LA ASOCIACION. Sección de noticias. Lo esperábamos. — Las clases médicas de la provincia de Teruel van respondiendo á nuestro desautorizado llamamiento de un modo que las honra. Nuestros comprofesores de todas clases se apresuran á inscribir sus nombres en el honroso registro de trabajo, progreso y dignidad que hemos abierto, por indicación suya, en la redacción de su periódico provincial. Algunos, nos han significado que vayamos publicando los nombres de los adheridos á la idea de asociación que defendemos, y les prometemos, que les complaceremos oportunamente, ó en dia no lejano; rogándoles hoy que no se impacienten, al propio tiempo que les enviamos la más grata espresion de nuestro sincero agradecimiento porsus buenos deseos. Desde lo mas íntimo de nuestio corazón damos las mas espresivas gracias á los numerosos médicos, cirujanos, farmacéuticos, veterinarios y ministrantes que nos han felicitado por ver en el periódico el lazo de unión de nuestras clase-; y el elemento ^indispensable para una verdadera Asociación. Hemos oido decir que en el pueblo de Celia se han presentado algunos casos de viruela en la especie humana, y esto poco tiene de particular. Más como nos es tan conocido el estado de punible abandono en que están en muchos pueblos los asuntos y ramos que corresponden a la salubridad é higiene públicas ylas desastrosas consecuenciasque trajo la incuria en otras ocasiones análogas, nos parece oportuno recordar esto á la autoridad local de dicho pueblo, aun que podamos suponer que no lo necesite. ¡Que Diosla ilumine! Ya está nombrada por el Congreso, la Comisión que deberá dar dictámen relativamente al proyecto de ley deSanidad. La componen los diputados señores Martínez Pacheco, Baselga, Pérez (D. Zoilo), Garcia Ceñal, Garcia Ruiz, Cañemaque y Torres. El dia 22 del actual y con la concurrencia del Subdelegado de Sanidad en veterinaria del partido de esta capital, como para tales casos está mandado, se procedió en el pueblo de El Campillo á dar el alta al ganado lanar de otro de aquellos vecinos, Benito Gómez, por encontrarle ya libre y comple¬ tamente curado de la enfermedad de viruelas que padeció. Pudiendo por lo tanto circular, como de lícito comercio, todo el ganado lanar del referido pueblo; en el hecho de que no se tiene noticia de que padezca ya enfermedad contagiosa de ninguna clase. Se nos ha dicho que en varios pueblos de la provincia no dejan de darse algunos casos de sarampión en los niños; lo cual no es de estrañar, pues, se trata de una enfermedad propia de la niñez. Más lo que importa es que los encargados de los enfermos tengan todo el cuidado necesario, sin olvidar nunca la índole contagiosa de la afección ni despreciar jamás los consejos del médico; á quien las autoridades locales consultarán sobre el caso si es indispensable tomar medidas generales de higiene y salubridad. El domingo último salió en dirección á Zaragoza, en donde tiene su residencia, el jóven médico-oculista D. Antolin Banasa, después de haber permanecido durante doce ó quince dias en la ciudad de los amantes. En tan corto tiempo hemos tenido la satisfacción de verle operar á numerosos enfermos, los más atacados de cataratas, otros consinequias del iris, fístulas lagrimales otros y uno de ectropion, todo con el más feliz resultado. En todas estas delicadas operaciones hemos admirado la destreza y seguridad de un hábil cirujano. Deferente dicho señor á las indicaciones del médico-Director del hospital provincial, nuestro compañero y amigo Sr. Piquer, y con la gi nerosidad y noble desprendimiento inherentes á nuestra profesión, siempre que se trata de enfermos pobres y desvalidos, bajó á la casa de beneficencia y practicó dos operaciones de catarata doble, una en un enagenado á consecuencia de la ceguera, y en un viejo acogido la otra, ambas con el mejor resultado. También reconoció á varios acogidos con padecimientos propios de la especialidad que cultiva, entre los que recordamos una pobre jóven con retinitis pigmentaria doble; una luxación del cristalino del ojo izquierdo; otro con glaucoma crónico doble, y varios más. Vaya con Dios tan ilustrado y modesto compañero y ya amigo querido nuestro, Sr. Barrasa, á quien acompañan además de nuestras simpatías, algo que vale más, la gratitud de los infelices que por virtud de