L\ ASOCIACION. resultan, tienen su base en que el médico se cree de más categoría que los farmacéuticos, y estos se creen más superiores por el codocí[^¡ento más exacto délo que constituye su í.icultad, y el médico se crece al lado del veterinario,' y á éste no le agrada que se le tenga por pigmeo, y desde luego el médico mira ai ministrante como un estorbo más que como un auxiliar. Hay en la conducta de los diversos orupos desconocimiento de ios límites de cáela cual, de su valor efectivo, de su diferenci i peculiar, y es preciso que la anomalía cese, qy.e la guerra do mirarse por alto, de mutuos dtadenes y de constantes murmuraciones á espaldas los unos de los otros, concluya por el convencimiento de que cada cual tiene su órbita, Sus derechos, sus deberes, que dan á cada uno su valor máximo y á todos el valor positivo, y la benevolencia, la hidalguía, el humanitarismo, el parentesco profesional, deben ser los móviles en las mutuas y constantes relaciones para que de la variedad se obtenga la unidad y de la fraternidad la fuerza. Ya desarrollaremos el tema para bien de todos y para gloria de la clase. » — lErss ¡46 cpse ns*® faSíín^a ver. — En el Bolsiín oficial núm . 100 encontramos anunciadas las vacantes de. Médico y Farmacéutico del pueblo de Mazaleón, el primeio por destitución y el segundo por fallecimiento... Casi casi no sé acertar cual de los dos se encuentra en peor caso. ¡Por destitución!!! ¡Ah clase, clase! cuantas amarguras y vergüenzas por vuestra culpa! ¡Por destitución! O SPeí-s-oearatól Calalísrsacl-Tersaei. «El día 6 se subastó la construcción del ferrocarril de Calatay ud-Teruel . quedando adjudicado á D. Alejandro Morodo, único que presentó proposición. Rebajó del presupuesto de contrata 1,000.022 pesetas. Esta rebaja inesperada ha contribuido á aumentar la expectación del pais que sigue con interés las peripecias de esta empresa.» «(Hevisia del furia* núm. 19, del 15 de Octubre de 1886.; «NTo és nuestro ánimo mortificar álos que en el colmo de su optimismo llegaron á censurar zuramente á los que consideraban torcido el camino del negocio y no querían aventurar en ci considerable capital, trabajo acumulado *iue nadie por abundante que lo tenga, tiene WUgacióa de arrojarlo á la calle, sino llamar la atención de todos para que, en las próximas tentativas de allegar mejor empresa, ninguno mire con Tecelo las gestiones que cualquier otro, con más ó menos autoridad, practique para que la construcción y explotación del ferrocarril ( 'alatayud-Teruel sean no el ViaXOrucis sino la Resurrección del pais.» (v. Revista del luria» mim. 23, del 1.° de Diciembre de 1886.») Estas palabras, las inspiró á nuestro colega las dos famosas etapas por que entre otras, pasó el proyectado ferrocarril. Las primeras, corno do su contexto se deduce cuando lo de la rebaja; las segundas, cuando pasado el término legal para la. constitución del depósito definitivo, se pidió prórroga, que el ministro con gran acuerdo no concedió. Ellas, si nuestra hermana en profesión, y tómelo esto en el sentido que quiera, no se incomoda, son poca cosa, dada la importancia del asunto que las motiva; no dicen lo bastante para que los hombres de negocios recapaciten del por qué de esa expectación del pais que sigue con interés las peripecias de esta empresa, y el de censurar duramente a los que consideraban torcido el camino del negocio ij miren con recelo las gestiones que cualquiera oíro, con más ó menos autoridad, practique para la construcción y explotación del ferrocarril etc., Déla ilustración y talento, con el interés que impulsa, á la pluma de su Director, todo lo que afecta al progreso científico y material de nuestra proTÍacia, había derecho á esperar más, y nosotros que al citarlo, como citamos y citaremos á otros, nos mueve el deseo, plauxible así otros piensen otra cosa, de que hablen y digan cuanto sepan sobre ello, esperamos que lo hará, sin contemplaciones y con solo mirarse en nuestra resuelta actitud. Créala nuestro compañero: si entonces á esas palabras expectación del pais, peripecias, ir por caminos, torcidos, mirar con recelo las gestiones de otros, y otras cuya intención se alcanza pero cuyo significado no todos saben traducir, les hubiera dado toda la. importancia que el argumento requiere y el interés del asunto precisaba, hubiérase adelantado no poco y á nosotros quitado la ocasión de malquistarnos con quienes de buena fé estamos contendiendo. Otra cosa; es lo mismo que si á nosotros nos enseñan un enfermo en sus últimos instantes y nos contentamos con decir grave, sin pararnos á reflexionar en el por qué de su gravedad, ó sea la marcha, accidentes, período, tratamiento y sobre todo profilaxis de esa enfermedad ó medios por los cuales podemos separar las causas productoras; y puesto que aquí se trata de un enfermo grave, queso muere, ya que las indicaciones no se