uinta página Zaragoza, sábado 3 de febrero de 1973 ES PAÑOLES BALANCE DE LA POLITICA SOCIAL 1970 - 72 Poco después de cumplirse los tres primeros años de Gobierno, los distintos departamentos ministeriales vienen ofreciendo a la opinión pública un balance de sus actuaciones, de acuerdo con la declaración formulada por el actual Gabinete el 1 de noviembre de 1969. Este informe ha correspondido ahora al Ministerio de Trabajo, cuyo titular, Licinio de la Fuente, indicó en sus palabras de presentación del citado informe a los periodistas que «el balance supone para nosotros, antes que nada, un estímulo para seguir avanzando y completando la obra hecha». Efectivamente, esta obra difícil de la política social y laboral, en definitiva de la Justicia Social, requiere todavía el logro de muchas metas sustantivas, entre ellas, acortar las excesivas desigualdades en las rentas y salarios a nivel regional, sectorial e incluso en el ámbito de una misma empresa; reducir la emigración; continuar en el despliegue de la Seguridad Social, de la reforma sanitaria y mejora de pensiones y darle el máximo impulso a esa labor tan positiva pero cada día más necesaria de la promoción profesional y social de los trabajadores. Sin embargo, aunque en el contexto de los importantísimos objetivos que en orden a la política social y laboral se ha propuesto conseguir el Gobierno, y que son, por otra parte, exigencia y compromiso de nuestro Régimen, tengamos mucho camino por recorrer, el informe presentado por el ministro de Trabajo evidencia un progreso notablemente acelerado en el último trienio. La actividad política del Ministerio de Trabajo se concreta a lo largo del período 1970-72 en tres aspectos fundamentales —al margen de otras acciones también relevantes — : relaciones laborales. Seguridad Social y Promoción Social. En el primero de estos capítulos cabe destacar, y asi lo señaló Licinio de la Fuente, cómo las sucesivas revisiones del salario mínimo, la actualización de casi todas las ordenanzas y reglamentaciones de trabajo y una intensa negociación colectiva sindical «han hecho posible el mayor crecimiento de los salarios en relación con el conjunto de ingresos y rentas, lo que se pone de manifiesto en el hecho de que los sueldos y salarios, que suponían en 1969 el 57 '9 por ciento de la renta nacional, van a suponer en 1972 alrededor del 60 por ciento. Y como dato más expresivo el hecho también de que el salario mínimo ha crecido un 52'9 por ciento en él trienio, mientras el costo oficial de la vida se elevó solamente en un 21 por ciento. De otra parte, y el dato reviste acentuada significación, la situación de empleo se ha mantenido en términos aceptables a lo largo del trienio (a fines de diciembre último el índice de desempleo es¬ timado era del l'SS por ciento, uno de los más bajos de los últimos años), sin que en ningún momento haya funcionado la señal de alerta correspondiente del Plan de Desarrollo. En el ámbito de la Seguridad Social, el informe facilitado por el ministro de Trabajo es, asimismo, positivo y esperanzador, puesto que, aparte de haberse promulgado y encontrarse en fase de ejecución la nueva Ley de Reforma y Perfeccionamiento, la Seguridad Social ha duplicado el volumen global de sus prestaciones hasta alcanzar los 242.000 millones de pesetas, incrementándose en análoga cuantía el volumen de las pensiones y el importe de la pensión media de jubilación. Vn ritmo similar acusa el desarrollo de la asistencia sanitaria — más de 10.000 nuevas camas propias en servicio — , con 6 ciudades sanitarias, 26 residencias, 129 ambulatorios y 2 centros de diagnóstico y tratamiento. En otro orden, la Seguri 'ad Social, que protege actualmente a más de 28 millones de españoles, ha logrado mejoras sensibles en ámbitos anteriormente sin abordar, como la asistencia social a los ancianos, para los que ya se dispone de más de 90 hogares y 6 residencias gerontológicas. Finalmente, otro de los aspectos que subraya el titular de Trabajo en el balance de actuaciones de su Departamento es el relativo a la Promoción Social. De ella cabe poner de relieve dos notas singulares: la ampliación —con una inversión mínima — del número de plazas en las Universidades Laborales, que han pasado de 17.000 a 27.000 en tres años, y la formación por \ el