2 LA ASOCIACION. Sin perjuicio de estos temas, el Congreso discutirá aquellos otros que estime oportunos, y recibirá cuantos documentos se le dirijan pertinentes á su especial objeto. 6.° Todas las corporaciones, sociedades, colegios y profesores podrán desde luego enviar sus adhesiones al Colegio de Farmacéuticios de Madrid, sin aguardar á especiales invitaciones que no permite hacer la premura del tiempo. Tales son, compañeros, las bases para la reunión del Congreso farmacéutico español. En vuestro cariño á la ciencia y á la profesión confian los que suscriben para realizarel encargo cometido á sus débiles fuerzas y ni por un momento dudan que la clase farmacéutica, perseverando en la aptitud digna y levantada que ha observado hasta hoy, se apresurará á dar una muestra más de virilidad, preparando una manifestación en consonancia con lo que vale y con lo que merece. Madrid 22 de Abril de 1885.— En nombre del Celegio de Farmacéuticos de Madrid: Vicente M. de Argenta, presidente. — Juan R. Gómez Pamo. — José Sánchez. — Germán Ortega. — Pablo Fernandez Izquierdo. — Emilio Cabello Gutiérrez. — -F". Marin y Sancho. Nuestro diputado Sr. Sastron, al que mandamos la exposición que firmaban bastantes profesores del partido de Albarracín, cumplió co·' ra o bueno y de una manera que superaba nuestros deseos, al tiempo de entregarla á la mesa. Lean nuestros lectores las palabras que mediaron en este solemne instante, admiren una vez más la actitud de aquel nuestro verdadero defensor y digamos luego si la clase en general hace bien ó hace mal al no mandarle exposició-' nes parecidas por docenas. «El Sr. Presidente: El Sr . Sastron tiene la palabra. El Sr. Sastron: He pedido la palabra, para tener el honor de presentar al Congreso, una instancia que le elevan, los dignos profesores de las ciencias médicas, que ejercen ,tan honrosa como desatendida profesión, en los pueblos del distrito de Albarracín, provincia de Teruel. Aquellos profesores, mas bien dicho, aquellos mártires, destinados á la sublime misión de cuidar de la salud pública, piden á las Cortes, una Ley de Sanidad, que sea expresión de |os brillantes progresos logrados por las ciencias médicas, y determine para los que las cultivan, aquellos grados de consideración personal, y protección oficial, que la justicia reclama. El Sr. Secretario (Conde de Sallent): Pasará á la comisión de peticionesi. El Diario Médico-Farmacéutico y otros colégas profesionales, copian las anteriores palabras y dedican al que las pronunció entusiastas frases. Por su cuenta, J^a Corresponden^ eia Imparcial, dice con este objeto; «Los profesores de ciencias médicas de la provincia de Teruel, han acudido al Parlamento reclamando, para que se presente con la prontitud posible, la ley de Sanidad, que con tanto afán esperan sus comprofesores de toda España. El Sr. Sastron, diputado aragonés, haciéndose eco hoy, de aquellas reclamaciones y adhiriéndose á ellas como médico, excita al Gobierno para que cuanto antes se atiendan las reclamaciones de sus compañeros de profesión á quienes califica mártires de sus deberes paVa con la humanidad, y por la indolencia de los gobiernos, que tan en olvido tienen á clase tan respetable.» Gracias á todos, en especial al Sr. Sastron. al que enviamos la admiración de nuestro reconocimiento. Cuando nuestros lectores vean las presentes, ya tendrá en su poder el Sr. Sastron, otra exposición igual ó parecida á la que motiva las anteriores líneas, y que le mandan los profesores del partido de Calamocha, reunidos en el Labador de El Poyo.- — Y no teniendo aliento para más, pues es la una de la madrugada; dejamos la pluma, y por todo descanso calzamos la espuela y nos preparamos para subir á Albarracín donde también tenemos pendientes algunos asuntillos con aquellos profesores. Si de esta escursion, resulta algo bueno á nuestra causa, también daremos de ello conocimiento á nuestros lectores. Un médico de espuela. SECCION PROFESIONAL. La asociación, — De cuando data su iniciación. — Vicisitudes porque ha pasado y fracasos que ha sufrido* — Manera de constituirse, — £1 pacto federal profesional. {Continuación.) VÍIL Su realización es sencillísima: no tenemos para ello sino imitar lo que la sociedad viene haciendo desde jos tiempos mas primitivos. Esta no vive sinó por pactos, Pacto tienen P»1'9 todo los hombres entre sí Un pacto es la base de la familia, base á su vez de la sociedad: este pacto es el matrimonio. Para efectuar nosotros, pues, ese matrimonio ó alianza facultativa, hay que pactar, pero pactar de verdad, de corazón, con toda nuestra alma, si queremos