C L T I E S P O 12'6 -4'2 6S5 3 N. Máxima tt lycc Mínima Pretién «tmo*fér1c« Olrecdói éeï rlento • Recorrido áel Tier.f o Jurante 1» últimtí reln- ticuiíro hora» 1 UuTla ea mUlmetros Datoi tacilitaéoa por el Obaenratorlo áel laatítuto da eata dada*) PRECIOS DE SÚSCRÏpcrTm Mes (capital) . ..... UON 2-50 Trimestre (fuera) .... 7 Semestre (id.) l4l Año (id.) [¿* NUMERO SUELTO 10Cg^Q* Comentarios El fracaso del Estatuto D 1E M A - El pobre parricida - D En Barci lona un mozo de 26 íiños le pide a su madre seis reales para tabaco y como ella se los niega, la persigue por toda la casa y la asesina, golpeándola en la cabeza con una plancha. Este suceso ha sido divulgado por la Prensa con grandes titulares, y por cierto que parece estar ahora al go embotellada la sensibilidad popu lar, porque no se ha formació «ambiente» alrededor de él. Hace bastantes años hubo en Madrid un crimen de ciertas analogías con el que ahora comentamos: una criada ase sinó a su señorito, también a golpes de plancha, y el suceso conme vió todas las fibras de la sociedad; aun se recuerda por mucha gente «el crimen de la Cecilia Aznar», y de vez en cuando ha surgido algún eco de la vida de tan distinguida cri minal, transcurrida y extinguida en la galera de Alcalá. Pero no es este aspecto, de la mayor o menor sensibilidad popular «a través de los tiempos», el que nos proponemos comentar, sino la sor presa causada por cierta afirmación hecha entre las aludidas titulares del crimen de Barcelona. La afirmación es esta: «el parricida tenía un carácter irascible». ¿En qué observaciones pueden haberse fundado los simpáticos reporteros o los hinchadores de noticias, para t£>n atrevida aseveración? ¿Es que uno cualquiera que persiga a su madre por toda la casa y le dé muerte golpeán-| dola con una plancha, ha de ser for zosamente irascible? Para afirmar ésto haría falta mayor información que la que poseemos, a fin de excluir la posibilidad de que el asesino hubiera obrado en perfecto estado ' eufórico, y quien sabe si ucompa- j sando los golpes de plancha con el tatareo de un tango de última mo-1 da. No, señores reporteros, no. Hay que guardar más consideraciones a la reputación de nuestros conciudadanos, aunque éstos incurran en la poco recomendable Idea de pu ncharle la masa encefálica a alguna ' persona de su propia familia. Además, en el caso que nos ocu- . pa, no se ha tenido en cuenta el al' canee de otras circunstancias que concurren en el hecho, consignadas ' en la propia información del suceso j que nosotros estamos en el deber de resaltar. Entre otros documentos pertenecientes al criminal se íncau- , taron los guardias de una instancia en que ofrecía al ministro de la Gue rra un original invento para extinguir los incendios, lo que deja bien patente su calidad de inventor, calidad que arrastra muy pronto para quien la posee el calificativo de be- emérito, y que relacionado con c1 I origen del suceso, o sea la negativa j maternal a entregar a su hijo seis reales, que eran «precisamente» para comprar tabaco, imprime al hecho determinado carácter y hasta en cierto modo facilita de él una explicación. Si un inventor pide dinero para ir al cine, por ejemplo, o si un ciudano cualquiera, no inventor, lo pide para comprar tabaco, no ea lo mismo que si quien está poseído de la fiebre inventiva necesita sumirse en la pestilente atmósfera saturada de humo de su propio despecho para contemplar absorto las caprichosas espirales del chorrito que desprende el cigarro, porque esto puede ser una necesidad imprescindible para la gestación del invento, que siempre, mientras no se demuestre lo contrarío, ha de proporcionar, según frase hecha, «incalculables beneficios a la humanidad». No; no puede concebirse a un Inventor sin luchar con el cigarro al mismo tiempo que con sus geniales ideas; y aunque sus biógrafos no lo digan es seguro que Edisson con eí cigarro entre los labios entornaba los ojos para esquivar el humo mientras manipulaba en el aparatito, primitivo fonógrafo, que había de reproducir aquellas memorables inocentes palabras: «María tenía un lindo corderito...» Eduardo Robles Pérez Madrid, Diciembre 1934, Aunque me esté mal el