LA ASOOIACION; de 1880 por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid, que nos lleira de satisfacción y que borra la malísima impresión que en nosotros causó la del 29 de Noviembre último. Era una reparación que esperábamos y que honra por igual á Lóseos como á aquella respetable corporación. Los párrafos que á nosotros interesan, y que copiamos por riguroso orden de discusión, son estos: «El Sr. Marín puso á disposición del Colegio la cantidad de 100 pesetas para contribuir á la suscripción de un monumento que perpetúe la memoria del Sr. Lóseos. El Presidente, en nombre de la Corporación, dió las gracias al Sr. Marín. El Sr. Gómez Pamo dijo que le extrañaba no figurase en ios presupuestos ninguna cantidad para contribuir á la suscripción de un monumento á Lóseos, según se acordó en otra sesión. El Sr. Siboni dijo que la sección económica, y en su nombre el señor Fiscal, se comprometió á presentar un nuevo dictamen, según consta en acta de 29 de Noviembre de 1889, lamentándose de que esto no se haya hecho, ni siquiera figure cantidad alguna para este objeto. El Sr. Martínez Pacheco contestó al Sr. Siboni, diciendo que los gastos eventuales quedan incluidos en la partida de gastos ordinarios, y que en igual de 300 pesetas, se consignan 500. El que suscribe explicó lo sucedido en la sesión anterior, y después de un breve debate entre los Sres. Siboni, Martínez Pacheco, Marín, Moragas y Argenta, el ( elegió acordó contribuir á la referida suscripción con la cantidad de 50 pesetas.» Muy bien, Sr. Marín. Nosotros quedamos enterados; que la clase no olvide nunca eso rasgo, que si honra á la farmacia rural, á usted tanto le enaltece. Así, así se procede: usted enseñó el camino, pues que sabe los merecimientos de Lóseos, y el Colegio cumplió como bueno. Ed nombre de todos los profesores aragoneses un aplauso al director de La Farmacia Española j las gracias á todos. i^aa^stro eaaidliidísato. — Como suena. Veinte años en el distrito y con aficiones al juego de elecciones nos dan, sinó autoridad, derecho para expresarnos asi. Vacante el distrito de Albarracín, nadie con más razón, ninguno con más justicia y pocos con más legítimos títulos para representarnos en Cortes, que nuesCro candidato, y decirnos nuestro, porque lo és y debe serio de todos, y ¡ojalá el país desechando es de todos, porque á todos alcanza y á nadie honradamente pensando excluye, esa deuda de gratitud para con el laborioso hijo de nuestra provincia y poruña dichosa casualidad de Albarracín, capital de distrito, para con don Domingo Gascón. Los médicos y farmacéuticos deben acojerlo con simpatía, que hijo de médico y emparentado con muchos, ninguno como él para sentir y hacer comprender á quien convenga nuestros males; los partidos políticos deben aceptarlo sin prevención, que nadie como él para resolver con criterio de amplísima tolerancia los desenfrenos de la pasión; y los amantes del ferrocarril, de ese ferrocarril cuyo es el verbo, deben defenderlo con entusiasmo, que pocos ó ninguno como él han llevado el concepto moral y material de su necesidad á los poderes públicos Nadie, pues, y imposiciones y atendiendo á su propio Interés lo comprendiera así! cen mejores y más propios títulos que Gascón, para merecer vuestros votos. Activo sin comparación, laboriosísimo sin desmayos y prototipo de aquella raza de leales y sinceros aragoneses que tanta fama nos dieron, su voz en el Congreso recordaríamos la. de aquellos ilustres Corregidores que murieron ahogados antes que ceder en la defensa de las leyes y fueros de nuestros pueblos. Otros os presentarán á Gascón á titulo de correligionario, sea enhorabuena; nosotros os lo presentamos á título del hombre necesario, del hombre útil, del que el distrito necesita. Su pluma y su elocuencia al servicio del distrito con la investidura del diputado, realizarían el milagro, ese milagro que todos ansiamos, de dar con un carácter que obligue al cumplimiento de leyes que tanto han de favorecer el desarrollo de los intereses materiales de la provincia. Los lamentos de nuestra agricultura, las desdichas de nuestra administración, los ayes de nuestros pueblos por un ferrocarril esperado, han sido los temas cantantes de una vida periodística entregada por completo á la defensa de tan gratos intereses, ¡su palabra desde los escaños del diputado, cuánto no podía fomentar esos mismos intereses!... . Gascón, pues, por sus merecimientos en los trabajos periodísticos y literarios, enderezados á honrar y defender su país; por las campañas libradas en pro de nuestro ferrocarril; por su entusiasmo de todo lo que á Teruel y su provincia se refiere, no pertenece á ningún partido, pertenece á todos, es el candidato universal. Sea mos por ello agradecidos. Paguemos esa deuda de gratitud. ¡Votemos á Gascón por el ferrocarril1 ¡ A las urnas por el ferrocarril! Ese debe ser nuestro grito.