mos de hierro; 24.000 000 de kí logramos de hormigón, que en metros cúbicos representan diez mil quinientas unidades. La especial prevlslan del proyecto ha logrado la casi total eliminación de patios, pues sólo existirán dos interiores. Esta espléndida edificación, que contribuirá extraordinaria mente al aspecto moderno de Madrid se ha levantado -obre un solar de 7.000.000 de metros cuadrados, siendo la superficie total edificada de 55.000 metroa cuadrados. La Casa Sindical tendrá 73 metros de altura, siendo 20 las plantas, en las que se distribuí rán 3.000 habitaciones y a la que darán entrada a la luz unas 2 000 ventanas. Los ascensores para poner en comunicación tanta dependencia ya que se han de instalar en es te edificio todos los Organismos Nacionales, será 6, que llega rán hasta una altura no similar en ninguno de los edificios altos hasta ahora, puesto que el nú mero de plantas es de 22. Curioso es que la longitud de cables en total que se emplea ráñ para las distintas instalado nes de este edificio grandioso alcanzará la medida de 20 klló netros. Todas las jararquííS Indica das ascendieron por la escalera en construcción, hasta llegar al sitio donde el delegado nació nal ayudado por un obrero, en acto de sígnifíesdo simbolismo/ Izó la enseña. Son importantes y trascenden tales las ventajas económicas que supone para la Organiza ción Sindical la instalación et\ el magnífico edificio nuevo de. las oficinas generales de carác ter nacional, puesto que se aho rrará muy interesante cifra que está dedicad a alquiler de loca les en distintos edificios de Ma drid, además de representar ello ahorro de gastos en cuanto a personal, aunque sobre todo el principal beneficio que se obtic ne c n la nueva casa es de ca rácter funcional, puesto que cen tralizándose y unificándoselas distintas actividades hurocrátl cas y administrativas se consc guiráuna más rápida y eficaz, actividad.