EL PUEBLO colecíivos v nacionales en general Fe refiere, en cuanto se concreta a la democracia econòmics j a la vida de un poi venir, tales debeles y responiíabilidades son enoim«s y deben dirigirse en primer término a prever y evitsir por la acción y progreso evolutivos las grandes hondas revoluciones y en cuánto » la económica í-e concreía deben ser brújula y guia lazo deconyenciniiento y de unión del Capital y -el Trabajo p í a armonizarlos, compenetrarlos y oonducr las en la obra común dó progreso económico, individual y colectivo, social y nacional. Talts y tan fundamentííles y primordiales tan hondos e intensos son los deberes y i esponsabilidádes de la inteligencia que abandonados, preheirlos siquier* constituye delito histórico, nacional y de coik'Í^jící», Co n cep ¿o y deberes del Cap ¿ta i, — Como futida mental debemos significar bien que dividimos en dos clames o conceptos di-tintos el CHpit.-l: eai'ltaj . inteligente y creadur, que por inteligente limita con la Inteligencia, y por creador confina con el T» abajo, y capital u^uraiio e improductivo; que no solo no so relaciona con la inteligencia y el trabajo sino que. ademas, diñcuita a }a iuteJigencía y perjudica í>I trabajo. Creadoras y no disolventes de pueblos nuestras modestas ideas evidento es que cornos respetuosos del Capital siempre que este, como la inteligencia cumpla sua debares sociales y nacionales, pues los capitales, en debida ciencia económica, en realidad y i un en conciencia, tampoco son la propied a d absoluta sino pertenencia, que debo e/nplenrse en el bien y progreso ecouònneo colectivo social y nacionuh Compenetración entve la Inteligencia y el Trabajo Así como los bas^s de la íxlfetencU son la pro diicción y el consnmo^ la base cooperativa en cada una y la wnídad y compenetración entre nnibfiB, para evitar el nc^parador, el int^raiGdiario y el comercio (xcesivo^ así la Inteligencia y 1 1 Trabajo ^ la unidad y compenetración entre ambes eon la base para todo progreso y e! medio de evitar al capital usura y perjudicnd, y llanta el punto de que en la sociología m;)dí-rna y en el socialismo tïel poryonir, este capital no meiíceiá el honor ni la \ enA de eer conihntido eiquifta, b;wo ser reparado y aun d^spn ciado, per iiuieeesarío y peí judici» pues por la íuteli - gencia y el Trab'-j", por il ctédito y la honradtz todas laa víitndepr bei efícios y ( xtensiunee de la Cor peración de conaunn^ prttdnccíón y en todas sua manilf i-incioncp, la constt necióu do casas ( conómicas y todíts Joa fnndanit Ktos de carácter ecos ómico y soeiai pueden realízp.rlos la Inteí jgí'i:eift y ti Trabajo íiuidos^ sin npc^siíiad y sui ii tei vención (itl ÜMpilíií, pues si el mero o indiviilual cemerciaiite que adquiero en j eli'livantento peqijffíae cantidndefl cons-i^^e íog géneios a e édito por letras u 30, 60 y 00 días y imn a niAa largo plazi», coineiciantlo así siu ta intei V( nei6ii del Capital, cu el ciédito del pro íUtctcr y el dineio del coneumi.ior. ¿Cómo no van u consegnir Ic i^icmo q múi c^uteur^es o miliares siempre que vayan guindos por In Inteiigencia e inspirados por ia honradez y e] cumpíimiento, con tanto mayor motivo cnanto quo janiás podrá haber ningún comercimUe que pida eu lo cuantía y proporción inmensas que pnede pedir una Cooperativa mediannmeüte rigurosa? ¡üidop, unánioiíos intima y fraternalmente la Intelig^ncin y el Trabajo y, por el ciédito y la honrader, sin necesidad y aun con desprecio del Capital usurario y perjudicial, conseguiremos el bien y piogipso» verdaderos del individuo y de las fnmilias del hogar y de la coíectivnlad,y siendo ésto? sumandos de la suma nación, conseguí runoa ti bien y piegrceo nationales, positivos y verdaderos, Deberes a cumplir . Exp'icftdos muy sumaiiamente Jos deberes a cumplir, hemos de referiíuos abora a loe derechos a practicar. Como nuestros conyencimi^níoa y nuestros actos fou veniaderanionte pntríótiecs y sin otra iuspíración que h)8 dictados deldeber y de la concieñcia; no somos, no podemos ser halagado - res de las mulutudea a costa de las coíect vidades, m ; eeto sèrA muy hóbil, muy «potiuhichero>, pero no es digno, no es Innirado, no es ni popular siquiera, çues les masas las conetituyen aeres cooscientea que no se dejan engañar ni arrastrar por halagos mentidos y populacherós Sin que IbguemoB a participar de la afirmación vulgarísima de que cada putbio tiene el gobierno y los gobornautee que merfee, pues esto ïio es éxodo y, además, es injusto, si creemos qn«, en generat, en el fondo y en las causa^ L(»S DEFECTOS Y LOS EUROEKS DE LAS COLECTIVIDADES, LOS DE LAS C0ETE8 ESPECIALMENTE. SON LOSERKORES Y LOS DEFECTOS DE LOS PUEBLOS QUE LOS ELIGEN.' Hechos especiales AI luchar como candidato por el distrito do Vaíderrobrep, «upe con vergüenza y pena que sobre otras costumbres fxiston en esta región las de enajenar el voto y votar, no por este o el otro ideal y no por determinado candidíito sino para don Fulana, fulanos que enelen ser un botícaaio o un notario ruudep, aígún acapnrador de aceituna o granos^ con algún comerciante cuyo trono es cí mostrador y cuyo centro es la Vara de medir. ¿Se comprenden y pueden concebirao nada mas anormal, es claro^ ui cobarde? El boticario y el notaiio eí-tán bien pagados por sus clientes,, como lanibién lo están el acaparador y el comerciante y dtbeiían estuí les adeuda muy i'gradectdnp!. Sobre esto, el hombre, el ciudadano y aun el rgradtcido pueden dur al amo el trabajo de su» ii.ljhculo?, la gratitud do su corazón y bosta la Bi.ngretle f-ns venap, poiqíia todo <8u es propio y peifi no, poique no es de ellct ; es un dej óeito ¿( grado do his geneiaeianei | ítsadas para lan geikracionea íulu • rav. Dtede el puulo de vifcta m< raí y del honor,, pedir aí.hojnbre el voto ta más gn-·V'*, oftiieivo, de» honrotio que si Je pidieran compiut r el ubo de m ceposu t) el honor de virginidad de sus hi-