P.P.O. de 400.000 trabajadores adultos, y la \ creciente concesión de ayudas en el marco de | la promoción social por parte del Fondo Na- \ cionál de Protección al Trabajo, que alcanzaron en el último año los 6.000 millones de pesetas. Ahora bien, como en reiteradas ocasiones ha dicho el ministro señor De la Fuente, lo que ha de importar en la política social no es el punto de partida ni los logros conseguidos, sino las metas de llegada, los objetivos que aspiran a conseguirse. «Por ello — ha subrayado— el avance de la política social no sólo no puede detenerse, sino que ha de acelerarse, como efecto principal y factor de impulso del propio desarrollo económico, apoyado, a su vez, en unas empresas cada día más fuertes, más dinámicas y más integradas, ya que profundizar en la realización de la Justicia Social es no sólo una exigencia ineludible de los principios políticos de nuestro Régimen, sino condición indispensable para su continuidad y para el perfeccionamiento de nuestras instituciones y nuestra comunidad política.» VISITA A UNA GRANJA GEN DE LA CHOZA PRIVADA, A UN PISO CUYO USUFRUCTO DEPENDE DE LA VOLUNTAD DEL PARTIDO. • ENTREVISTA CON RAMON CASTRO, HERMANO DE FIDEL. • 1973 NO ES 1964: LAS POSIBILIDADES DE UN ACERCAMIENTO NORTEAMERICANO. • EL BLOQUEO ECONOMICO Y DIPLOMATICO —Y NO LÀ BASE DE GUANTANAMO— , PRINCIPAL PUNTO DE FRICCION ENTRE CUBA Y ESTADOS UNIDOS. • MEJORAN LAS CONDICIONES DE VIDA EN EL PAIS Han pasado catorce años desde la revolución ; más de diez años 'desde que se decretó el bloqueo lié Cuba en Punta del Este. A qué puntó han sido duros estos añas queda tal vez subconscientemente reflejado en un "slogan" que actualmente puede verse con frecuencia en el país y por el ue Fidel Castro proclama: "Por Chile, no estamos só;o dispuestos a - ar nuestra sangre, sino también hasta nuestro propio pan". El orden de los valores es significativo. La sangre resulta todavía más barata que el pan. Este último — expresatío en entregas voluntarias de parts del racionamiento de azúcar que cada ciudadano recibe — constituye el último sacrificio. "Teníamos latifundio... nuestra finca fue la primera intervenida... Yo sigo haciendo la misma vida de antes... Entonces trabajaba el campo, hoy sigo trabajando el campo." Me encuentro en el "Valle de la Picadura", en una granja genética creada en lo que hasta hace poco fue selva, a unos cincuenta kilómetros de La Habana. Quien acaba de recordar esíe pasado y de relacionarlo con el presente es Ramón Castro, hermano de Eidel. Como Fidel, Ramón es un hombre alto, fuerte, exuberante. Tanto se parece físicamente también, con su barba ligeramente rizada, su uniforme de faena y su gorra del Ejército al líder de la revolución cubana, que cuando le he visto por primera vez al lado del "Jeep" ruso a cuyo volante recorrerá después la granja para enseñarme el ganado y las instalaciones, he creído encontrarme improvisadamente con el propio "Comandante". Hectárea tras hectárea de selva ha sido convertida en pastos cercados, irrigados, abonados, con objeto de producir vacas y toros sementales capaces de transformar U calidad del ganado cubano, incrementando la producción lechera y de carne. Se experimenta, se hacen cruces, incluso con bisonte. Se ha invertido una ingente cantidad de trabajo y de dinero en la empresa. "Esto no hubiera podido hacerlo un particular", me dice el hermano de Fidel, FALTAN BRAZOS Es evidente la satisfacción que Ramón Castro siente en dirigir esta obra, en velar también sowre la construcción del bloque de viviendas que se está levantando para los campesinos de los aledaños, nuevo pueblecito con casas de planta baja y tres pisos, tres o cuatro familias por planta viviendas que no atraen siempre, empero, al guajiro, pues implican el abandono de su choza, auténticamente suya, de su cerdo, sus gallinas y hortalizas, a cambio de un piso cuyo usufructo dependerá en última instancia de su conducía, es decir, de la buena voluntad del Partido. "Faltan brazos — me explica Ramón Castro mientras recorremos la zona — ; todos estudian hoy... La zafra se lleva medio millón de hombres... Y luego hay el Ejército, cuya existencia nos impone el imperialismo... El Gobierno nos pide ésto y lo de más allá... Hay que hacer frente a todo, con los recursos de que disponemos." Es