Obras de reparación en las cúpulas y chapiteles del templo de Nuestra Señora del Pilar. (Foto Lozano) comisión de técnicos dos arquitectos que realizaran la obra, lo cual se hizo por votación, saliendo elegidos como primero el señor Atienza y como segundo el señor Yarza, entregando la Junta como gratitud a los no elegidos, por su celo y desinterés, una preciosa Virgen del Pilar de plata. Don Juan Antonio Atienza fué "caballero de la Real y militar orden de San Fernando, arquitecto de la Real Academia de este nombre, académico correspondiente de la misma y de número de la de San Luis de esta ciudad". Trabajó muchísimo en comisiones de estudios y construcción de ferrocarriles e hizo la capilla del cementerio del Hospital. Pero su obra maestra, y que da la medida de su .„.!,.,.,.,=>,«,„„„..,.&,... .||| m mmm líÉÉ alti fes Pintura de D. Marcelino de Unceta, en la cúpula de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza difícil era proporcionarse buena documentación para trabajar en estilos de la Edad Media. José Yarza y Miñana no gozaba de menos honores que su compañero. Perteneciente a una familia de arquitectos que arranca del siglo xviii y aun continúa en nuestros días, era de las Academias de San Fernando, de la que era arquitecto, y de las de San Luis, de Zaragoza, de San Carlos, de Valencia, y de la Purísima,, de Valladolid. Arquitecto municipal de Zaragoza por espacio de treinta y nueve años, y del Ilustrísimo1 Cabildo metropolitano habiendo dirigido los primeros trabajos de las obras de construcción en el Pilar y las de reparación en la Torre nueva. Nuevos proyectos para la cúpula que fueron sometidos a la . aprobación de la Academia de San Fernando, y tras de tanteos preliminares, en 2 de mayo de 1866 se derribaba el cascarón que cubría el crucero hasta esa fecha y se comenzaba a levantar el anillo sustentante, empleándose para avanzar más, una máquina fija de vapor de cinco caballos de fuerza, capaz de elevar a cuarenta metros un peso de mil ochocientos kilogramos, lo cual constituía entonces algo sin precedentes. En los primeros meses del año 1867 se terminó el primer cuerpo, y para dar lugar a que hiciesen asiento los materiales, se interrumpió la obra; el ocupar a los obreros determinó construir los platillos de los costados del coro y las dos cúpulas menores situadas delante del mismo. En junio del mismo año se comenzaba el cuerpo de ventanas de la cúpula mayor, las cuales se cerraban en agosto, sentándose las partes de sillería por el maestro cantero y marmolista Gregorio Campos, quien también hizo las columnas exteriores con sus capiteles y entablamentos. En enero del siguiente, dejaba de existir uno de los arquitectos directores, don José de Yarza y Miñana, quedando'' encoméndadas las -obras aP otro director., don José Antonio Atienza. Habían llegado los trabajos a su máxima dificultad: el cerramiento de la bóveda. Para ello, en julio se colocaban las grandes cerchas directrices, y con tal celeridad se llevaron los trabajos, que en noviembre se llegaba al anillo en que se asienta la linterna, la cual se cerraba en agosto del sesenta y nueve a presencia del arquitecto director y del presidente de la comisión administrativa don Mariano Yoldi, quien se complugo en colocar personalmente el último ladrillo, _ dirigiendo después la palabra el aparejador don Pedro Visié, quien elogió calurosamente a los obreros que con tanto entusiasmo habían aportado su esfuerzo para tan magna obra. La bandera española, como símbolo de la feliz terminación de ella, ondeó en lo más alto el 8 de diciembre de 1869, día de la Purísima, próximamente a la par que en Roma se comenzaba el celebérrimo Concilio Vaticano. talento es la iglesia del Hogar Pignatelli, con su grandiosa cúpula, obra de estilo románico bizantino, atrevida de traza, de magníficas proporciones, que maravilla el pensar en la época funesta en que hubo de realizarse, que tan Las pinturas de la cúpula mayor Continuaron los trabajos en el resto del templo, advir- 165