ta, grande aljibe para recoger las aguas pluviales, y en 1905, la fachada de la iglesia. Cultos, fiestas y milagros de Nuestra Señora de Herrera La devoción a la Virgen, bajo esta bella advocación de Nuestra Señora de la Sierra de Herrera, se extendió pronto por Aragón y aun por otras regiones y pueblos. Prueba del fervor y extensión de esta devoción fueron .las muchas joyas, valiosas alhajas y preciosos ornamentos regalados por los fieles, y las pingües fincas donadas por acaudalados propietarios que llegaron a formar un rico patrimonio de campos,, molinos, huertas, pardinas, ganados, que era administrado y cuidado por los capellanes, por los patronos y los procuradores de la cofradía. Para el servicio espiritual del santuario y para su administración había fundadas dos capellanías. Un capellán se llamaba capellán mayor y tenía el cargo de Penitenciario y Rector de la Pardina de Luco, que era propiedad del santuario; el otro era designado con el nombre de capellán menor, y tenía a su cargo la administración del santuario, el cuidado de sus dependientes y sobre todo atender a los peregrinos que subían a visitar a la Virgen, y a los pobres que durante tres días y tres noches eran socorridos con largueza y generosidad, y eran tan nuemerosos, que muchas veces y durante muchos días se juntaban más de .doscientos. La devoción a la Virgen realizaba maravillas, y encontraba recursos para estas grandes obras de fraternidad y de caridad cristiana, que resolvían sin luchas, sin estridencias, el pavoroso problema social, fuente de tantas revoluciones y violencias, y que fuera de la doctrina y espíritu del Evangelio, en vano busca el mundo moderno su solución. Para propagar e intensificar el culto y la devoción de la Virgen de Herrera, hay fundada una Cofradía de las más numerosas e ilustres de España, dice el P. Faci. Esta cofradía es muy antigua y su origen se remonta por lo menos al siglo xv. En 1501 hay acuerdos de la cofradía ordenando que sea nombrado prior siempre un vecino que viva dentro del término de seis leguas alrededor del santuario para evitar que fuese nombrado alguno que viviese en pueblo muy alejado de la montaña de la Virgen, con perjuicio y molestia para él y para la cofradía. Este acuerdo prueba que en las postrimerías del siglo xv la cofradía estaba ya extendida por muchos pueblos. El número de cofrades era muy grande; de 170 pueblos figuran en las listas de la Hermandad, de los siglos xvn y xvm, y entre ellos personas de gran distinción y dignidad. La cofradía fué enriquecida con gracias espirituales por los Papas. Clemente VIH, en 1596, Urbano VIII, en 1629 y Alejandro VII, en 655, y por muchos Prelados. Fué restaurada en 1892 por don Mariano Supervía, Obispo auxiliar de Zaragoza. La cofradía celebraba su fiesta principal el día 24 de septiembre. Hace algunos años se trasladó esta fiesta al día 10 de septiembre, porque el 24 de ese mes es el tiempo en aquellas alturas inseguro, y además, muchos años, han empezado ya las labores de la siembra. Esa fiesta es muy solemne y concurrida de los pueblos de la comarca. Muchos años se reunieron más de dos mil personas. Otras muchas fiestas se celebraban en el santuario por encargo de personas piadosas, y por varios pueblos que lo visitan en poéticas y devotas romerías- El pueblo de Herrera subía procesionalmente el día 23 de abril, festividad de San Jorge. Antes de llegar al santuario el Ayuntamiento daba un pan a todos los asistentes. También el tercer día de la Pascua de Pentecostés, que es la fiesta principal, iba en procesión. Nogueras subía procesionalmente el día 8 de mayo. Villar de los Navarros, el 15 de mayo. Santa Cruz de Nogueras, el 22 de mayo. Bádenas, el segundo día de la Pascua de Pentecostés. Luesma, el domingo' de la Santísima Trinidad. Mezquita, Fombuena y Lanzuela, no tienen día fijo. Este último pueblo preparaba un plato de judías para la comida de cada uno de los asistentes. En todas estas romerías se celebra misa solemne con sermón