Año VIII. Teruel 15 de Agosto de 1890. Núm. 176. LA ASOCIACION PERIÓDICO QUINCENAL DE CIENCIAS MEDICAS Y ASUNTOS PROFESIONALES DIRECTOR: O. José Garcés Tormos, Subdelegado de Medicina y Cirug-ía del partido de Albarracín, y Médico titular de Santa Eulalia, á donde se dirigirá toda la correspondencia. Se publica los días 15 y 30. PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN. Un año. . . 5 pesetas. Pago anticipado. ADMINISTRADOR: n. Antonio Villanueva, Regente de la Imprenta de la Beneficencia de Teruel, á donde se hace la suscrición, pago de ella y reclamación de números. CRONICA SoTbro sixbdLelog-íxoioiiLOH. Por fin tenemos un gobernador que al parecer ha parado mientes en lo que disponen las leyes vigentes en asuntos sanitarios. Díosí le tenga en su gracia y le persevere en tan laudables propósitos, y si nó se lo demande. Ello es que, bien á causa del estado excepcional en que nos encontramos con motivo del cólera, y no lleven ustedes á mal que así, con tanta llaneza, hable del huésped del Ganges cuando son muchos los que niegan la existencia formal del mismo, ora que nuestro Gobernador quiera cumplir y hacer cumplir cuanto preceptúan la ley de Sanidad y Reglamento de subdelegaciones en todas épocas y circunstancias, estos días hemos recibido un oficio que, textualmente copiado, dice: «Gobierno civil de la provincia de Teruel. Sección 2.a negaciado 1.° Sírvase usted remitir á este Gobierno á la brevedad posible, una relación de los Médicos afectos á esa Subdelegación, con expresión del punto de su residencia y pueblos á que asisten, así corno también los practicantes. Dios guarde á usted muchos años. Teruel 8 de Agosto de 1890. Bartolomé Estévan. — Sr. Subdelegado de Medicina del partido de Albarracín, en Santa Eulalia.» Y si al fln hemos dado con un goberna¬ dor que empieza á cumplir y hacer cumplir á los subdelegados lo que terminantemente disponen las leyes, no es menos cierto que á la postre nos encontramos con subdelegados, que nada saben, qne nada entienden, que nada les consta como átales ya que toda la documentación que poseen se reduce al nombn-i miento de los mismos y paren ustedes de contar. Y ese soy yo. Que aquí me tienen perplejo, anonadado, irresoluto, sin saber por dónde empezar, ni qué camino tornar^ ni en qué fuente beber para dar cumplimiento á la recibida disposición^ todo, por ser innato en mi el amor á la igualdad y fraternidad interprofesional, de la cual, y no sé si ustedes lo habrán notado^ ya voy renegando, como también porque hay profesores tan íntegros, tan enteros y tan poseídos de su autonomía científico-profesional, que apesar de las reclamaciones y avisos oporLunos, nunca han tenido por conveniente cumplir con lo que de ellos exige la ley, cuando menos con esos elementales deberes de cortesia dando conocimiento siquiera al subdelegado de su instalación en el pueblo que eligieren por teatro dé sus conquistas clientélicas. Sea de esto lo que quiera, y que traducido en prosa vulgar es lo mismo que decir que aquí, ó sobran los subdelegados ó faltan ios médicos, el hecho real y positivo es, que en cinco años de subdelegación, ni por nosotros se ha dado cumplimiento á los diferentes casos del art. 7 del Reglamento de subdelegaciones ni tampoco por