LA? ASOCIACION tro que suscribe tiene ei honor de someter ala aprobación de V. M. el siguiente proyecto de decreto. Madrid 22 de junio de 19\4. -Bergamí/h REAL DECRETO A propuesta del Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, ' Vengo en decretar lo siguiente1 * Artículo único. Queda en suspenso la aplicación del artícub 11 del Real decreto de 18 de octubre de 1913, y en tanto no se determinen las limitaciones que en lo sucesivo hayan de establecerse respecto de los concursos de traslado para la provisión de Escuelas Na clónales de primera enseñanza, seguirá en vi gar lo dispuesto en el Real decreto de "25 de agasto de 1911 en lo relativo á condiciones para solicitar y al orden de preferencia .en las propuestas. ,• , : . Dado en Palacio á veintidós de junio de mi novecientos catorce.- ALFONSO. ■ El ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. Fraecisco Bergantín García / (Jn hermoso libro de lectura , Pp.r.tratarsp .de una obra de excepcional importancia, en la que se aborda un problema de actualidad pedagógica, damos cabida en este sitio al jugoso prólogo de Mundo Infantil libro á que aludimos, debido á un Profesor tan hábil como modesto, pues oculta su nombre tras el pseudónimo de Gomeniófilo, ■ He aquí ese prólogo: Sean estas líneas, más que. el consabido ale gato de las causas y objeto á que responde la publicación del libro, una iniciación de discretas confidencias, para que tú, lectora amable, y tú, lector atento, entréis con el autor de Mundo Infantil en el campo no siempre fácil del razonar pedagógico. ¿No es cierto, Maestras laboriosas y Profesores pacientísmos, que la Pedagogía en ac~ c ion, que es como decir la Pedagogía viva, por necesidad apremiante, ha de avanzar resuelta por él bosque enmarañado dél complejísimo cuadro de nuestras oficiales enseñanzas, prescindiendo, hasta cierto punto, de unas, simplificando otras, reduciéndolas y ponién dolas todas en la correspondencia debida, de forma y manera que la educación y la instrucción, sin trasbas ni estorbos, marchen dé la mano, sirviéndose á la vé¿ de recíproco apoyo y de antecedente necesario? ' ¿Cuentan nuestras Escuelas nacionales, y aun los Colegios privados, con aquella asistencia de parte de los alumnos tan normal, tan perfecta, que sea obra cuerda y fructuosa el trazar programáis sueltos de todas y de cada una de las asignaturas, para luego desarrollaríos conforme á un horario previamente escrito? Quien esté en este contactó con nuestros centros docentes se hallará convencido hasta la saciédad de que es preciso, absolutmnente preciso, ir resueltos' al planteamiento y á la fesolución de estos dos problemas pedagógicos de actualidad palpitante: er cortee nt ris mo j él programa mínimo- El concentrismo tiene una fórmula que lo enuncia tan sintética como elocuentemente. Bs esta: oportunidad. Y la oportunidad hay que aprovecharla en todo momento, lo mismo cuando se inician asuntos, que cuando se desenvuelven, que cuando de ellos se sacan las naturales consecuencias. El programa mínimo de. enseñanza, pese/á los espíritus exigentes y descontentadizos, que, eternamente enamorados del ideal' eternamente desdeñan la realidad déla vida, como ha demostrado en ocasión solemne hombre dej prestigio, saber y experiencia, del Sr. Cemboraín y España, verdadera .autoridad. dentro del Magisterio, hay que reducirlo (el programa), hoy por hoy, á que los alumnos de nuestras Escuelas aprendan á leer y á escribir; pero no de una manera rutinaria y mecánica, que esto nada vale, sino antes bien, de modo racional y consciente y dando cabida, por supuesto, en tales enseñanzas áj conjunto elementa! y armónico de aquellos conocimientos religiosos, morales, literarios y científicos que todo hombre necesita conocer y practicar para merecer en justicia los dictados de bueno y de útil. Véase, pues cómo por la fuerza de la lógica se llega á la consecuencia precisa de que el Maestro perspicaz y la Maestra observadora tienen que hacer de la lectura la base y punto de partida obligados en el avance progresivo y metódico de todas las enseñanzas. Pero. i. i, seamos francos ¿Es fácil coordinar la educación y la instrucción, el concentrismo y el programa mínimo, y levantar este con junto armonioso sobre el plano insustituible de