LA ASOCIÁCiON, ganar mucho con la ilustración, consejos y conocim ieütos que aporta otro profesor, siempre que al consultado le lleven esa buena fe, decencia v lealtad que debe ser patrimonio de todo hombre honrado. No veo inconveniente en que las consullas sean .provocadas por las familias ó por el médico de cabecera; desearía que se armonizasen todos los intereses de ambas partes y cediesen esas pueriles desconfianzas soberbias amor propio que son el los conflictos que á to- y exageraciones de origen verdadero de dos alcanzan. Ahora bien, triste es consignar que en los pueblos y en las ciudades hay médico que ■caza las consultas con adulaciones más ó menos hábiles, y pretextando esa. aquiesciencia que tanto gusta al vulgo cuando se piensa como él. Estos médicos sólo merecen el desprecio, y el huir do ellos como de asquerosos apestados que pueden contagiados. Pero sa enfermedad debe hacerse notar para disminuir incautos y para que sobre la profesión no se diga de ella que con una dósis de charlatanismo y buena cantidad de adulación puede pasarse por un gran médico, sin estudiar medicina Pues ánnqué algo hay de verdad, conviene instruir al , público, y castigar al delitiçueiite. Esto debe hacerse, no con frases incisivas ni con palabras descorteses, sino con silencio, oponiendo conducta á conducta, que siendo digna y honrada, tarde ó temprano se abre calle.» ESHilNDKKCíA. 237 — ¿Conque le ha hecho gracia la cii■rre'pondericia última? Lo celebro: y cuando quiera, vuelva por otra, 388 — Recibida la dé V. con los dos casos ■clínicos á que refiere; no los ho publicado esperando á ver si ei periódico tomaba un carácter verdaderamente científico. No puedo precisar la época en que asi sucederá, pues observo en mis lectores diferentes tendencias. En rigor, y para mi mayor tranquilidad, así debiera hacerlo, pero hay muchos, y yo ontre ellos, que juzgan que ciencia sabemos demasiada y que lo que inguoramos ó debemos propagar son ios grandes problemas profesionales base de nuestra futura regeneración social. De todos modos, mando lo que quiera, pues le prometo darle salida. 74 — Anotado lo que me entregó en Villafranca. Gracias y hasta que pase por esa. 168 •- Recibidas 6 pesetas. Ya avisarás el cambio do residencia, y tómalo con paciencia. 247 — En manera alguna puedo aceptar lo que me propone para fin de año. Usted es suscritor porque si, y basta conocer, como conozco, sus sentimientos y virtud profesión^ que le distingue, para que le tenga por suscritor perpetuó. Y en esto concepto, habiendo cumplido como bueno siempre, á partir de esa fecha, no le preocupe el pago del periódico, ni cosa que lo valga... Es verdad, que el béuemertio cuerpo de la liuardia civil «nos enseña la manera sencilla de conducirnos. Mucre un individuo, y con solos diez cén timos que dá el que sobrevive, se le entregan á hf viuda cinco ó seis mil reales con los que puede hacer frente á. las primeras necesidades...» Es una gran verdad, y el procedimiento no puede ser .más sencillo, pero si nuestra clase cree en su soberbia que eso son miserias... ¿que le vamos ha hacer?... Yo los veo revolviéndose en sus sepulcros al contemplar las penalidades de los que aquí dejaron, sin amparo ni protección, por su soberbia en vida y... vamos, hay que dejarlo estar. ¡Ni por esas!... V. ni yo, lo veremos, pero al paso une vamos, la As'iciación en la forma que sequiera se impondrá. Preparemos el terreno para nuestros hijos, que también. nos lo agradecerán. ANUNCIOS. Guia práctica de las enfermedades de Ios- ojos, por Eduardo Nettleship, Médico del Real Hospital O tálinico de Londres y del Hospital de Saint-Thomas, etc.. etc.— Tercera edición, corregida y aumentada; traducida al castellano de! ingles por F. García Molinas, doctor eir medicina y eirujía. ¡lustrada con 151 figuras intercaladas en el texto, seguida de un formulario especial y acompañada de una escala do 17 colores. . Precios: en Madrid, 'en rústica, 5 pesetas; en tela á la inglesa ó en pasta, 6 pesetas. Se halla, de venta en la librería editorial de D. Carlos Bailly-Bailliere, Plaza deSta. Ana, núm. 10, Madrid, y en las principales librerías del reino. Las nuevas medicaciones, por el Dr. Dujardinbeametz, miembro déla Academia de Medicina y del Consejo de Higiene y de Salubridad del Sena, médico del Hospital Cochin, —Segunda edición.— -Traducidas por I). Gustavo Réboles y Campos, ex-alunmo interno por oposición de las clínicas de la Faculteu de Medicina de Madrid, etc.. etc. Madru 1886. -- Un tomo en 8.° con 7 figuras en el texto. Precio; 6 pesetas. . . Se halla de venta en la librería Editorial de D. Carlos Bailly-Bailliere, Plaza de Santa Ana, núm. 10, Madrid, y en las principales librerías del reino. Teruel. — Irnp. fie la Beneficenci».