8 LA ASOCIACION. posición que creo muy del caso? Trabaje usted, y ., espero sus órdenes. Orihuela — D. A. R. — Recibí la de V. y anoté lo que mandaba. Gracias por su apoyo, pero debo advertirle que e^tá V. en un error. Dice V. «como sin duda alguna e^tá la clase entera...», pues, no señor; la clase entera no está á mi lado, la tengo enfrente y á mis espaldas, y... otra vez diré por qué. Masamagrell. (Valench) — D. C. S. — Recibí la tu\a, mil gracias. Contesté cirta particular. Cuídate. Cuevas de Almudén. — D. F. M. — Gracias por la aclaración de V. No estrañí mi pregunta pues es muy original lo que nos sucede en la parte administsativa. Mandamos el periódico, v. gr. á uno q'ie después sabemos murió el año 30 ó que se trasladó el 40, y sin embargo, el que ocupa su puesto lo recibe y... b leño vá. Otro se marcha del pueb'o, uo avisa, pero lo sabemos: el periódico vá á su destino, no sabemos quien lo reciba y... el otro tan callado. También mmdamos números repetidos y... como sinó. Esto como V. comprende es muy cómodo, pero ¡paciencia! Terriente.—B, P. R — -La li ta que mandé es exacta. V. vea lo que dicen. Las observaciones á mi drGiúav privada, eran para todos la- mismas. No le estrañe á usted pues, sí digo, que «deducirán el importe de papel, sellos,...» así y todo son muy pocos los que se toman la molestia de avisarnos, y, subdelegados hay, que ha contestado á un practicante al decirle que lo, anotára como suscritor «que se dejára de tonterías.» Eso como V. comprende no p icde quedar así y pronto hemos de ver quien son ios tontos, si ellos, con su estoica apatíi 6 y ó con los humildes practicantes que perseguimos una idea realizable y por endi! honrada. Poro ésto será obj ito de más detenido exámon. Yo, como vén, no corro. Tengo cartas del 83 y 84 por contostar, de conceptos equívocos y... se contestarán. No olvido, paes, nada; que V. y todos se hagan cargo de lo que voy diciendo y perseveren en lo que rae dicen. Muntesa.— ^D. P. R. — Rocibidas sus dos últimas. De la primera, nada me ostraña. Cuando quiera y como quiera nos ocuparemos de ese énte. De la segunda, vnya V. estudiando la prensa profesional y obre según convenga á sus propósitos, yo bien claro digo lo que siento sobre la Colegiación; sin embargo, ello no es oposición y si solo el deseo de obligarles más y más á nuestros protectores. Mi gu-to sería ver á la proTincia entera dentro de la Colegiación, prueba evidente sería de nuestra subordintckm y disciplina, y cuando de ser así estaríamos en disposición de mayores empresa^' A mi nombre, puede mandar contra Teruel 10 que quiera. Cell%. — D. S. A. — Como V. comprende estoy ocupadísimo en mis papeles , y no me decido á dejarlos por ahora; más adelante tal vez pueda complacerle. Cedrillas. — D. L. R. — Recibí la de V. gracias por sn oirecimiento, pues es menester que lo cumpla; mandando ese y otros casos de su práctica. Viniendo de Alba, me encontré casualmente en el camino á un Delfín que V. hubiera seguramente deseado encontrar. Hay que resignarse, la fortuna ese dia estuvo pródiga conmigo. Olie(e.—T). F. P. Z. — Gracias por haberse dignado contestar á la mía. Aprecio los datos que me suministra. Enterado de lo demás. Crivillen. — D. R. P. — Enterado también de la de V. Gracias por la achracion en la duda que tenía. Podro bueno. Linares. — D. G. G. — So cumple lo que se ofrece. Veromos pues cuando empiezns. En esto do escribir, todo es comenzar. Sucedo como en el otro asunto de que me hablas, principio quieren las cosas. Y á propósito; ¿lo has consultado con quien debes?.... Bien me acordé do tu indicación, pero me fué absolutamente imposible pa-ar á G. á ver á tu media naranja. Conozco á la de quien me hablas, y ella sabe que la estimo muy mucho. Do tu primo y hermano mió E. no sabemos nada hace años. De Filipinas pasó á Cuba; sinó á pasado debe estar yá, allá entre Urano y Neptnno. Nos tiene con cuidado. Monroyo. — D. E. G. — Home, vosté es el mateix dimoni te mes memoria que un tisic. Pues si siñor; soc el que vosté es pensaba, el Garsés bullidor de sempre, el vocal de totes les asonaes estudiantesques de aquele folis tempos que estudiabem. ¡Ché, si tornaran á encontrarnos per aquell-; claustros! Habiem de nàixer dos voltes; quius disgusto 11 habiem de donar al lleó Quintonar. ¿Taureordosde D. Fernando? Pues, ¿y D. A justin?... ¡Quina treseta! A mi em tocaran una volta en un trib mal y te dic la veritat, emferera mas la pena negra. Deu que no els acha pres en conte Ies carabases que donaban. Manem lo que vullga que asi estic á la sena disposisió. Volguera parlarti mes despai pero tino que pasar á la siguient correspondensia que no té desperdiri. /mj3. de Zarzoso.