decirlo. | «Poquísimos pueblos en el mundo fui el único que planteé con toda ) se habrán encontrado en circunstan- ^ ^ sinceridad el problema político que das tan favorables, o habrán tenido (^ se encerraba en el Estatuto de Cata- Está bien. Aunque ee trate de oíi, dos modestos, o de menesteres de hemos de reconocer los iefes aníavoraDies, o naurdii v... ^ muchas ocaSiones los jcies una coyuntura tan propicia, Pars 1 ^ Gobiern0i no ya de las heterogéluña. Las reivindicaciones a utono- ; convertir en realidades sus ensue' I neos en ios que las significaciones mistas del catalanismo se fundaban ños políticos, como las de que ^02^ i m.nisterja¿g fadimente tropiezan, en dos hipótesis, absolutamente des- ( Cataluña, inesperadamente, en el|oero hasta en los homogéneos, donprovistas de fundamento y alejadas seno de la hermandad hísPán,ca' j |je 10 es r8ro que los humores chode la realidad. Era la primera el fa- 1 tras el cambioMelrégimen y la con-. • ^ dedicarse a limar moso «hecho diferencial» alegado : cesión del Estatuto autonómico. Adpor el señor.Cambó, Era la según- 1 ministrando poco a poco, con tiento da, la «superioridad política» de y lucidez, esos dos regalos del desCataluña, la cual no podía someter- ( tino, en pocos años Cataluña se base a la dirección o a la tutela de un bría convi rtido, no ya en el amo, pueblo «inferior» como Castilla, i que eso, además de feo, era peligro- j No era cierto lo del hecho diferen- ¡ sísimo, sino en el ídolo de España, cial, puerto que lo* catalanes tienen en el centro de su renovación polítilos mismos vicios y las mismas cua- ) ca, en el espejo de su conducta pú lidades que los demás españoles, La| blica y en el foco de su admiración única diferenda está en que unos i , popular, otros (defectos y excelencias) se en- Mas para eso se necesitaban dos cuentran en los catalanes elevados | cosas: primera, que los catalanes al cubo. El español ea predominan- todos, sin distinción alguna, comtemente individualista y el catalán ' penetrados en un bloque, arrimásees más individualista que ningún | mos ardorosamente el hombro a la otro habitante de España, Yo dije ( gran emprema común; y segunda, en el Congreso, en su elogio, que si que desde el primer momento buscada español trabajase lo que traba- 1 cásemos con verdadero empeño, ja cada catalán, nuestro piís sería ' con amoroso^proselitismo, el mayor mucho más rico. Hace siglos que se número posible de colaboraciones nene diciendo en Castilla que el 1 en el resto de España. Y no hicimos asperezas, o a zurcir rotos y deseo sidos. El señor Lerroux es maestro en esos oficios. Ha tenido que pasar se la vida reconciliando a los radica les en las Juntas, en los Comités y hasta en las Asambleas en las que aparecían aquellos como espuertas de perros y gatos. Pero hay cosas en las que forzosa mente tienen que fracasar las habilidades para que triunfen lasrazones y son aquellas en las cuales se trata pura y simplemente del cumplimien to del deber y en las que, por lo catalán de las peñas saca pan, Pero ese individualismo económi- tremendas heridas, y teniendo nosotros que pasar, a los ojos de la mayoría de los peninsulares, por torpes y ridículos separatistas. No busquemos, pues, ninguna ex plicación absurda a nuestro infortu la Irtipl MEDINA y MARAÑON. — Leyes civiles de España. 40 pesetas. SECRETARIOS DE AYUNTA- j MIENTO de segunda categoría. Con testaciones, por Barahona. Bermejo y B-meyto. 20 pesetas. AUXILIARES DE LA DIRECCION GENERAL DE SEGURID AD, ! por Jiménez Huerta. Martínez Peñalver. Armero, Jiménez Proy, 8 pesetas. JIMENEZ DE ASUA.-Manual de derecho Penal, Volumen L Tomo t El resto en publicación por entregas. Obra completa, 60 pesetas. liilOfiPÍ M S. 11. Academia: Preciados, 1 -Librería: Preciados, 6; Apartado, 12.250.