,4JftptK«i« tta mart rQU. pmttta» fóapafla, oc irliaaitrs r . . 1%* * Granjero, mn afio 41*00 » KaMna atdaoo?6n 3f Adraimitrjuji^n: Ronda d» TetAíoso n :- , . ■ m I Oi •» • « K ISI ▼! IW «> Página 8 Teruel, viernes 29 de enero de 1931 A fío IV. Núm.653 de: bellas La Novena Sinfonía de Beethoven Hibían transcurrido once años pesde que se escucharon por pri mera vez en Viena los gozosos acentos de la Octava Sinfonii. En 1823, B^ethoven, después de no escasas indecisiones, se dedicó e x elusiva meo t; a terminar la Novena Sinfonía, grandiosa ebra que Wagner calificó de cevangelio humano del Arte y del porvenir ^. En efecto, la Novena Sinfonía cierra toda una época musical. Ante ella se descubren con res peto y veneración, casi mística; las generaciones. El Himno a la alegría/de Schiller, escrito en el año 1775, venía seduciendo al maestro desde los primeros e ños de su juventud. Deseaba cantar el goz ^ hutmno, la alegría del muado, en una obra que fuese, como en efecto lo hi sido, coronamiento de su vasta la • bor; pero no hallaba la forma apetecida, el solemne desarrollo que había de darle para conseguir su objeto. «La predilección de Bsethoven por el Himno a la alegría, de ¿chiüer— dice Chantavoine en su minucioso y acabado estudio crí tico de la obra, se remonta a una fecha lejana, a la época revolu clonaría en que este poema era considerado por la juventud liberal alemana como una especie de Marsellesa germánica, más idea lista, más fraternal que la nues tra... Si el Himno a la alegría ex presaba los sentimientos políticos y humanitarios de Beethoven, debía armonizar en él con senti mientos más íntimos. La inspiración de la IX.a sinfonía nos parecía más personal, más lírica y mucho menos política.! De acuerdo con este juicio, Camilo Bellaigue ha escrito en otra ocasión: cLa IXa sílí jnía es un sacrificio y una plegaria. Parece que en el primer trozo, Beetho ven eveca y reúne todos los dolo res que ha experimentado, para adquirir con esta ofrenda expiatoria la felicidad de las genera ciones y los siglos venideros. Beethoven no quería estrenar su X.a Sinfonía en Viena, donde elpúbMco, frivolo y versátil, dominado entonces por la música italiana, apenas le hacía caso. Entabló relaciones con la Sociedad filarmónica de Londres, para ofrecerle su trabajo, y la Sociedad aceptó, diciéodole que le abonaría 50 libras por él, siendo propietaria de la obra durante 18 meses y pasando, luego a poder del maestro. Aceptó Beethoven tales condiciones, y aunque no se sabe si la Sinfonía IX.a fué ejecutada en Viena antes dei compromiso concertado por su autor con los in¬ gleses, lo cierto es que, estando resuelto Beethoven a ofrecerla al público de Prusia, treinta nobles y artistas vieneses enviaron un cariñosísimo mensaje rogándole que, por patriotismo siquiera, se dignase dirigir su estreno en la capital austríaca. El maestro, grande siempre, accedió conmovido. La ejecución de la obra d^jó mucho que desear (mayo de 1824): aprovechando la sordera, ya total, de Beethoven, músicos y corristas cometieron toda clase de irreverencias y des cuidos. Cuando ocupó su sitial, en la orquesta, fué clamorosamente ovacionado, hasta el punto de que le saludaron con cinco vas de aplausos. La f imiln real, según la etiqueta sólo merecía «tres». Como el caso no po -ía ser más insólito, el comisario de policio, que era— por lo menos su cargo le obligaba a ello—, monárquis. fervoroso, se creyó obligado a in tervenir «para restablecer el orden». «Al concluir el conciertp— di cen Bonnal y Jorke— se produjo un incidente que hizo brotar lágrimas a los ojos de muchos espectadores. Beethoven no cía los ' aplacsc s que de todos lados de la sala surgían; vuelto al público continuaba marcando el compás jcon su batuta. Fué preciso que Fraulein Ungher le obligase a dar el rostro a la concurrencia, la cual redobló entonces su ovación, j Prodújose un estallido volcánico da admiráción, piedad y lástima hacia su desventura, j Este entusiasmo duró poco: la IX.a Sinfonía no fué comprenaída ! por sus coc temporáneos. El pú j blico lleró por completo la sala a la primera audición; pero a la se gundá, el local estaba casi vacío. \ Beethoven tenía razón para desconfiar de aquella müchedum superficial y voluble. Entonces imperaban los bailables y la mú bica de Rossini. Beethoven se adelantaba su época. Unicamente \ el poeta Gillparzer le comprendió expresándose así ante la tumba ^ del maestre: «Los que vengan ¡ después de Beethoven, no llegarán j más lejos que él, porque Beetho¡ven, como precursor, se detuvo precisamente donde el arte y aun el pensamiento hacen alto». Una caria de Beethoven Para terminar, podrá ser inte resante reproducir aquí una traducción de la carta que Beethoven dirigió a la hoy famosa casa editorial Shott, de Maguncia, co mo comier zo de una importante correspondencia que sostuvo con dicha firma, y en la cual alude a su Novena Sinfonía desde el... material y curioso punto de vista fioanciero: Viena, mayo 1824, Señores: En contestación a vuestra ho* norable carta de 27 de este mes, tengo el honor de manifestaros que no tengo ningún inconvenien te en cederos mi Gran Misa y la nueva Sinjonía (7). El precio de la primera es de 1.000 florines y el de la última, 600 florines. El pago puede arreglarse de esta manera: podéis enviar tres letras a una casa solvente de aquí, y se ran aceptadas. Os enviaría las obras con portes a vuestro cargo, o las entregaría a alguien de aquí que me indiquéis. Las letras