REVISTA DE PRIMEE A ENSESaNZ^ | Tfopiedad y órgano oñ en cim _m Mmúm de íi provirícia Redacción y Administración Muñoz Degrain 90-1.° izda. ?e dirigirá la correspondencia. DIRECTOR El Presidente de la Asociación provincial áe Maestros. Los artículos se publican baj» la responsabilidad de íoo autores. No se devuelven Ies f rifï- Año IX Teruel 10 Diciembre de 1921 ftim. 459 DISQUISICIONES FEMENINAS LOS PREMIOS Su incipiente inteligencia, pues, no está en condiciones de percibir lp« acabados conceptos de virtud, moralidad y deberes. Sin embargo, es frecuentísimo en la madre iniciar al hijo, en la obediencia, mediante este procedimiento, Y así la vernos que, para luchar con la inapetencia del niño, recurre al arma del premio. Para cortar su llanto, le presenta:ei aliciente del premio, y el niño obedece, come y calla; Nada más vulgar en los padres, como la prodigalidad de premios en la educación moral de sus hijos, y nada más eficaz para dificultarla. Premio en el orden éticb, significa recompensa otorgada a la virtud y testimonio del cumplimiento dé los deberes. Por lo que, para que el pr^e- pero todo porque sabe, que después le •mió, desde el punto de vista moral, han de dar el premio. De esta maneno pierda su eficacia, será preciso su- ra él sigue obedeciendo hasta que al poner en la persona a quien se aplica, mandato falta la promesa de la reun conocimiento claro de la virtud, compensa. «¿Qué me darás si lo hauna consciència plena de sus deberes go?-interroga espontáneamente. Ella y una voluntad suficiente para cum- llena de buena voluntad pero vacia plirlos. de conocimientos pedagógicos, no yaAhora bien, el niño es como el tier- vacila en señalarle el acostumbrado no capullo que necesita de los rayos pago; pero el niño, en quien ya y^p solares para abrir sus pétalos y per- germinando las raíces 4el egoísmo, fumar el ambiente. Ño ea¿el hombre moral y libre consciente de sus actos. ¡Es; sí, un conjunto de gérmenes que necesita el calor de la educación, pa*a que más tarde, como hombre/se halle eñ condiciones de cumplir el latino qiie le eatá señalado. encuentra que aquello no e* lo q.ue apetece y cou tr ari adámente exçlama: — Eso na lo quiero; no vale nada. Y para evitar el pataleo del hijo, la madre viene obligada a buscarle un premio de más valor. Siguiendo este procedimiento #e