-Madríd. ni una cosa ni otra, sino todo lo contrario. Eso de transformar a Es co se refleja también en lo político paña en otra España, no era cosa de ¡ nio. ya que la única y principal es y de ahí que todas las razones que \ broma. Lo advertía yo en estas co- «puy clara. «Los culpables de cuanto aduce el señor Cambó en su famoso > lumnas, y clarísimamente. el 8 de libro, «Por la Concordia», para sos- Junio próximo pasado. Se me perteaer que Cataluña «no puede ser mitirá que me cite a mí mismo, porindependientc», las invocaba yo aljQne es el único consuelo de ios que discutir el Estatuto para sostener , Predicaron en desierto. La enorme que tampoco Cataluña estaba pre- 1 Ocultad de tranformar a Espsña parada para una autonomía política i tan amplia que se diferencia muy poco de la independencia. El individualismo catalán que, según el se- nacer en Cataluña, me desazona ínñor Cambó, se refleja en que apenas finitamente la terrible discordia que ■decía yo entonces — «es la razón, ' la irrefutable razón por la cual a mí, que tuve la suerte o la desgracia de HACE FALTA un dependiente en la Peluquería de Miguel Cercós. Calle Joaquín Costa núm. 9, ... .:.„..- MB Neumáticos f,a marca de calidad. La más barata en el uso. La .de mayor segundad. Precios sin competencia. Muro de Samiago, 13.- Teléfono, 121.— ALC AÑIZ hay en Cataluña Sociedades anónimas, abundando, en cambio, la Sodedad regular colectiva y la comanditaría, en el orden político se demuestra por el hecho de que los catalanistas tampoco pasan de una solidaridad agresiva, negativa, estridente como la famesa Solidaridad catalana tan equivocadamente alentada por don Antonio Maura, las «diadas», los «aplechs» y otras manifestaciones parecidas. El catalanismo político no ha sido nunca constructivo, positivo, afirmati'/o, Cataluña es la reglón española do abundan más los anarquistas. El notorio fracaso del Estatuto demuestra que no es lo mismo protestar contra el Gobierno que saber gobernar. Como no es lo mismo bajar al redondel que ver los toros desde la barrera. Como explícita v autorizada confirmación de estos juicios míos que formulé en las Cortes Constituyentes cuando tuve la noble franqueza de relacionar el Estatuto con el artículo 15 de la Constitución y plantear el problema de si Cataluña (que ! s decir sus partidos políticos) tenía capacidad política para ejercer las múltiples atribuciones que con notoria precipitación le concedía el Parlamento, me permito copiar a contiruación estos párn.fos expresivos y ek cuentes que el ilustre escritor G¿.ziel ha publicado en un editorial de «La Vanguardia»: desde 1931 impera entre los catalanes. La encuentro tan estúpida, que no la entiendo. La fortuna, más que nuestros propios méritos, nos ha deparado una coyuntura única, his tóricamente rarísima, para recobrarnos y fortalecernos. Y la estamos empleando en dividirnos. Nos ha faltado grandeza de alma y altura de visión a los catalanes todos. Aquella maldita — maldita, porque es, layl. Innegable— «avara poverta», que nos echó ya en cara el Dante, ha seguido actuando en nuestro seno, a siete siglos de distancia. La historia puso en nuestras manos un gran momento, como un bloque de mármol para labrarnos una estatua, y lo hemos pulverizado miserablemente. La suerte nos deparó una ocasión única para demostrar nuestra capacidad colectiva, nuestra unanimidad racial, y la hemos empleado en ofrecer al mundo e' modelo de la más asquerosa y fratricida discordia. Teníamos una coyuntura insuperable para hacernos amar de España entera, para atraernos las simpatías y ganarnos la colaboración de Infinidad de hermanos nuestros, empleándolos a fondo en una obra de elevación y engrandecimiento nacional, en el levantamiento de una «España nueva»; y hemos acabado ahuyentande a todos nuestros amigos no catalanes, haciéndoles avergonzar y arrepentlr de serlo, causándoles incluso Tripas y especias pera embutidos Casimira Bejarano Haga sus compras en esta casa que vende las mejores clases a precios sin competencia. Esta casa vende también los riquísimos cafés marca Lfl ESCflLINflTfl, siempre recién tostados. le ocurre a Cataluña somos los catalanes». Los partidos que nos representaron, y nosotros que les indujimos a que lo hicieran tan mal. Y esto es todo. Si sirve de lección para el futuro, venga el dolor y su enseñanza. No lo rehusemos. Al contrario: aneguémonos en él, pues nada fortalece tanto como la amargura de la adversidad lúcidamente destilada hasta el fondo de las propias entrañas. Un día saldremos de este negro pozo en que caímos. Pero que, en adelante, nos sirva esta