LA ASOCIArlON. pesetas y un año, 1(3 pesetas. Se remitirá gratis un número á quien lo solicite. Los pedidos á nombre de D. Juan Vidi!, Fuencarral, '20, bajo, Madrid. Manual de Técnica anatómiea: comprende todas las materias de la asignatura de Disección, por l). Federico Oloriz Aguilera: se han publicado los cuadernos 1 "i.0 y 3." al precio de 3 pesetas. Los pedidos, al ; Administrador de El Cosmos lidiiorial, lUnúeva, 21, Madrid. José Cóas-eés. V Traísïïïïísíssto «B« 1« (¡ifitcría. — Un ilustrado médico de la Coruña, D. Desiderio Varela, aconseja el siguiente, en un buen artículo que publica «El Genio Médico-Quirúrgico,» y que por aproximarse al que nosotros empleamos, recomendamos á nuestros abonados. «Cauterizar, y cauterizar con energía, toda la cámara posterior déla boca, amígdalas y faringe es el medio que me ha dado grandes resultados, perdiendo pocos enfermos de los muchos que de esta afección he asistido. Es necesario que las cauterizaciones se hagan tres veces al día, para lo cual, después de desprender en cada visita con unas pinzas las concreciones que hayan podido formarse desde la visita anterior, se tocará fuertemente las partos afectas con una disolución concentrada do sulfato de cobre, no empleando el nitrato de plata ni el ácido hidroelórico, por cuanto las escaras que forman dan lugar muchas veces á dudas; después de cada cauterización hago insuflaciones con alumbre, y dando el cloratode potasaal interior, obligo al enfermo á alimentarse, y si se niega por la boca, le pongo enemas nutritivas. Para efectuar estas operaciones se hace necesario sujetar á los enfermitos, colocando además entre los molares dos corchos, con lo cual pueden las pinzas é hisopos correr libremente, y-el médico puede llegar á la profundidad que conceptúe necesaria, recomendando que hasta donde sea posible no se valga el profesor de persona extraña á estas manipulaciones para convencerse de que la medicación queda perfectamente aplicada. Consigno un tratamiento que hace años empleo con lisonjero éxito y deseo que otros mas competentes manifiesten el que siguen, para que de la exposición de varios pueda brotar alguna luz sobré el mejor para tan terrible enfermedad.» IVatrtmiento <1« nua cclaniMÍa } • Inhalaciones repetidas de cloroformo durante los accesos; bromuro de potasio con el a'o-Ua de azahar en los intérvalos; enemas de tintura de asafétida con agua de azahar v -il napismos volantes en todo el curso de la afección; y por último se intentó la aplicación del fórceps que no fué necesaria por verificarse espontáneamente el parto determinando un fin gratuito á la enfermedad. 2.° Siendo el embarazo la causa ocasional de la eclamsia, exige la indicación causa] que se termine ó acelere el parto, según feg casos; mas . este recurso, por su naturaleza estremo, no debe aplicarse sino después de haber apurado todos los demás ofrecidos por ¡a indicación sintomática, ya que no pueda atenderse á la indicación morbosa las mas de las veces sobre todo si se deséonoce la naturaleza de la enfermedad. Así en el caso presente se recurrió á los anestésicos y antiespasmódicos; usándose entre los primeros el cloroformo en inhalaciones y el bromuro potásico en inyecciones hipodérmicas. Délos segundos so emplearon la tintura de asafétida, castárea y agua, de azahar, administrados en lavativas. 'iVisía sai ¡«asió d» la ííesarai^ía fiaaiaB par ci elorhid raía «Iw <*i>«*aimi. — Segim el Dr. Coninck, los efectos del hidroclorato de cocaína en la neuralgia facial y en la cefalalgia, de la región temporal son sorprendentes El dolor por intenso que sea, cesa instantáneamente al verter sobre el conducto auditivo una gota de una disolución de hidrato de cocaína al i por 100. Los efectos del medicamento duran solo unas cuantas horas, y es necesario renovar su administración. Benzoato sie m^ssloi. — Es un antiséptico muy enérgico y que destruye los organismos inferiores á" una concentración de 1 por 100, Iva ¡tiiocarpitia on la eclwssípsia paer- péi-al.— El doctor P. Horrochs, de Londres {27ie Lavcet, 13 Junio 1885), describe el caso de una mujer embarazada, afectada de anasarca considerable con annria completa y accidentes eclámpsicos. Las inhalaciones de cloroformo no dieron resultado, y el autor empleó la pilocarpina en inyecciones, disminuyendo euseguida las convulsiones en frecuencia é intensidad. Ocho dias después de la primera inyección, la enferma expulsó un feto de seis ó siete meses completamente macerado. Al poco tiempo estaba curada y restablecida. T*ruel.— Imp. d« ia Btuefietnci».