pueden extenderse de la manera siguiente: una de 600 florines a un mes\ 500 florines a dos meses; y 500 florines a cuatro meses a contar de la fecha de hoy. St estas condiciones os parecen bien, yo celebraría que obtuvieseis una bella edición. Entre tanto, tengo el honor de quedar con la mayor estima, y prontitud en serviros. Vuestro, Lndwig van Beethoven, Es sabido que la casa Schott y Compañía, de Maguncia, aceptó el trato ofrecido por el autor y editó la Misa Solemne y la Novena Sinfonía. Míseros fueron monetariamente aquellos tiempos para las me jores producciones musicales, y bien lo demuestra la indigencia en que esos glandes genios vegetaron toda su vida. Esos 600 florines para la Novena Sir fonía (tlquivaientcs a unas l^OO pesetas), fueron la mezquina semilla de lo que a través de un centenar de afics ha fructificado en incontables millones que han beneficiado a artistas, a núsicos, a casas editoriales y demás empresas explotadoras del arte mu sica!. fA cuán amargas reflexiones se entregaría el espíritu del pobre Beethoven si, desde la tumba, le fuese dado contemplar la pirámide de oro que todas sus producciones han ido y van amontonando sin cesar! Hoy... un triste cuplet o una canción cualquiera que celebra el vulgo soberano, enriquece al más inepto de los compositores. SALV ATORE. ACTUALIDAD POLÍTICA Nota de Cambó y el duque de Maura Lea usted . EL MAÑANi (1) Refiérese a la Novena acabada de escribir. El señor Cambó define su actitud ante la legalidad electoral en un articulo que publica L« Veu de Catalunya. En él hay una nota, firmada también por el duque de Maura, en la que se dice textualmente: «Se discute hace ya mucho tiempo si las futuras Cortes han de ser ordinarias o Constituyentes, e incluso los que creen que pueden y han de ser ordinarias entienden que tendrán una trascendencia ex cepcional, no sólo por ser las pn meras que se reúnan después de un eclipse constitucional y parlamentario de má i de siete años, sino porque en dichas Cortes habrán üe fjr jarse los nuevos ele^ mentos de Gobierno que puedan asumir en el porv¿nir con autoridad.y eficacia la complejs y ardua empresa de g)bernar a España, armonizar la autoridad y la libertad, después de un largo período en que sólo habló la autoridad y de otro más corto y más reciente que nos ha demostrado que un gran número de españoles no conciben un régimen de libertad sin un preludio de revolución anárquica. Con tal que las futuras Cortes tengan autoridad para afrontar los gravísimos pro ble mas constitucionales, económicos y fioancieros, entúrales y de otros 'órdenes que habrán de serle so metidos, es indispensable que nazcan con la máxima autoridad y que se efectúan con tales garantías de sinceridad y pureza que ninguna agrupación o partido pueda con razón acudir al retrai miento elector. Las garantías a ofrecer a todos los partidos o agrupaciones podrán ser las siguientes: Primera. Revocación, cuanto antes mejor, y siempre algunas semanas antes de la publicación del real decreto convocando a elecciones, de todos los nombramientos de alcaldes y tenientes alcaldes de real orden, excepto los alcaldes de capitales de provincia, dejando a los Apuntamientos que cubran libremente las vacantes que las revecaciones produzcan. Segunda. Dar tal fuerza a la fe pública notarial, que resulte totalmente imposible que ningún candidato la pueda acaparar en provecho suyo. Tercera. Renunciar al nombramiento de delegados guberna* tivos. Cuarta. Desígar desde ahora los magistrados que habrán de formar en su día el Tribunal de actas, teniendo cuidado de que los nembramientes recaigan en ma gistrados totalmente alejados de las luchas, de influencias políticas I y de un prestigio^ una conducta l independiente notoriamente reco¬ nocidos. A tales mígictrafog Po.. drá el ministro de la Gobe encargar desde ahora que masen sobre todos los recursos^ reclamaciones que se formulen J. lativos a constitución de Ayunta mientos y a nombramiento de al! caldes y tenientes de alcalde e. Quinta. Dictar una disposicióQ que sea norma a la que en su día hayan de sujetarse los dictámenes del Tribunal de actas, eñ el senti, do que no habrá bastante con la prueba que el Tribunal juzgue snficiente, si el candidato que aparece legalmei te ha acudido a \i amenazi, la falsedad o al sobor. no en una sola sección electoral aunque el resultado no pueda influir en la elecció q, para que aquella sea declarada nula.» ríos TAURINOS Nicanor Villalta Hoy hemos recibido excelentes, noticias de nuestro paisano eli gran torero Nicanor Villalta. La primera de ellas, la que ee* lebramos sinceramente, se refiere a que ayer, a última hora, el incansable apoderado y hermana del feliz protagonista de «El suceso de anoche», don Joaquín Villalta, firmó cinco corridas con la empresa de Madrid. La primera,. ,seiáel6de abril con la de Beneficencia. Se celebrará con toros de A'baserrada y uno de los diestros que alternarán con el maño será Cagancho. Otra noticia muy interesante queremos adelantar a nuestros lectores y ella es que el próxii»0 lunes o martes publicaremos m artículo ilustrado que bajo el titulo dé «Siluetas charras» nos envía Jcaquinillo como obsequio aEI> MAÑANA y por lo tanto a sus queridos paisanos. Como ya otras veces hemos dido apreciar el interés que cfrec cuanto Villalta ha escrito, hueig^ decir que el anunciado artícu ^ merecerá la atención de los lee o res. tja Por último, Joaquinillo^o5 ^ remitido un paquete con ¿^J'^. lujosos almanaques que