LA ASOCIACION ilustre director de la Escuela «Príncipe Asturias», de Madrid, haya trazado un plau de museo escolar a base de los centros de interés de Decroly, plan que llena todas las necesidades de la escuela y responde en todo momento a los imperativos de la enseñanza en todos sus aspectos. Papel importante en la formación de museos escolares debe juzgar el trabajo manual, dando libertad a la espontaneidad del niño, que por innata afición tiende a hacer y construir objetos y cosas. Estas cosas y estos objetos son los que deben ir quedando coleccionados y clasificados en el museo de la escuela, que debe crear paulatinamente a medida que crezcan los conocimientos en el niño. El museo escolar muerto, siempre será árido y mudo. No hablará al aiño, ni podrá ser índice de nada, si no es de alguna idíosincracia o vanidad fetichista, que diría el ilustre Cossío. En el museo escolar ha de estar todo el material de enseñanza, y ha de ser por lo tanto dependencia de la escuela, donde unas veces se penetre y de donde otras, se saque lo que convenga. Siete conceptos, abarca el plan de museo escolar del Sr. Xandrí. I/ Naturaleza e industria. (Lecciones de cosas). II, Naturaleza e industria. (Ciencias usuales). III, Naturaleza e industria. (Ciencias naturales. IV, Asociación en el espacio. V. Asociación en el tiempo. VI, Números, medidas y formas. Vil, Lengua española. En estos siete epígrafes, caben todas las disciplinas de enseñanza, siguiendo el método Decroly. Pedro Pueyo y Artero Comentarios y aclaraciones al Estatuto y Reglamento de las Clases Pasivas del Estado, en relación con las del Magisterio de Primea enseñanza». CONFERENCIA POR D. Gregorio Blasco Julián Jtíe de la Sección Admlolslrallva de Primera Enseñanza Con la venia del Sr. Presidente: Señoras: señores: A pesar de las palabras del Sr. Presidente, sigo teniendo la convicción firme, absoluta, de que todos vosotros podríais formar una charla más provechosa sobra los derechos pasivos del Magisterio que la que yo voy a propinaros, ya que cada uno de vosotros aisladamente, tendrá estudiada su propia situación pasiva hasta en sus menores detalles, amén de la de algún otro compañero con quien conviva. Pero como yo no quiero pecar de descortés con vosotros, por la sencilla razón de que el cargo que desempeño debe su existencia al Magisterio (así como el cargo de Médico lo debe a los enfermos, el de pastor a las ovejas y el de Maestro a ios niños y adultos analfabetos), no quise rehuir la atenta invitación que para ello me hizo vuestro digno y culto Presidente y aquí me tenéis para ver si logro hacer algunos «Comentarios y aclaraciones al Estatuto y Reglamento de las Glasés pasivas del Estado en relación con las del Magisterio de Primera enseñanza* , y digo en relación con las del Magisterio, porque "éstas han tenido hasta hace poco una reglamentación modelo, que pudo servir muy bien de patrón para todas, y que, sin embargo, algunas de las asociaciones de Maestros y bastantes de éstos aisladamente, no se recataban de pedir en la prensa que se las fuBÍonara con las del Estado. Es claro que frente a esas peticiones se alzaron otras, las mejores sin duda, que pedían el mantenimiento de lo hasta entonces estatuido; pero esas cayeron en el vacío, por ser las menos, y la balanza se inclinó al lado de la masa general, al lado del mayor nümero. Y por fin vino la fusión con el Real decreto-Ley de 23 de Abril de 1927 y en ella se divide al Magisterio en tres clases: