LA ASOCIACION. ácido bórico; durante el de desecación, dos veces con la disolución de sublimado y además se le hace tomar un baño diario ai enfermo. Después del lavatorio se extiende por el cuerpo del enfermo una pomada que contiene 1,5 por 100 de yodo.for.rno. Si las pústulas maduran por no emplearse debidamente el tratamiento antiséptico, se punzan con una aguja, que se calienta de antemano á la lamparilla de alcohol, y se sumerge después eu la disolución de sublimado. La habitación debe ventilarse con frecuencia, y el pavimento, las paredes y ios muebles deben lavarse con una disolución de sublimado al 5 por 100. Los casos tratados por el autor por este método se elevan al numero de 96: 22 benignos, 15 gravísimos y 39 graves. Conclusiones: 1. a Este tratamiento es racional. 2. a- Disminuye la duración del período eruptivo, modera la temperatura y evita la hiperpirexia y las complicaciones. La convalecencia es corta y no quedan cicatrices. 3. a Este tratamiento aisla, bajo el punto de vista práctico, al enfermo. 4. a Impide la supuración, y •por lo tanto, otras complicaciones viscerales y cutáneas. 5. a Limita el contagio y es un buen medio profiláctico. José Garcés. Se continuará. La linfa Koch. ; Su composición. El doctor Koch ha escrito y publicado una larga comunicación, narrando como llegó al descubrimiento de la linfa antituberculosa, y cual es la composición de ésta. Y dice explicando esto último: «Lo que, según los experimentos, obra sobre la marcha tuberculosa y la cura, debe ser, pues, una substancia salúbie que se disuelve hasta cierto punto en los líquidos del cuerpo que rodean los bacilos, y es prontamente arrebatada por la circulación de los líquidos orgánicos, mientras que los elementos que causan la supuración parecen quedarse en los bacilos tuberculosos, ó por lo menos, disolverse lentamente.. Tratábase, pues, solamente de realizar fuera del cuerpo el proceso que se produce en el cuerpo, y extraer, si era posible, de los bacilos tuberculosos la substancia curativa pura. Esta empresa ha exigido mucho trabajo y tiempo; pero, al fin, he logrado extraer, por medio de una solución de glicerina de 40 á 50 por 100, la substancia curativa de ios bacilos de la tuberculosis. El remedio de que nos servimos en el nuevo procedimiento empleado para curar la tuberculosis, es, pues, un extracto de cultivos puros de bacilos tuberculosos, disueltos en glicerina. Naturalmente, el extracto contiene, no solo la substancia curativa procedente de ios bacilos tuberculosos, sino también todas las demás substancias solubles en la glicerina á 50 por 100; por eso se encuentra cierta cantidad de sales minerales, de materias colorantes y otras substancias extractivas desconocidas. La solución puede ser fácilmente desembarazada de algunas de estas substancias; en efecto, la substancia curativa es insaluble en el alcohol absoluto, y puede ser mezclada con este líquido. Al hacer esto no se obtiene pura, es verdad, sino combinada con otras substancias extractivas igualmente insolubles en el alcohol. También es posible desembarazarse de las materias colorantes para obtener una substancia seca é incolora que contenga el principio activo bajo una forma mucho más concentrada que la solución primitiva en la glicerina. Esta purificación del extracto disuelto en la glicerina, no ofrece, por otra parte, ninguna ventaja en la práctica, porque las substancias que se hacen desaparecer no ejercen ninguna acción sobre el organismo humano; de suerte que la purificación aumentaría inútilmente el precio del remedio. No se puede hasta ahora emitir más que hipótesis sobre la composición de la substancia activa; me parece ser su derivado de las substancias albuminoides y relacionarse con estas últimas; no pertenece al grupo de lo que se llama la toxaibumina, porque soporta las altas temperaturas y atraviesa fácil y rápidamente la menbrana del dialiseur. La cantidad de substancias contenida en el extracto parece ser mínima. Yo la evalúo, por lo menos, en l por 100. Estamos, pues, si mi hipótesis es exacta, en presencia de una substancia cuyo efecto sóbrelos organismos afectos de tuberculosis traspasa en mucho el que ha sido reconocido hasta el presente á los medicamentos que obran con más fuerza.» H0T1C1AS Ahora que se aproxima la época en que se cosechan en abundancia los sabañones, dice El Siglo Médico, parécenos oportuno dar á conocer los remedios que contra esta molesta dolencia recomienda el Sr. Brocq en su obra de Dermatología. Como tratamiento general ha em-