s LA ASOCIACION. período que al ejercicio de la profesión se dedicó. Ignoramos, empero, porque tiembla nuestra mano y se nos resiste la pluma al intentarlo. ¿Acaso y al contemplar sus virtudes de ciudadano, no pregonamos las nuestras, las que nos preciamos de poseer como aragoneses honrados? ¿Si estudiamos sus dotes científicas: no nos sentimos sus émulos? ¿Al verle tan ilustrado, no nos consideramos copartícipes de su vasta instrucción? ¡A qué pues, esa indiferencia, ese silencio por los que fueron! ¡Cuántas y cuántas ilustraciones, gloria de nuestra clase pasaron sin que su recuerdo, para ejemplo de los que les precedimos, se haya consignado en libro ni papel alguno! Y todo por no pensar, dicho metafísicamente, que honrando á los imiertos, nos honramos á nosotros mismos. Creemos, pues, honrar á nuestra clase, al decir que, uno de los aragoneses ilustres que han dejado recuerdo imperecedero de su paso por este valle de lágrimas lo fué D. Jóse Izquierdo López. Ilustre por sus virtudes, ilustre por su laboriosidad, ilustre por el explendor que llevó á la ciencia farmacéutica á la que dedicó un culto verdaderamente religioso. Nació este respetable y respetado farmacéutico, dignísimo contemporáneo de los Lóseos de Castelserás, de los Royo de Aliaga, Barrachina y Orihuela, de los García de Ejea, de los Repullés de Muniesa, de los Cananí de Torrijo, de los Yusie de Viilel, de los Mallén de Cuevas de Almudén, y de muchos ancianos y respetabilísimos farmacéuticos prestigios de la clase en la provincia, en Alcalá de lá Selva, demostrando 3'a en su juventud sus aptitudes la farmacia y aficiones literarias que le distinguían. Estudiadas las primeras letras en esta villa y preparado por el cura de El Castellar, paso á Madrid en cuya Universidad obtuvo ¡os títulos de Bachiller en Farmacia el 2 de Abril de i85i, y de -Licenciado el 23 de Marzo de 1854 en cuya razón contaba 27 años de edad. Vuelto á su villa natal, poco tiempo pasó al lado de su familia sin que fuera requerido por el inmediato pueblo de Linares para el que contrató los servicios de su facultad mediante la retribución de 125o pesetas, contrato que con virilidad impropia de un principiante rescindió en el mismo acto y cuya causa será bueno digamos por la enseñanza que se desprende y nunca debemos olvidar. Fué esta: arregladas las partes contratantes y extendido el documento en la sala capitular, saltó y vino un cliente diciendo «y mucho ojo, que hay que tener botica completa, no nos engañe con cuatro sustancias » Oírlo Izquierdo y renunciar, fué una misma cosa, regresando á su casa para ponerse al frente de la farmacia de su señor padre que no abandonó hasta su muerte. Tal fué siempre el Sr. Izquierdo y este el primero de los hechos con que siempre procuró dignificarse honrando por ende la clase á que pertenecía. Hace diez años, que vivia muriendo en una cama, gracias á los trastornos nerviosos que padecía y sin que en ese tiempo, sin renovar ni tocar los colchones viniera la más pequeña erosión á maltratar aquella epidermis, y eso que la posición fué siempre el decúbito supino. ¡Hasta las leyes de la materia parece que dejaban de serlo por respetarle! Todo lo merecía aquel ser que ha sabido perpetuar su ctiSa farmacia de Alcalá establecida por sus antepasados desde antes de 1758 y hoy en manos de nuestro querido amigo y sobrino suyo D. José Barrachina. (1) Esto dice más que todo elogio que puédiramos tributarle, ya que por desgracia nuestro equilibrio en los pueblos es hoy inestable, pero que el finado sostuvo por sus cualidades personales, su conciencia, su delicadeza y el dón de gentes que poseía y que le conquistaron en vida el cariño y respeto de sus convecinos y en muerte el gratísimo recuerdo que de su memoria dejara. Tan larga permanencia en la cama, tantos sufrimientos y á impulsos de la edad, tenía al fin que; ceder aquella naturaleza como sucedió la mañana del ló de Febrero último en que su alma abandonando aquel cuerpo, al parecer incorrupto, estinguió para siempre la vida del que tan querido nos era. D. E. P. el respetable y dignísimo profesor, á quien hasta el cielo mandamos la expresión de nuestro dolor con ¡as manifestaciones del más acendrado cariño de sus compañeros en estaviüa, y tenga su apreciable familia en estas lineas, por la sinceridad que rebosan, un lenitivo, al pesar queies embarga. — M. Alcalá. — M. Castillo. — P. F. García.— J. R. Arnau. COH RASPON D ENCÍA. D. J. L.— Lóseos. — Recibida la suya. Anotado como suscritor. Mandé números de muestra y correo detalles. D. A. N. — Allepúz. — Recibido el número que me devuelve del Sr. D. L. A. ¡Cuatro años que el periódi.. eo llevaba la misma dirección y no ha habido una alma buena que nos avisara! Gracias. D. F. A.— (Huesca) Oastejou de Sobrarbe. — Recibida la suya con el artículo «Ni en cafreria» que sepublicará cuando se pueda. Su suscrición empieza cou el año, sume usted, pues. Enterado délo demás. D. L. G. — Torrecilla de Alcañiz.— Supongo en su poder el paquete. Oomo V. comprende, es una friolera lo que remite; pero corno se trata de lo suyo, me creo en el deber de darle gusto. Hay números que ya se han agotado, y por lo tanto me quedo sin la colección (Et Administrador.) 306.— Recibida la suya, la que remito al Director por lo que á e'l se refiere. Está cubierto hasta Diciembre 88. 118. — Recibida su grata con las libranzas, Pagado fia Diciembre 89. (1) En el número último un error de pluma nos hizo decir que el fi nado era padre del Sr. Barrachina, cuando en realidad era tio. Teruel: Imp. de la <"asa de ESeneítvencía.