curioso comprobar cómo Ramón habla del "Gobierne" cuando se refiere a cuestiones administrativas, y cómo tan sólo emplea las palabras "Fidel" o "mi hermano" tVVWWW4^««/VW^/VV\/VWVVWV\AAVVAW ^"VVVVVVVVVVVVVVVVVVW. wvwwwvwwww - PERIODICOS «Giornali in crisi» fue el título de un libro de Angelo del Boca, • editado en Italia pocos meses antes de que se concluyera mi corresponsalía en Roma. Se trataba de un estudio extenso y minucioso sobre la situación de la Prensa en el mundo, cuyas conclusiones eran desoladoras. Durante los cuatro años transcurridos desde la aparición de «Giornali in crisi», los augurios de Angelo del Boca se han visto ampliamente confirmados. La vieja «industria de la noticia» atraviesa un período amargo. Acaso el más desmoralizador de su historia. Si el interminable año bisiesto de 1972 arroja un balance aciago en muchos campos de la actividad humana, en el espacio del periodismo impreso quedará para la historia como un «año negro». Lo inquietante, sin embargo, es que las predicciones para 1973 no son más halagüeñas. -, La desaparición del colosal «Life», en las postrimerías de 1972, ha constituido, sin duda, el suceso más espectacular de una crisis cuyos primeros escalofríos comenzaron a hacerse evidentes en los años sesenta. A costa del cierre de «Life», se ha vertido abundante llanto en todos los pèriódicos del mundo. Pero más que tristeza por la muerte de «Life», se evidenciaba en los panegíricos luctuosos ese temor contenido con que los ancianos suelen hablar del fallecimiento de sus amigos. El enterramiento frecuente de tantas cabeceras de larga y poderosa tradición y el progresivo e irrefrenable debilitamiento de otras muchas, llenan hoy de incertidumbre y de desasosiego a los profesionales del periodismo de todo el mundo. En 1968 con catorce millones más de habitantes, ja tirada global de los diarios italianos era. igual a la de 1936; pero en 1972, la venta real de los diarios italianos ha descendido a los cmco millones de ejemplares, lo cual significa que compran .el periódico diez de cada cien habitantes. De los seis millones de ejemplares que consumían los parisinos en 1939, se ha descendido a cuatro millones y medio, pese al enorme crecimiento demográfico de la capital francesa en ese período. Un fenómeno parejo puede descubrirse en otros muchos países y ciudades. Nueva York se ha quedado con tres diarios, cuya existencia no es precisamente óptima. Washington, Chicago, San Francisco, Los Angeles y otras grandes urbes norteamericanas, presencian un panorama igualmente desolador. De los ciento treinta y seis diarios que se editaban en Italia en 1947, sólo quedan ochenta y cuatro, bastantes de los cuales arrastran unà vida precaria. Y de los treinta y cuatro que existían en París en 1945, sólo restan once, cuya tirada se reduce constantemente: «France Soir» está ya muy por debajo de aquel envanecido millón- de ejemplares que pregonaba antaño; «Combat» malvive con una tirada de cuarenta mil ejemplares; «Le Pansien Liberé» atraviesa una crisis gravísima... Todo hace pensar que la muerte de «París Jour», a comienzos d 1972, podrá verse repetida con alguna otra sonora cabecera en 1973. ¿Cuál es la causa de esta dramática crisis? Si el problema se circunscribiera a España, no faltaría quienes achacaran el desinterés del público a las limitaciones políticas, a los condicionamientos de la libertad y a otras lindezas de parecida entidad. Pero cuando el problema adquiere dimensiones intemacionales, cqn independencia de las formas políticas establecidas en eada país, habrá de pensarse en motivos de muy diversa índole, ¿f'.ómo entender, en otro caso,, qué en la ItaHa fascista se vendieran, proporcionalménte, muchísimos mas periódicos que eñ la Italia demv-S?"