mm i PRÓLOGO LOS DUQUES DEL «QUIJOTE» UANTO más verdaderos nos parecen los personajes novelescos^ más dispuestos nos hallamos á ver en ellos trasuntos de la realidad, retratos del natural, valga lo pictórico de la frase. Igualamos con esto hasta donde es posible la labor literaria á la labor gráfica, por la convicción que tenemos de que la Naturaleza es la fuente y fundamento del Arte, principio patente en el arte realista que por igual cultivaron Cervantes y Velázquez, los dos observadores más sagaces y más grandes intérpretes de la realidad de cuantos hubo en el mundo. Pero no por esto debe entenderse que los personajes cervantinos son re-