LA ASOCIACION. ras manifestaciones más frecuentes en la mucosa de la g-argauta; otras mucosas, y aun la piel desnuda epidermis pueden, padecerla. De esta noción se desprende el precepto de atacarla eu su principio, antes que invada la infección á todo el organismo. Cuidarán, pues, las familias de avisar al médico, sobre todo en tiempo de epidemia de difteria, tan lueo'O como se note el menor síntoma en la garú-anta de los niños. De llegar á tiempo depende á veces la vida del enfermo. A este fin, he aquí los síntomas culfhinantes de la difteria. ; Malestar ó tristeza en el niño, calentura á veces, dificultad para tragar; si el niño mama, se quita del pecho llorando, después de verificar algunas succiones, y llega á rehusarlo; se infarta ó abulta la garganta por fuera, á los lados: en el interior de la misma se vé enrojecimiento v manchas blancas ó grisáceas, que á veces la*cubren por completo. (Angina diftérica). Cuando la difteria ataca la laringe recibe el nombre de crup, y entonces con los anteriores síntomas ó sin ellos tiene el niño tos: primero, fuerte y bronca y por accesos; después, poco fuerte, apagada, ronca, con fuertes accesos de sofocación, en los que parece que se ahoga; tiene fatiga y ruido de roce al respirar, llevándose de continuo la mano á la parte anterior del cuello. Como todas las infecciones, la difteria reconoce como causa determinante un germen, un microorganismo, (1) germen que se reproduce en el individuo enfermo de difteria y del que sale para impregnar el aire y los objetos y contagiar á otros. Que el germen se reproduzca y se difunda es la primera condición para que exista la difteria — Que se ponga en contacto con el individuo y halle en él condiciones abonadas para su desarrollo, es la segunda. Las medidas higiénicas para evitar su propagación tenderán pues: 1.° — .A impedir que la primera condición tenga lugar, y 2 o — A colocar al individuo en condiciones que le hagan refractario á la entrada y propagación del germen. I üïeelàíiíïs isifïiéjaiwas «pae ííí'sioii poa- <•!>jeto «váíaB1 í^sae v.l j^es-asíwai «3« ta ílaí'áeHsa He r^jprodiBKeü y «iSiisasilha. Es muy limitado hoy el papel de la Higiene con relación á la reproducción del germen. —De esperar es, dados los estudios microgTálicos actuales, que mañana se conozcan las ¡1) Zygodeíimnsf usciis, Létzerieh; Microcus diphthéKlebs; Mynelimus y sporqs diftéricos, Taliimón, etcétera. condiciones de vida de estos gérmenes entonces la higiene los distribuirá en su c/ na. (1) Los pisos bajos y húmedos cou exposición al norte, parecen los más dispuestos al Liaci miento déla diíteria. Los municipios deberán oblig-ar á los caseros á que estas habitaciones se construyan evitando ia humedad, con sótanos debajo, empleo de sal hidráulica y revestimiento de maderas en suelos y muros, así como con medios adecuados de resguardarse del frío, síq que por esto se impida la siempre necesaria ventilación. Respecto á la difusión del germen diftérico es grande la influencia que la higiene puede ejercer, por medio del aislamiento y de la DESINFECÇIÓN. AISLAMIENTO Unas medidas de aislamiento son pertinentes álos Gobiernos y municipios. — Otras son particulares del individuo ó de la familia. A — Medida de aislamiento que deben optar las aíitoridades, para evitar la propagación y estragos de la difteria. _ La autoridad correspondiente tendría conocimiento de todos los casos de esta infección que ocurrieran, para una vez conocido el hecho, evitar fuera de foco de hechos nuevos, estableciendo en la legislación sanitaria el precepto de que los médicos dieran parte inmediatamente de establecido el diagnóstico de cuantos casos asistieran, é incontinenti establecer el aislamiento del siguiente modo: En las casas pudientes nada tendría que hacer la autoridad: al tratar de las medidas individuales nos ocuparemos de la manera die llevar á cabo el aislamiento. En las casas eu que no sea posible establecer el aislamiento, las autoridades son obligadas á efectuarlo: á este fin será preciso: 1. ° — Creación de Hospitales ó pabellones aislados especiales para la difteria, provistos de los correspondientes medios de desinfección. 2. °— Establecer medios de conducción á estos pabellones, coches especiales que no tuvieran otro destino que conducir diftéricos.— (El hecho de contagio en un coche donde había sido antes conducido un diftérico ha sido evidenciado por Parrot.) 3. " — Como habría casos en que no fuera posible separar del hogar á la madre que lacta al diftérico (que la autoridad todas las conveniencias debe tenerlas presentes,) sería precisa la creación de Asilos de niños sanos, á donde serían conducidos los hermanitos del enfermo, hasta el alta de éste y desinfección completa de la casa. (1) Algo quizás pueda esperarse también de los estudios de culturas, atenuación é iaoculaciones.