*Hca? Por Ismael MEDINA Para Angelo del Boca, las causas de la crisis de los periódicos en Italia debían establecerse en este Orden: falta de renovación en el concepto de los diarios; subdesarroílo cultural y socioeconómico; desconfianza respecto de los periódicos, nacida de la convicción de que los mismos están casi siempre al servicio de intereses específicos, en vez de al servicio de la comunidad; competencia de la televisión, lo mismo en el aspecto informativo que en él publicitario; competencia de las revistas; aumento creciente de los costes de producción de los periódicos; ineficacia en la gestión empresarial; sistemas arcaicos de distribución. Es posible que esta clasificación de Angelo del Boca sea válida para Italia. Pero no lo es del todo para otras muchas naciones. Y lo es sólo en pequeña medida para países de gran tradición periodísticaj como los Estados Unidos o Gran Bretaña. Es cierto, sin duda, que los periódicos no han acertado todavía a absorber favorablemente el hecho informativo de la radio y la televisión, abandonando la vieja y hermosa pasión por la noticia, en favor de un periodismo interpretativo y documental, es decir, de información en profundidad. Es evidente, asimismo, que el periodismo impreso anda remiso en la utilización de los revolucionarios- recursos que la tecnología está alumbrando. Pero ambos hechos no bastan por sí solos para explicar satisfactoriamente un fenómeno tan grave ,de depresión. Acaso pueda encontrarse mayor luz si se examina un proceso singular, que cada año adquiere un perfil más acusado: mientras los «grandes» caen uno tras otro y se ven cada vez más reducidos al estricto espacio urbano en que se editan, perdiendo su anterior dimensión regional o nacional, los pequeños periódicos locales se desarrollan con una agresividad y una salud envidiables. El renacimiento de los diarios locales, se intenta explicar desde un plano profesional y técnico: esos periódicos, se dice, están exentos de la competencia de la televisión, puesto que su información y su publicidad locales son, hoy por hoy, inaccesibles para aquélla. Se trata de una realidad, palpable pero insuficiente como justificación. Algunos estudios sociológicos realizados en relación con éste ferjómeno, parecen sugerir que al hombre de la sociedad del consumo le interesa cada día còn mayor fuerza su mundo próximo, el dé su relación y sus intereses directos, en muy superior medida que el mundo de las grandes dimensiones. Es como si el hombre de nuestro tiempo se creyera marginado e impotente en relación con los fenómenos políti-eos, sociales, económicos y culturales de gran ámbito, y propendiese a buscar un espacio en el que pueda , sentirse realmente protagonista e influyente. ¿Acaso el hombre de nuestro tiempo avanza Instintivamente, casi a ciegas, hacia la resolución de su irrenunciable protagonismo en el espacio de las democracias locales? Es un tema sugestivo que bien merecè la penà ser pensado con détenimiénto. i1! (PYRESA) CA Interior de uno de los apartamentos del ptieblo La Yaya, amueblado, según se le entrega a los habitantes de la región Terminal de azúcar a granel, en Cienfuegos (Las Villas) v cuando rel;. ta anécdotas familiares. El hombre está en constante movimiento, impulsado no sólo por el entusiasmo que a todas luces le produce la vida del Campo, sino también por una energía que parece inagotable. Recorremos los establos, el cent, o de ordeño mecánico; visitamos la planta de refrigeración de . leche. El diálogo — o mejor dicho, el monólogo, pues é.5 naturalmente, sobre todo, Ramón quien habla — se hace un poco a sallo de mata. — Realmente — me dice — , tengo hoy mayor satisfacción que en tiempos del capitalismo. Entones, apenas hubiera podido ayudar a unos cuantos hombres; hoy pueá<. ayudar a muchos. Trabajo carca de dieci. 'is horas por día... Trabajo todos los .domingos. En junio prcxiif.o, cuando cumpla doscientos domingos de trabajo seguidos, me iré a Mongòlia. RECUERDO DE UN VIAJE La perspectiva de este viaje le recuerda otro que hizo a Europa, un afso antes de la revolución. Estamos sentados ahora en una cabana. Ramón Castro me ha oírecido un vaso de yogurt, hecho — explica — con lenneutos buigaros. Y también me La dado una copita de ron cubano, lo que aquí llaman "una bebida caliente". — Estuve en España en el último r.