nero de todos los españoles! Un dato escalofriante: a nivel nacional, el 62 % de los peticionarios sólo consiguió el 22 % del dinero. Por eso la UAGA-COAG ha solicitado las cuentas totales de la campaña de ayudas del año pasado, en la que se distingue a qué tipo de explotación según su tamaño han ido los créditos. Este año las ayudas al campo están marcadas por la búsqueda del voto. Las zonas más afectadas en España son el Ebro y el Duero, y en este último se decidirá quién de los dos partidos (UCD o AP) tendrá más diputados y ostentará la representación de la derecha en el Congreso. Por ello, se libra una batalla subterránea entre los que creen que una ayuda rápida y amplia favorecería sus posibilidades de permanecer, y los que prefieren que el problema se agrande para hacer bandera de la desesperación del campo. La UAGA no quiere entrar en juegos políticos que a nada conducen. No queremos palabras, no queremos promesas, no queremos que los políticos «estén a nuestro lado» y «nos comprendan». Les exigimos que hagan honor a su nombre y en sus planes de gobierno figure y cumplan una Política Agraria coherente y eficaz. Por supuesto, nosotros queremos que esta Política Agraria se base en la ayuda a la explotación familiar. Queremos destacar, por último, el no cumplimiento por el Gobierno del acuerdo del Congreso, en que se estableció subvenciones a fondo perdido a las explotaciones pequeñas más afectadas por la sequía. José Luis Alonso es ingeniero agrónomo, secretario técnico de la UAGA Las medidas propuestas por UAGA-COAG son fundamentalmente: 1. °) Subir las producciones mínimas consideradas para declarar una zona catastrófica y que todas las explotaciones por debajo de ellas se puedan incluir también en las ayudas por la sequía. Esta petición pretende evitar que comarcas cuyas medias de los 3 ó 5 últimos años son muy bajas se queden fuera de la cosecha. 2. °) Traslado de las amortizaciones e intereses que vencen este año, de todos los créditos oficiales, al año siguiente al último que figura actualmente en la póliza. 3. °) Créditos para trigo y cebada de 30.000, 25.000 ó 20.000 ptas/Ha., según los daños sean superiores al 90%, del 70 al 90%, o del 50 al 70 %. Los créditos se piden en las mejores condiciones posibles de amortización e intereses. 4. °) Subvención de 6.000 ptas/Ha., hasta un máximo de 300.000 ptas., para aquellos pequeños agricultores que trabajan directamente la tierra y viven exclusivamente de ella, y que por tanto están inscritos en el Régimen Especial de la Seguridad Social Agraria como por cuenta propia. Además, deben acreditar ser la cosecha siniestrada su principal fuente de ingresos. 5. °) Considerar como titulares de la explotación a los arrendatarios y aparceros. 6. °) Supresión de las Jornadas Teóricas en las provincias afectadas. 7. °) Eliminación del tipo de las 50.000 ptas de líquido imponible como cláusula discriminatoria entre trabajador por cuenta propia y autónomo. 8. °) Préstamos para semillas y fertilizantes sin interés para asegurar la sementera del próximo año. 9. °) Incrementar la perforación de pozos por el IRYDA. 10. °) Ayudas en pienso para la ganadería afectada, mediante^ créditos sin interés. Modificación de las fórmulas del pienso base. 11. °) Para acabar con el actual sistema de «ayudas Las alternativas de la UAGA benéficas», implantación para la próxima cosecha del seguro de sequía en todo el ámbito nacional. Sabemos que con estas peticiones no se restituye al campo más que una parte de lo perdido, pero creemos que con ellas se produce un esfuerzo solidario en pro de las clases económicas más indefensas entre los agricultores y se garantiza la continuidad económica del sector. Por otra parte, todos debemos ser conscientes de que los recursos del Estado son escasos y no deben ser utilizados como bandera demagógica ni por unos ni por otros, aunque tal vez sea demasiado esperar en un año de elecciones en que todos se acuerdan del campo para darnos palabras, cuando lo que necesitamos es una política agraria realista y bien coordinada cara al futuro. Plan de la UAGA a largo plazo Largo plazo indica que no se puede llevar a la práctica en este año, pero sí se debe empezar a dedicar dinero en grandes cantidades para su aplicación paulatina. I.0) Incremento de los regadíos hasta el máximo posible. Ello implica: a) Continuar las investigaciones y estudios sobre disponibilidades de agua superficial y subterránea, problemas y formas de solucionar los de las futuras zonas regables, como salinidad, drenajes, etc. b) Delimitación de las obras de regulación de los ríos necesarios, atendiendo no sólo a su coste en construcción, sino a sus costes sociales y ecológicos. c) Delimitación de las grandes y pequeñas zonas re¬ gables, con sus redes necesarias tanto de acequias como de desagües. d) Establecimiento de una política integral de puesta en regadío que incluya los factores sociales y comerciales. Potenciación de la agroindustria en los nuevos y antiguos regados. e) Establecimiento de una nueva política de financiación de los regadíos estatales y privados para que el dinero aragonés se invierta aquí, y que permita construir todo lo que falta antes de que acabe el siglo. 2.°) Una investigación aplicada que comprenda: a) Investigación y divulgación de nuevas variedades mejor adaptadas a nuestras tierras. No podemos seguir importando una tecnología de semillas pensada para incrementar las ventas de abonos y fitosanitarios y que no tienen en cuenta las características de nuestro clima y suelo. b) Investigación de cultivos o actividades alternativas para aquellas zonas que son marginales para la producción de cereal. Este compromiso lo tiene el Gobierno desde la primera negociación de precios y ha sido reiteradamente incumplido. c) Potenciación de una ganadería complementaria de la agricultura y no basada en la importación de concentrados alimenticios. d) Investigación y divulgación de nuevos métodos de cultivo que ahorren energía, incrementen la eficacia de utilización del agua por la planta y almacenen más agua. Esto no es una utopía y en algunos países como Argentina se lleva varios decenios de investigación y aplicación de estos métodos. e) Aceleración de la implantación de los Seguros Agrarios Combinados en los principales cultivos y ganados, lo que permite garantizar unos ingresos mínimos al agricultor, lo . que a su vez redundará en una estabilidad económica al mantener éste su demanda con el consiguiente efecto beneficioso sobre el resto de la economía. Pero, ¿habrá voluntad política de los aragoneses para hacerlo? 12 ANDALAN