clara lección; sólo podremos triunfar en España yendo todos los catalanes fuertemente unidos, como una irrompible falange, y además sólidamente abrazados con el mayor número posible de españoles hermanos». Estas declaraciones tan significat vas y tan contundentes, no sólo confirman mis vaticinios de cuando discutíamos e! Estatuto de Cataluña, sino que demuestran la perfecta ra zón con que yo me oponía al modo simplista de plantear el problema de las responsabilidades que se de rivan de la revelíón separatista del 6 de Octubre. Yo disiinguí siempre, como periodista y como diputado, las responsabilidades de carácter criminal de aquellas otras responaa bilidades de índole puramente poli tica. Las primeras sólo podrán exigirse a los que sean declarados delincuentes por los Tribunales d.Justicia, Pero es evidente que las responsabilidades de carácter políél co se extienden y amplíau mucho más. No puede darse otra interpretación a estas palabras del escritor Gaziel que dejo copiadas más arriba: «Los culpables de cuanto ¡e ocu re a Cataluña somos las catalana». Antoni') Royo Villanova mismo, no caben ni el aro la transacción. Se puede ni no pasa, ni pasará nada Ir ^ qUe motivo de la discrepancia 61 mente político, porque la poUi-1^' es un dogma, ni una línea % no cosa alguna rígida e inflexible 1' ^ por el contrario, algo diacütibl!!ln(^ go rectificable, algo que Se ü 6l' da a la variabilidad de asuntoav010' titudes de suyo mudable a lo se ha de aplicar. Tampoco ^ ^ de derechos. Los derechos, cua^ no es perjuicio de tercero, pUej renunciarse, pueden cederse y ^ donarse, son materia de transacció11 En lo que no cabe que se ceda ni' se transija es en materia de deb El deber, se cumple o no se cumnu" Pero no se negocia. No caben, cua do esta él por medio, las habili^ des. Los católicos no podemos ce der, ni transigir en lo que se reiiera a la Enseñanza, Para nosotros la Enseñanza católica es ua bien y la Enseñanza laica un mal y podríamos resignarnos si por la violencia se nos impusiera la segunda, como nos la impusieron teóricamente los energú menos de las Cortes Constituyentes: pero no podemos contribuir voluntaria y conscientemente y menos dar mimbres presupuestarios para la intensificación y consolidación de asta enseñanza anticristiana con daño déla enseñanza reI;giosa. No hay, pues, que espejar que !os diputados católicos y los ministros que los representan en el Gobierno tengan por aceptable la actitud del señor Villalobos, definida por las alabanzas de la prensa y por los aplausos entusiastas de los di putados enemigos de la situación y hasta de las instituciones republicanss, con las que rompieron púbilcamente en la víspera de la intentona revolucionaria y separatista de Octubre. Así. pues, no tiene otro reme dio que pasar algo; tiene que pasar, o una rectificación de conducta o ana dimisión, porque el que no pasara nada, fuera lo peor que pudiera acontecer, o sea que la conciencia del deber se hubiera oscurecido y aun ausentado del grupo más nu' meroso de la Cámara. Y eso ni lo creemos ni lo esperamos. Los que declaran por los labios autorizados y elocuentíàímos del señor Gil Robles que todo lo ofrecen por Dios y por la patria, no pueden ser, no son y no serán Duguesclines del laicismo que va contra la patria y contra Dios. Patricio Pérdida De un bolso conteniendo un rosado, desde la plaza de E. Castelar q la igiesia de San Andrés. Se ruega a la persona que lo hay* encontrado lo entregue en Plaza Emilio Castelar, 12, donde se le gra ti ficarà. EdUorial ACCÍON-Teruel .-^W!k.> íMcoerrar. wcai-j^ CARBONES Aimacenes a! por mayor y mersof TELEFONO 196.4* En vista de las mu vas ofertas de los esa. importadora? 20 por 100 de rebaja en ios ç^bones ce k metalúrgico, éf* asturiana y otres similares para calefacciones y cocinas econó* cas, estos almacene s hsráa todos sus servicios desde 1.° de con la referida baja, lo que se complace en comunicarlo a su m rosa clientela y público en general. Cok metalúrgico, goleta inglesa y carbones similares, un 20 por 100 de rebaja en sus precios, desde primero año los encontrará usted en los almacenes de Joaquín Gastan Colom''1 utf6' con de 'an Andrés, 9 196.$ Teléfono É