ño del capitalismo — rememora — . Mi padre era de Lugo... Aún tenia ahí, por aquel entonces, a una tía... Vivía en una casita... La despensa esta llena de jamones. Sólo vivía para comer. Yo hubiera reventado, de quedarme allí... Le dejé unas pesetillas y me marché. Me había embarcado en Nueva York, camino de Barcelona. Aproveché la estancia en Cataluña para visitar Lourdes... ;Qué barbaridad! — exclama — . Allí había centenares de enfermos en camillas... un fanatismo increíble. Ramón Castro vuelve al tema esencial del viaje a España. "El objeto fue — me dice — un transporte de armas... Las iba a proporcionar un contrabandista... en Algeciras. Aún tengo su nombre en algún sitio. No me gustó el tal individuo... Le dejé... Me .oví a Cuba." El hermano del "Comandante" sigue recordando aquella época: "En Barcelona — cuehta — , un periodista me preguntó si Fidel y yo éramos comunistas. Le dije què no. La verdad; teníamos más o menos las mismas ideas que ahora. Però lo que es comunistas, no lo éramos.,. Así de rabiosos. Pero bajo la presión imperialista — prosigue — , esta revolución fue inevitable. Por cierto — añade con pasión — , cuando veo lo que América hace en Vietnam, pienso que, de haberlo sabido cuando era' niño, me hubiera hecho comunista a los siete años. Yo soy un capitalista reformado — me explica ahora — , un socialista de adopción y no de necesidad, impulsado a serlo por las circunstancias... A mí me parece que todo el mundo tiene derecho a lo mismo, cualesquiera sean sus ideas... Si todo el mundo pensara lo mismo, esta vida sería muy aburrida". — Es evidente que su labor actual le produce satisfacción — comento. —Sí, mucha, aun cuando no faltan los problemas, ni las dificultades, hi los sinsahores. VICISITUDES CON LAS MAQUINAS RUSAS Ramón Castro recuerda ahora una anécdota. "El Che — me dice — me regañó un día públicamente porque yo no tenía mucha fe en las máquinas para la zafra. Luego, realmente, se puso a hacer a renglón seguido el elogio dé mis méritos y de mi entusiasmo. Pero, ¡lás pasé...!.", "La verdad — «omenta — , la primera máquina soviética para la zafra no dio buen resultado. Luego, la segunda ya fue mejor. Ahora funcionan discretamente." Ha caído la noche. El automóvil "Moskvich" puesto a mi disposición me espera para volver a La Habana. Ramón Castro aún tiene muchos kilómetros por recorrer al v»lante de su "Jeep" ruso antes de regresar a su liogai-, ' muchas cosas por inspeccionar, verificar; rfiacha gente que estimular con el ejem¬ plo de su propio dinamismo. Su campecli.tnería es desbordante; su energía, inagotable. Es evidente que este hombre musculoso, de fuerte estatura, de temperamento extroverso, disfruta de cada momento d" tan ajetreada existencia. Pero e! momento actual cubano no es sólo de esfuerzo económico. Un nuevo clima internacional parece estar a punto de desarrollarse, que podría influir notablemente sobre las relaciones futuras entre éste y los demás pueblos de la Tierra. Empero, a pesar de los muchos rumores recogidos por infinitos órganos de Prensa y por numerosas cancillerías de una posii" ; distensión en las relaciones cubano-norteamericanas, a pesar del hecho, incluso, de que un número creciente de países hispanoamericanos han decidido reanudar sus vínculos con La Habana y de la apertura de negociaciones sobre la cuestión del secuestro de aviones o barcos, entabladas por conducto suizo entre Washington y La Habana, el bloqueo continúa. Cuando Jamaica, Barbados, Trinidad y Tobago, junto a Guaya na (que no es miembro de la O. E. A.), decidieron normalizar en diciembre pasatío sus relaciones con Cuba, ei Departamento de Estado norteamericano declaró por boca de su portavoz Charles Bray: "Consideramos este desarrollo como desafortunado. Las sanciones económicas y diplomáticas aún están justiiicadas". Pero líHS no es 1964. El mundo ha cambiado mucho desde entonces, incluso en lo que atañe a las posturas respectivamente adoptadas por las superpotencias, independientemente de su ideología. El desarrollo de los acontecimieníos es tal, que si Washington realmsnt-í decidiera mantener su postura anticubana actual durante mucho más tiempo, bien pudiera quedarse prácík-ameníe solo en ella en este hemisferio. Evidente parece ser que el Gobierno estadounidense no lo ignora y que, aun cuando sólo fuere para evitar un revés inútil en un futuro más o menos cercano, esta comprensión ha inducido ahora a la Administración Nixon a esbozar ios primeros ademanes de un posible acercamiento. Ilustra dramáticamente esta nueva actitud la decisión sin precedentes tomada semanas atrás por Estados Unidos, de encarcelar a tres ( súbditos cubanos que secuestraron una nave pesquera para huir a Miami. Cabe recordar çiye los jueces de Florida dictaminaron8 incluso la deportación de estos hombres. Tan significativo como este desarrollo es el hecho de que el Gobierno nicaragüense aceptara la ayuda ofrecida por Cuba tras la tragedia de Managua, y con esa ayuda, incluso la presencia de médicos y enfermeros cubanos en Nicaragua. PERSPECTIVA CUBANA La coyuntura internacional parece ser particularmenie favorable para el Gobierno cubano en la triple medida en que; 1. El bloqueo hemisférico económico y diplomático se está desmoronando. %. El presidente Nixon parece tener interés en evitar toSa nueva causa de fricción con Moscú y, por ende, todo interés en reasegurar a la U. R. S. S. en lo que a la política norteamericana frente a Cuba se refiere. 