LA ASOCIACION labrarse, porque era seguro el fracaso, y excitaba á los maestros propietarios para que, caso de celebración, no acudiesen á ella. El tiempo, que siempre lleva la verdad en la boca, ha ve- • nido á darme la razón con creces; la Asamblea se celebró; propietarios acudieron y la hecatombe ha sido mucho mayor que la que yo, profeta de desdichas, podia prever. Supuse siempre que en la mancionada Asamblea ocuparía la presidencia D. Máximo Egolatria; se suscitarían en ella las inacabables pasioncillas de adquirir notoriedad; saldrían á plaza muchas miserias; y se menearían en fin cosas que más vale no meneallas, pero nunca pude figurarme que los señores asambleístas perdiesen el seso hasta el punto que lo perdieron. Como señera gloriosa, llevaban en su programa la formación de la Asociación del Magisterio, hermosa idea á cuya realización todos aspiramos, y ¡ vive Prussa, dios de los chinos-! que se portaron como héroes. Empezaron por indisponerse con la Asociación Nacional que no acudió; . siguieron indisponiéndose entre ellos mismos hasta el punto, que costó no poco trabajo el evitar que la Asamblea se partiese por gala en dos y, por último, se indispusieron con el Sentido Común, las conveniencias profesionales z otras zarandajas parecidas, acordando el ingreso del Magisterio en la Unión General de Trabajadores. Efectivamente el programa de unir al Magisterio en una Asociación única estaba cumplido. Pestalozzi y Carlos Marx se fundieron en estrecho abrazo y todo quedó arreglado. Aquellos señores olvidaron algunos pequeños detalles y de ahí que la más hermosa de las ideas se convirtiese en la más desdichada realidad. ¿Eran ellos representantes del Magisterio? ¿Tenían capacidad legal para contratar? Claro que no y por consecuencia vinieron las protestas de la inmensa mayoría que^ con las facultades intelectivas bien equilibradas comprende: que el ir á solicitar el apoyo de los obreros, es una baja profesión de nuestra impotencia; que la Unión General de Trabajadores tiene un color político y leliaioso, al cual el maestro, como funcionario del Estado, no puede afiliarse, sin negar que individualmente pueda hacerlo en virtud del articulo 11 de la Constitución; que el Magisterio, perdería la más hermosa de las prerrogativas que hoy todos le atribuyen, esto es, ser el director de la sociedad, convirtiéndose en dirigido ó lo que es igual, en Sección de la Unión de Trabajadores. Los que comprenden estas y otras muchas cosas que seria prolijo enumerar, protestaron;, y el Arzobispo Primado, dirgió una Pastoral á los maestros de la Diócesis para que no se afiliasen á tal sitio; y protestarán políticos de varias comuniones y hasta las piedras elevarán su protesta, ante desatino como no registran otro los anales. Gracias á la Asamblea, la desunión que antes había en el Magisterio, en vez de borrarse, se ha ahondado; antes era solo el egoísmo quien la sostenía; ahora la política y la religión han Venido á tomar parte, agravando el problema. ¿No hubiera sido mejor que nos hubiésemos quedado como estábamos, en casita, sin hacer viajes á la Corte, para dar á luz semejante aborto? ¿Qué dicen ahora los que, acerbamente, me criticaron de enemigo de la unión afirmando què con mis intemperancias alejaba á los interinos de los propietarios? Digan lo que quieran, cónsteles que quiero y siempre he querido la unión y por ello mismo no quería la Asamblea viéndola con cl«: ¡Videncia motivo de nuevos disturbios. ¡Y eso que nunca pude pensar se llegase a\ punto que se ha llegado! Esteban de Benito OPOSICIONFS UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA Oposiciones de turno libre para proveer ew Maestro Escuelas de Primera enseñanza,vacantes en la provincia de Navarra. Dentro del plazo de la convocatoria publicada en la «Gaceta de Madrid» de 19 de noviembre último han solicitado actuar los señores Maestros siguientes: D. Angel J. Zuasti, falta la hoja de servicios y certificación de nacimiento; Honorio F Relio falta la certificación de nacimiento; Joaquín Pérez, ídem; Ricardo Gutiérrez, falta de hoja de servicios y certificación de nacimiento; Emilio Escala; Florentino García de la Morena, falta la certificación de nacimiento; Alejandro Caballero, faltan todos los documentos; Ensebio España; Genadio Larrumbe; F rancisco Artola. Dt Francisco Compte, falta la certificación de nacimiento; Felipe B. González, ídem id. y hoja.