41 con más exactitud el título de tirano (1). Á este juicio, que no deja de ser atendible y digno de respeto, todavía puede añadirse que la prueba de que la Ley del Fuero Juzgo sólo quiso establecer un consejo moral, ó sea un proverbio, se infiere del silencio que la misma Ley guardó, respecto de quién había de declarar que el Rey no facia derecho, porque si esta apreciación se dejaba al juicio, ó acaso al capricho de las diversas fuerzas sociales , entonces la fórmula se convertía naturalmente en una excitación al regicidio y entónces la única tésis discutible sería la que el P. Mariana y otros antes que él sentaron y sostuvieron, fijando los casos en que podia ser lícito destronar al tirano. Estos procedimientos son incompatibles con nuestras convicciones políticas, con las Monarquías hereditarias y con la organización de los poderes públicos en los tiempos modernos. Desde el momento en que se pretende buscar en el Fuero Juzgo el origen de la fórmula turbulenta y anárquica que la revolución im- (1) Quinto: Del juramento político de los Reyes de Aragón.