3. El esfuerzo y sacrificio hechos aquí en aras de mejorar la condición económica del país están produciendo, por fin, resultados. Mas si la coyuntura es indudablemente favorable para una normalización de las relaciones entre La Habana y el hemisferio, incluso entre La Fabana y Washington, aún se afirma quí que el Gobierno de Fidel Castro no tiene, por ahora por 1© menoá. la intención de explotarla. Si los demás países socialistas pueden establecer relaciones más o menos cordiales con el gigante norteamericano a pesar de las profundas diferencias ideológicas. La Habana insiste por éiu parte todavía en que han de quedar establecidas determinadas premisas antes de que, a su vez, pueda dar eventualmente* semejante pj"so. Estas premisas no afectan solo y meramer.te las relaciones cu¬ bano-norteamericanas propiamente dichas, ¡uno que incluirán también factores externos, tales como la intervención estadounidense en el Vietnam, su "papel de gendarme" frente a los demás pueblos de Hispanoamérica, o, incluso, su política en el Medio Oriente. Se declara categóricamente en La Habana que las negociaciones en curso sobre el problema de secuestros de aviones o barcos tan sólo tienen por objeto resolver exclusivamente esta cuestión, sin poder ser consideradas, pues, como un primer paso dado en la senda de ulteriores acuerdos. Una y otra vez se subraya que Guantánamo no constituye la manzana principal de la discordia cubano-norteamericana, que no representa el obstáculo esencial alzado en la senda de' una posible convivencia. Mucho más importan, te que la presencia norteamericana en esta base situada en territorio cubano, seguiría siendo — se asegura — el bloqueo económico y diplomático decretado por Washington y la ingerencia estadounidense en los asuntos internes de los países dt Hispanoamérica. El hecho de que el retorno de Guaníángmo . la soberanía cubana no constituya la primera de las condiciones que deberían que d a r cumplidas por Estados Unidos en aras de iniciar una mejoría de relaciones cubano-norteamericá nas, sino que por lo contrario se le ha dado "última prioridad" en el abanico de las desavenencias, sugiere que un acomodamiento en lecha más o menos ieja,na no debería ser del todo imposible. Por ¡o demás, s no existe por ahora la posibilidad de eliminar esta base estadounidense, cr.be señalar que Washington no le atribuye ya an papel estratégico vitar para la defen. s? del canal de Panamá. GUY , BUENO. (Pyresa.) YA ESTA A LA VENTA EL NUMERO DE FEBRERO En el número de la revista «Teresa» correspondiente al mes de febrero de 1973 encontrarán ustedes una serie dé interesantes artículos y reportajes, entre los que cabe destacar: • Carta abierta a la «Cuesta de febrero», quizá la más dura del año. • Recuerdo de «La ametralladora», primer semanario de humor nuevo nacido durante la guerra. • Las formas de educación preescolar. • Los «Coros y Danzas» en Varsòvia y Bruselas. • El amor de la princesa Ana de Inglaterra. • El secreto dfel éxito de los millonarios famosos. • La realidad del parto por descompresión. • El mercado «hippy» del Rastro de Madrid. • La expresión corporal, como nueva dimensión de la educación física. • La confesión de Mia Farrow. Además de es tos. y otros reportajes de gran interés, «Teresa» les ofrece amplias secciones de moda, decoración, labores, hogar, así como una extensa información sobre las pieles artificiales. Y junto a todo esto, los espacios habituales el mundo del cine, musical, el consumo y el consumidor, cocina, consultorio general, y en su parte literaria, la historia de los amores ie Luis XV .de Francia y el, cuento de Pío Baroia, «Elizabide él vagabundo».