y procesión después de la misa alrededor del santuario, y algunos actos de piedad conmovedores y edificantes. Después de la comida, autoridades y pueblo se dirigen desde el refectorio hasta la capilla de la Virgen, cantando el Magnificat y ya en el templo se canta la Salve. Por la tarde vuelven, antes de emprender el regreso a su pueblo, a reunirse ante la Virgen y se termina la novena que han celebrado en su iglesia los ocho días anteriores. Ordenada la procesión, al llegar a la puerta de la capilla, es cantado un responso por los difuntos de la parroquia. ¡ Hermosas y santas costumbres de caridad, de hermandad y de fe, que han ejercido una influencia eficacísima y saludable en la formación y elevación de nuestro pueblo y que es preciso restaurar y conservar con diligencia ! Ha sido visitado el santuario por altas dignidades eclesiásticas y civiles ; y en él se han celebrado asambleas y ejercicios espirituales del clero de la diócesis, y otros actos innumerables. Durante el mes de septiembre suben al santuario grupos de devotos de varios pueblos de la comarca, distinguiéndose entre todos Báguena, por el número y piedad de sus asistentes. El día 1 de enero de 1810 fué trasladada en triste procesión de rogativa, la santa imagen del santuario a la iglesia paroquial de Herrera, para librarla de la impiedad y profanación de los franceses que habían amenazado quemarla. Estuvo en la iglesia parroquial hasta el 3 de octubre de 1813 y en este día, en solemnísima procesión y regocijadas fiestas, en las cuales tomaron parte todos los pueblos de la comarca, fué devuelta al santuario, pasado' el peligro y la amenaza de los impíos soldados de Napoleón. ¡Los milagros obrados por intercesión de la Virgen de Herrera, son muchos y sus favores innumerables. Su templo y camarín estaban llenos de ex votos y de cuadros reveladores de alguno de estos prodigios. Los pueblos que viven a la sombra de la santa montaña han experimentado la protección de su Santísima Madre la Virgen de Herrera, en todas sus necesidades públicas y privadas y en su amparo y protección han puesto siempre su más firme confianza. Ha curado las enfermedades del cuerpo^ y del alma. Algunos de estos milagros están expuestos en Lanuza, varios están referidos en Fací y en el folleto publicado en 1906 por los sacerdotes naturales de Herrera. Una noche, un ladrón logró entrar en la capilla de la Virgen y robó las joyas y alhajas de la santa imagen ; salió presuroso cargado con el peso de las alhajas, mas abrumada su conciencia con el peso de su sacrilego crimen, corrió para alejarse del santuario y esconder en lugar seguro los objetos robados, pero no pudo pasar, a pesar de sus esfuerzos, de una cruz que había a veinte pasos del santuario. Allí lo detuvo la mano misericordiosa de la Virgen para que conociese su pecado y se arrepintiese, como así lo hizo. En el año 1650 se hallaba cautivo en Argel un cristiano de Herrera muy devoto de la Virgen de su pueblo. Una noche soñó que se rompían sus cadenas y bogaba sobre las aguas hacia las costas españolas. Al despertar, su asombro fué inmenso ; el sueño se había convertido1 en una venturosa realidad; estaba libre y salvo en tierras españolas. En 29 de junio de 1710. en Calanda, estaban tres jóvenes bandieando las campanas durante la procesión que se celebraba por la fiesta de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y por distracción u otro motivo los tres cayeron de la torre; en este peligro de muerte invocaron a la Virgen, de Herrera y los tres llegaron al suelo, sostenidos por manos invisibles, sin lesión alguna. En 1664, el capellán de la Virgen, M. Martín Trigo, natural de Muniesa, vió que los depósitos de harina destinada a amasar el pan que se repartía a los muchos pobres que todos los días iban a cobijarse al abrigo y caridad del santuario, estaban casi vacíos ; avisó al rector y mayordomo de la Cofradía, pero por falta de recursos nada hicieron para reponerlos. La Virgen remedió la necesidad y multi-