LA ASOCIACION. ciencia y casos clínicos que le ilustren; pero si de utilidad se consideran estos, por proceder de centros de mavor instrucción, no debe ser menos aceptable y hasta la considero de necesidad absoluta el publicado en la provincia, porque además de la sección científica que puede comprender, debe tener otro obgeto que llenar, - para los que habitamos en la provincia, teniéndonos al corriente del modo de ser de todos los partidos, sus condi • clones, peticiones que se promuevan, resoluciones que se adopten en los centros administrativos, etc., sobre los. distintos ranios de la incumbencia legal de nuestras respectivas clases. De eüo resaltaría la hermandad, la confianza 3: bien estar de los comprofesores de un partido ó pueblo, y al mismo tiempo esperi.mentaríamos esa sensación agradable interior que notamos cuando nos hallamos envueltos en dudas y tenemos , la confianza y derecho de consultar á una junta ó compañeros, que apoyan ó modifican nuestro pensamiento con cautela y sin orgullo, rectificando el hecho en público^ si ós que cabe^ y sinó modificando nuestro estravío de imaginación, y si lo contrario hiciese un asociado, ó que no lo sea, ¿que más vergüenza, que mas ignominia, que publicar si procede, sus hazañas, sus debilidades ó miserias? Por muchísimas razones nos parece la Asociación de las profesiones médicas de la provincia, uno de los medios mas eficaces para sostener y alentar la moral y buen compañerismo entre todas las clases, y el periódico lo estimamos como el arma de mayor fuerza que debemos conservar á toda costa para nuestra común defensa. Pablo Alcalde. Á CONOCERNOS. Nuestros lectores tal vez, y sin tal vez, vislumbren allá á lo léjos— y en atención á cuanto venimos diciendo en nuestros artículos ora recriminando, ora aplaudiendo, bien increpando, también defendiendo, muchas llorando y siempre pidiendo.... fé, entusiasmo, desprendimiento, cariño, esperanza, en la obra común; eso pedimos, no otra cosa, y por ellas recriminamos — algo parecido á la duda respecto al pensamiento que nos anima, y esa duda que á nosotros allá en lo profundo de nuestra alma también asoma, en esas horas de angustiosa meditación á la .vista de algunas decepciones, hay que disiparla, hay que estinguirla radicalmente y á toda costa. Ko dudamos, nó; ni queremos que vosotros nuestros queridos comprofesores dudéis de la bondad de nuestras ideas y propósitos respecto á la Asociación; lo que ;nos hace dudar, lo que mortifica nuestro corazón^ pero lo que también aumenta nuestro ardor en la defensa,;, es la idea siquiera mas ó menos presumible de que nuestros .esfuerzos, nuestro desinterés, nuestros desvelos, se estrellen ante la apatía, yá que no otra cosa, de, aquellos á quienes nos dirigimos; eso y solo eso és lo que arranca á nuestros sentimientos y á nuestra pluma ese vago temor; esas palabras intencionadas y por las que una vez mas., aun cuando pudieran interpretarse en otro sentido, llamamos á nuestro lado á todos, absolutamente á todos, los que nos honramos perteneciendo á las ciencias médicas; y tan convencidos estamos de la bondad de nuestra obra, tan persuadidos estamos de los resultados inmediatos que no han de hacerse esperar y .tan fuertes en el terreno á que nuestras aficiones y nuestro interés por la clase nos han llevado que, en nuestro afán de vernos secundados por todos., no omitiremos ni perdonaremos la mas insignificante indicación,, la mas leve indiferencia, de aquellos que, para bien ó para mal, se presenten en el camino de nuestra propaganda. Eso y solo eso, repetimos^ es lo que nos hace esclamar á veces y aun sin querer en espresiones por las que bien se pudiera resentir el amor propio, aun del mas estoico y empedernido en materias de afectiviíidad ó interés por la clase. Aguijonearles hasta hacerles sentir, aludirles hasta hacerles hablar..., he ahi nuestro deseo para conseguir por él conocernos, cambiar nuestras impresiones, y del choque de nuestras ideas la amistad sincera, el afecto entrañable que debe dominar nuestros actos como entidades pertenecientes á una colectividad ó gremio especial.