Ingreso de don Gregorio Arciniega Mendi en la Academia Aragonesa de Nobles y Bellas Artes de San Luis Con la solemnidad acostumbrada, se celebró en la Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis la recepción de un nuevo' académico; era éste don Gregorio Arciniega Mendi, eminente musicólogo, compositor y maestro de capilla del Pilar. El acto fué presidido por don Miguel Allué Salvador, presidente de la Academia, que tenía a su derecha al muy ilustre canónigo don Leopoldo Bayo, en representación del arzobispo, y a su izquierda al diputado provincial señor Ardid. También en la tribuna ocupaban los estrados los académicos señores Lafiguera, barón de Valdeolivos, Galiay, Sancho Rivera, Abizando, Borobia, hermanos Albareda. Burríel, Estella, Valenzuela y Marín y Córrale. En la sala un numerosísimo y selecto auditorio. El señor Allué Salvador declara abierto' el acto con las palabras de ritual, y el secretario, señor Galiay, da lectura al acuerdo de la Academia de acoger en su seno, ocupando la silla vacante que dejó don Miguel Arnaudas, el eminente musicólogo don Gregorio Arciniega. A invitación de la presidencia salen a recibir a éste los académicos señores don José Albareda y don Eduardo Estella. El recipiendario es acogido por académicos y público con muchos aplausos, expresión de cariño y simpatía. El señor Allué Salvador cede la palabra al señor Arciniega, para pronunciar su discurso de ingreso. El recipiendario pronunció un documentado discursó Imposible recoger en estas cuartillas informativas el magnífico discurso de don Gregorio Arciniega, versando sobre la "Importancia histórica y artística del tratado de guitarra española, del notable músico aragonés don Gaspar Sanz y Célrha, impreso en Zaragoza en el año 1674". Nos limitaremos por esto a reproducir algunos de sus párrafos, que den al lector una idea de lo que fué tan importante pieza de erudición musical. Fué precisamente a don Miguel Arnaudas — dijo- — , cuya cariñosa conmemoración acabo dé hacer,, a quien debo la primera noticia de la existencia, en el Ayuntamiento de Calanda, de este Tratado, obra que yo conocía sólo de referencias. Después de una sucinta biografía de don Gaspar Sanz, pasa a tratar de su notable tratado teórico-práctico de guitarra, que fué el más interesante del siglo' xvn, desde el doble punto de vista histórico y artístico. Lleva por título : "Instrucción de Música sobre la Guitarra española y método de sus primeros rudimentos hasta tañerla con destreza, con dos laberintos ingeniosos, variedad de sones y dances de Rasgueado y Punteado-, al estilo Español, Italiano, Francés, Inglés. Con un breve tratado para acompañar con perfección sobre la parte muy esencial para la Guitarra, Arpa y Organo, resumiendo en doce reglas y ejemplos los más principales de Contrapunto y Composición. Después del "Prólogo al deseo de Tañer", siguen dos índices : él primero especifica lo contenido en doce láminas — 'los dos laberintos, los sones de rasgueado y los de punteado — ; el segundo, los ejemplos del breve tratado de acompañamiento en otras seis, láminas. Siguen después las reglas para encordar la guitarra, indicando dos modos para este efecto. Si interesantes sen las reglas y documentos que da Sanz para el rasgueado, no lo son menos las que indica para el punteado. La parte práctica del tratado de Sanz, incluso -su segundo libro, se compone de treinta láminas en notación cifrada y literal, en la que además de los dos laberintos, abecedario italiano, distintas posiciones, gráficas de las manos equivalentes a éste, contienen varias piezas del rasgueado y del punteado. Acto seguido, añade el señor Arciniega : "El inteligente guitarrista y culto maestro nacional de esta ciudad don Jorge Sánchez, instruido primeramente en el manejo de la guitarra por su señor padre, profesor de dicho instrumento, y perfeccionado después por el notabilísimo concertista de guitarra, de primera categoría, don Miguel Llobet, nos va a deleitar ahora interpretando varias de estas piezas. Hemos escogido — añade — las más típicas, salpicadas de aquella gracia singular y picante, tan propia y peculiar de la música española, con sus bellos rasgos melódicos y sus cadencias tan características, que al par que nuestro gran guitarrista aragonés, tan bien supieron plasmar en el. pentagrama nuestros chispeantes tonadilleros y zarzuelistas de pasadas centurias. Audición de las piezas a la guitarra Desde este momento, don Jorge, Sánchez Candial va interpretando a la guitarra las piezas de que se ocupa el orador : "Pavanas", "Villanos", Aroeado y sexquiáltera, "Folias", "Gallardas", "Españoleta", "Alemanda", La Serenísima", Preludio, Fantasía y sexquiáltera, "Canarios en Re", "Paradetas" y "Pasacalle por la E". Estas admirables y graciosas composiciones hallaron en el señor Sánchez Candial el más feliz intérprete, tanto por el dominio de la técnica como por el exquisito gusto de que dió pruebas, deleitando al auditorio, que prorrumpía en clamorosos aplausos al término de cada una de aquéllas, y que le felicitó entusiásticamente al finalizar el acto. • Don Gregorio Arciniega terminó su discurso con unas frases enaltecedoras de la guitarra, del maestro Vives, y otras de Chavarri, en su libro "Música, popular española". Muchos aplausos y felicitaciones coronaron su adijiirable trabajo. Contestación por don Ramón Borobia Encargado de contestar al recipendario fué el acadéçnico don Ramón Borobia, quien hizo la semblanza y resaltó la personalidad artística de don Gregorio Arciniega, tras de una biografía muy completa. Se refirió después al concertista, artista señor Sánchez, para elogiar el arte de su labor. Aludió seguidamente a todos l'os maestros de capilla que precedieron al señor Arciniega en esta catedral, terminando con unas palabras de felicitación. El talento y carácter del señor Arciniega — ^ijo — -hará que el fruto de su actividad toda redunde en beneficio del Arte musical español, y, por consiguiente, en beneficio de nuestra ilustre Academia. Unas palabras del señor presidente El presidente de la Academia, don Miguel Allué Salvador, puso fin a los discursos con unas palabras, diciendo que la guitarra, por primera vez, ha hecho su aparición en un estrado académico, habiéndola visto tantas veces arrastrada por el lodo de la chabacanería. Felicita al señor Arciniega y a la Academia por contar a aquél en su seno, así como también a Jorge Sánchez por el acierto y justeza de su intervención artística. Termina con unos elocuentes párrafos patrióticos, y diciendo que el arte fué lo que hizo que España se impusiera a todos los puebles. Por último, el señor Allué Salvador, con las palabras de ritual, impuso la insignia de académico a don Gregorio Arciniega Mendi. 126