ARTISTAS ARAGONESES EN AMÉRICA DOMINGO Al NAGA Muchos son los artistas aragoneses que marcharon de nuestro süelo a desarrollar en otro ambiente sus facultades ; con peor o mejor fortuna, lograron abrirse paso y ■ pusieron lejos de su patria chica el buen nombre de Aragón. Domingo Ainaga es un artista aragonés que corrobora nuestro aserto; nació en Pradilla de Ebro a fines del pasado siglo, y dotado de unas cualidades innatas para la escultura, no faltó quien de buena fe le aconsejó que siguiese su vocación y que se trasladase a Zaragoza, donde estudiando y sujetándose a normas, pudiese aprovechar su temperamento de artista. ' Vino a nuestra ciudad e ingresó en los Estudios Superiores de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, donde hizo rápidos progresos. Su predilección era el retrato, y gran número de ellos están todavía én casas particulares ; Ainaga tenía una pasmosa facilidad para encontrar pronto los rasgos fisonómicos y por ello en el retrato tuvo entonces sus mayores éxitos. Pero lo años pasaban y Ainaga, con el noble afán de todo artista, pensó que el resultado artístico y económico no iba a la marcha que pretendía ; no por esto, que pudo desalentarle, dejó de trabajar; tenía un modesto estudio en la calle Mayor, donde el muchacho pasaba las horas del día y gran parte de la noche. Un día Ainaga, que no era impaciente, pensó que no podía continuar así y tuvo un gesto grande : él vivía modestamente con el producto de unas pequeñas fincas que tenía en su pueblo natal; las redujo a diñero y sin despedirse de los que éramos sus compañeros de estudios, quizá porque nuestros consejos le pudieran hacer desistir, marchó a América, invirtiendo en el viaje y en establecerse allí lo que constituía su "única fortuna". En América luchó y trabajó sin descanso, pero ignorado en su tierra hasta hace pocos años, no faltaron quienes pensaban que había desertado del arte. De su obra antes de emigrar, aparte de los muchos retratos que hizo, estaban los medallones que decoraban el paraninfo de la Universidad, y en el cementerio está la tumba del malogrado torero aragonés Jaime Ballesteros (Herrerín). Por cierto que en vida de dicho torero Ainaga le hizo un busto-retrato; en aquella época se establecieron unas ridiculas rivalidades entre los partidarios de Herrerín y los dé Florentino Ballesteros, también torero zaragozano famoso, rivalidades que en más de una ocasión fueron causa de llegar a las manos los partidarios de uno y otro; con los ánimos excitados en esta forma, los partidarias de Ballesteros, al saber que Ainaga hacía en su estudio el retrata de Herrerín, entraron violentamente en su estudio y deshicieron el busto, en el que el artista llevaba ya invertidas muchas horas de trabajo, haciendo víctima al escultor de sus estúpidos apasionamientos. Ainaga, sin un gesto ni una queja, comenzó de nuevo el retrato de Herrerín, que después le sirvió para el mausoleo antes citado, pues poco tiempo después moría trágicamente el torero en la plaza de Cádiz. Cuando ya nadie pensaba en este artista, sus familiares han recibido noticias suyas después de un eclipse de cerca de veinte años ; envía fotografías de su última obra en tierras americanas, lo que prueba que su actividad artística no ha decaído. Además, anuncia que dentro de unos meses viene a su El escultor aragonés Domingo Ainaga patria, pero no dice si a quedarse entre nosotros o solamente a sacudir Ja nostalgia. JEntre sus últimas obras figura la estatua de Nuestra Señora del- Tránsito para la 'iglesia' de Maña Auxilíadorá, en Córdoba (Argentina) ; el monumento a Monseñor Bustos, obispo de aquella ciudad, y el monumento a Santa María de Cervellón. en el colegio de las Mercedarias de Arróyate (Argentina), y otras muchas. A. H. Monumento al Obispo Fray Reginaldo Toro, en Córdoba (Repúblico Argentina), obra del escultor Domingo Ainaga 47