LA ASOCIACION. Desde Celia. — Nuestros lectores han leido las dos comunicaciones que con éste epígrafe publicamos en los dos últimos números. Pues bien, el Sr. Anadón, nos remite otra contestación á la del Sr. Jarque, que por su muchísima estension no nos es posible insertar. Las cosas á nuestro entender están en su verdadero lugar, y de insertar la del Sr. Anadón motivaria una serie de correspondencias que ningún bien habían de reportar á nuestros lectores y sí más de un disgusto á sus autores, cosa que nosotros debemos evitar. Si ésta declaración que á nuestra lealtad arranca el deseo de paz y concordia entre los médicos batalladores no fuera bastante, tenemos razones de otra índole por las que no podemos complacer á nuestros compañeros. Ni el Sr. Anadon, ni el Sr. Jarque, han sido, ni son, ni probablemente serán asociados, pues en las distintas convocatorias ni se han dignado asistir, ni mucho menos mandar su asentimiento á nada de lo que venimos predicando: muy al contrario, la más glacial indiferencia ha sido su norma, cuando bien se hallaban allá en su ínsula. Si apesar de ello, insisten y puesto que de negocio se trata, en calidad de remitido y según los derechos que la imprenta devengue estamos pronto á dedicarles nó un número, sino todos los sucesivos. Con que.... «si se mete ó nó en bachillerías, suelta la perra, y vengan las cuartillas» Se me olvidaba: como los suscritores de Celia en jamás han pagado un céntimo., les prometernos no ser yá más galantes con ellos, si dentro de ocho dias no pagan la suscricion al primer vecino que les venga á mano, en la seguridad que cualquiera que éste sea, ha de llegar á nuestro poder. R. I. P. — En la madrugada del dia 4 del actual, falleció en la inmediata villa de Villel, la Sra. Doña M. Teresa González de Vilatela, esposa de nuestro compañero D. Silverio, cirujano en dicha población, y madre de D. Juan, médico y del ilustrado sacerdote y cariñosísimo amipo nuestro, D. Miguel dilátela. Sinceramente lamentamos la desgracia que á tan apreciable familia aflige. Escelenle publicación. — Hemos tenido el gusto de recibir y leer, el número l." de la Revista Internacional de ciencias Médicas y Biológicas, fundada por don Carlos de Vicente y Charpendies. Para los amantes de nuestra ciencia es un verdadero acontecimiento la aparición de ésta Revista, Las linnas de los reputados Dres. que autorizan los diferentes artículos que comprenden las seis secciones en que se divide el primer número, son una garantía de su importancia y del éxito que le espera y á que es acreedor los esfuerzos de su inteligente fundador. — Se publica cada tres meses, por cua¬ dernos de 160 páginas, ilustrados con grabados Su precio 6 pesetas semestre, 12 año. Se admil ten suscriciones en la Administración, calle del Conde de Aranda, número 3, pral. izquierda, y en las principales librerías. Cremación de cadáveres. — El doctor Audert, ingeniero de la casa Siemeus, ha presentado al Colegio Médico de Viena, un aparato para la cremación de los cadáveres, con el cual se reducen ú cenizas sin ponerse en contacto directo con las llamas, sino solamente con el aire calentado á 600 ú 800° G. La operación dura una hora ú hora y media, reduciéndose el cadáver á la décima octava parte de su peso, sin desarrollar gás alguno mefítico. Nota final. — Desde el presente número publicaremos los nombres de los señores que nos devuelvan el periódico sin satisfacer el importe del actual semestre. Exigir más paciencia pasaría ya al género èoèo; del mismo modo, vá los que nada han dado de los atrasos, si allí» en su conciencia creen que deben liquidar, les suplicamos lo hagan con nuestro antiguo Director, D. Juan Herrero. Si no lo hacen y los exhibimos, nos contentaremos con poder contestar á sus quejas. — Bobadas hombre, bobadas. Sustituto. — Deseando el Sr. Garcés hacer un pequeño viaje, necesita para ello un sustituto. El que se encuentre en condiciones, que se dirija á dicho señor, quien dará antecedentes de cuanto tiempo y por cuanto. CORRESPONDENCIA. Teníamos dispuesto un trabajo en el que de una manera enérgica combatíamos la especie lanzada por un desdichado cuando dijo: «periódico sinónimo de negocio»; pero como nosotros nonos debemos á nuestras pasiones si que á la consideración que debes guardar al público que nos lea, por más qae nuestro periódico no sale de un reducido número de amigos y habja mim^vn en familia, hemos preferido dejarlo para mejor ocasión, en la seguridad que tiempo no nos ha de faltar para ocuparnos de esta y otras especies vertidas coa motivo de nuestra actitud. — Prescindiendo, pues, de consideraciones que el lector sacará en su buen criterio, nos coutantamos por hoy en apuntar algunos datos de los que se desprenderá la sin razón del miserable que no vé en nuestra propaganda más que aquella calumniosa frase que llenos de legítima indignación arrojamos á su cara. Según lo que decíamos en un suelto del