ir ZARAGOZA, abril - mayo - junio 1965 Año XL — Núm. 275 lARAGOZA ESÜW) 1 ERVEL^? REVISTA GRAFICA DE CULTURA ARAGONESA Director: Victoriano Navarro González Dirección y Admón.: Plaza Sas, 7, bajo • Telíf. 2-11-17 Depósito legal Z. 116, — 1958 o O El Camino de Santiago T JNA vdeja tradición enlaza la figura de Santiago el Mayor con la evangelización de España. Según ella, el Apóstol recorrió las calzadas romanas de la Península predicando la doctrina de Cristo, antes de sufrir martirio en Palestina, hacia el año 44. Más tarde, sus discípulos recogen el cuerpo y llegan con él hasta las costas de Galicia; desembarcon en Iría Flavia (cerca de Padrón) y, tras varios prodigios, llegan al monte "Liberum donum", donde queda enterrado el Santo en "arca marmorica". Suceden varios siglos de olvido y de silencio hasta el siglo IX, en que extrañas luces y cantos de ángeles conmueven al ermitaño Pelayo, que decía misa en San Fiz. Avisado el obispo de Iria y hechas excavaciones en el sagrado lugar, se descubre, al fin, el oculto sepulcro. Era el año 813 y reinaba en Asturias y Galicia Alfonso II el Casto. De la segunda mitad del siglo IX se conocen ya testimonios documentales que aluden a la invención del sepulcro, y en el orden artístico hay que referirse a la construcción de una hermosa iglesia por Allfonso III (872) y a la donación de una cruz con filigrana de oro (874) "en honor del Apóstol Santiago". Mas poco importa reseñar cómo se propaga la noticia, sino destacar, como fruto del descubrimiento, la llegada de pere- grinos a Compostela, la nueva ciudad que crece en torno al santuario. De todas las comarcas de Galicia y del resto de Epaña cristiana debieron de afluir en seguida; pero no pasarían muchos años sin que se despertara en tierras de Francia el deseo de venerar la tumba del Apóstol. El año 950 va a Santiago el obispo de Aquitania, Gotescalco, "con una gran devoción y acompañado de una gran comitiva"; hay que pensar que otros llegarían antes, aunque no quedara de su viaje memoria. Desde luego puede asegurarse que, de un modo prodigioso, la afluencia de romeros fue creciendo hasta alcanzar su apogeo en el siglo XII, gracias al esfuerzo de la poderosa orden de Cluny en estimularla, estableciendo prioratos y hospederías a lo largo del Camino de Santiago, que llegó a convertirse en una bella ruta del románico en España. Un texto valiosísimo, que permite conocer la ruta que seguían los peregrinos, se incluye en el libro V del Codex Calixtinus, donado por un romero, Aymeric Picaud, y que puede fecharse hacia el año 1140. Se trata de una verdadera "Guía" de turismo, con noticia "de las jornadas del camino apostólico" , " de los nombres de los caminantes de Santiago", "de las aguas amargas y dulces del camino,\ "de las cualidades 1 —