LA ASOCIACION. de aquella cédula de la zarzuela en ojos reguJaies, nariz regular, color regular, estatura reCTu'ar. 0 Vaya V. compadre, que puede V. confun¬ dirse con mi abuela. Lo mismito podemos decir del crimina! tipo descrito por el Dr. Tarde. . ■ Y ahora entra la lógica, si Vds. le permiten Ja entrada. . : No hay duda ninguna que antiguamente la criminalidad era mucho mayor. Bandidos, ladrones, asesinos y vagos pululaban por doquier. Apenas era posible viajar. Esto no es necesario decirlo que todo el mundo lo tiene olvidado de harto sabido. .-.Ergo: : . Habiendo más criminales más feos.— -Esto es exacto según el Dr. Tarde. Habiendo' más feos, resultaba el género humano con fealdad uniforme. Ergo; eran chatos. Quedamos pues en que nuestros antepasados se parecían á Tito porque eran malos. Y nosotros somos buenos porque poseemos líneas más perfectas. ; ¡Eureka! Ya sé entonces para qué sirven ¡a guardia civil, los libros, prensa, escuelas, universidades y ateneos. Para hermosear la humanidad. Ni más ni ménos que el agua de Colonia. Triple: se entiende. Y todo este descubrimiento, sin anunciarse como específico. Ni venderse en frascos con etiquetas fotociomo-litografiadas. Que es como se expende el serrín de madera como específico contra la tisis. ¡Qué cosas tiene la estadística! Y díganme Vds.: ¿Fernando VII era chato? (ica y Agoslo do 1S8G. JENGIA. 23; — .No puedo arreglarle el suelto que me P'ue. Mi periódico no es un Kiosco ni yo un guarda cantón »en. el que tenga que exhibir las quejas de ustedes esponiéndome á ¡os estrujones 3' pellizcos del primero que pase. Si V. quiere arañar á ese mal profesor, hágalo bajo su firma v responsabi!¡dad, y allá ustedes con sus desinencias. ^ 5o— Lo mismo digo á V. La cuestión de las acantes se presenta grave. Si la clase responeiayhubiera en todos yaque no disposición las "a"ó?í. protección para el órgano que representa en la prensa, fací! me sería alhoy' ta \ utün"au superior aa la provincia n atenia con nosotros, como con todos, una especie de revisión de las cacantes antes de su anuncio, y por la que pasarían las verdaderamente vacantes. Ello nos evitaría disgustos y gastos á los que las solicitan ignorando las causas de su anuncio. En este mismo número verá usted una estafeta parecida á la que me ruega, pero que no insertaré si V. no la autoriza con su firma. Si la Asociación estuviera montada en regla, el presidente ó el que hiciera sus veces, era el que debía entender en ésto, con ¡a seguridad que al defender nuestros derechos á su lado estaríamos todos con la -fuerza moral y material que le daría el número: yo no puedo meterme en dibujos, porque á mi lado sólo tengo los que me odian cordialmente. Conque bajo su firma, venga toda una endánada contra los que le molesten, que yo con mandarla insertar me quedo tan fresco. 337 — Estaba enterado de todo. Afortunadamente ya no hay que mentar semejante incidente. Celebro tu resolución y se hará el cambio de dirección. Mi primo, G. G. de L. me escribió no sabiendo cómo aplaudir tu conducta en aquel ■ pueblo. ■ ' ' ¡Si todos procediéramos así, no hacía falta la Asociación! La helenina, la esperimentaré; entre tanto manda los casos con sus resultados que publicaré gustoso cuando corroboran, según indicas lo dicho por el compañero Bosch. 45 — Recibida la de V. con el retrato. Gracias de todo. Mande ios trabajos que quiera, pues siendo de V. basta para aceptarlos. ' 141— Ya sabía yo álgo de su determinación de dejar esta provincia. ¡Dichosos los que se van! ¡¡Desgraciados los que vienen!! Le digo lo mismo que V, me dice «En todas partes será él, amigo fiel y entusista de la Asociación. )> Recogí muchos compromisos cuando mi viage á Valencia, aun errando á nadie he recomendado directamente. Su escrito debe estar en la imprenta. Ya me indicará las señas de su domicilio para ponerlo en relaciones con mi familia. 83 — Vergüenza siento al hacerme cargo de la conducta que con V. observa ese joven profesor. ¿Y V. con sus 58 años que diablos espera que hO le prepara una. galeotada? En una celda, con su capuchón y todo, sería mas feliz . que con esa miserable dotación que aun le disputan esos dulcámaras de nuestra clase. Es el único consuelo que arranca á mi vergüenza los disgustos que me refiere. Aun cuando la lucha es hoy por la existencia, luche V. por procurárse- . la tranquila aun cuando sea en un rincón de cárcel, donde seguramente le guardaran mas atenciónes que esta clase sin conciencia. Córtele usted la cabeza, que decía el otro, y lo demás corre de mí cuenta. 60- — ¿Y á tí qué quieres que te diga? Hallo perfectamente ajustada y con arreglo á derecho tu protesta,... pero ¡a titular será para el otro. Mejor que protestas, dinamita; mucha dinamita. Hoy hay que desengañarse; el que no tenga un padre conspirador, ó hermanos ó familia