Militarismo y pacifismo CARLOS FORCADELL La actualidad de las últimas semanas ha tenido un carácter militar, y a la vez antimilitarista y pacifista. Al fin y al cabo, el mismo día en que se celebraba en Burgos la jornada de las Fuerzas Armadas, Zaragoza era escenario de una creativa y original manifestación pacifista en contra de la presencia militar norteamericana en España. Nadie pretende que TVE y los medios de comunicación presten similar atención a actos tan distintos, pero muchos se ofenden de que el puente por la paz zaragozano, que ha merecido la atención de prensa extranjera, alemana y americana especialmente, no goce de las mismas facilidades televisivas, en el mismo día de su realización, que las canastas de Corbalán o el gol de Maceda.* Unos segundos dedicados al tema por el telediario del lunes ocultaron más que revelaron la masiva asistencia. Pero es que además, el lunes 30 de mayo se acordó definitivamente la compra de los aviones FACA. Unos 270.000 millones de pesetas van a costar los 72 encargados a la Douglas americana. Es la tercera reducción desde los 144 propuestos hace más de un año por el Gobierno anterior, y a última hora se ha rebajado la cifra de 84 que se había barajado últimamente. Todo lo cual ha provocado algún malestar en los responsables del Ejército del Aire. Malestar contrastado por la incompresión cada vez más extendida del creciente gasto militar. Porque una vez solucionado el tema de los FACA está previsto dotar al ejército de misiles antiaéreos — varios candidatos a vender como siempre: americanos, ingleses y franco germanos — , que costarían unos 30.000 millones de pesetas; gastar unos 15.000 millones en helicópteros, que podrán ser franceses o norteamericanos; dotar a la Armada de un grupo de combate con base en Rota que costaría más de 200.000 millones, aproximándose el gasto al del programa FACA; elegir entre los carros de combate Leopard (alemanes) o los AMX (norteamericanos)... Indudablemente la modernización del Ejército español configura a España como uno de los mejores clientes de la industria armamentística mundial. El Gobierno socialista español se limita a servir estas necesidades utilizando demoras en la elección de proveedor bajo la hipotética forma de bazas a jugar para otras contraprestaciones. Todo, pues, bien contrastado con el espíritu de la demostración pacifista de Zaragoza, acontecimiento de alcance nacional e internacional que, insistimos, ha sido cuidadosamente ocultado por los medios de comunicación, es decir por los responsables de radio y televisión españolas. Las reivindicaciones pacifistas tienen una ventaja, y es que son muy claras y sencillas y pueden ser asumidas y comprendidas hasta por los niños (al igual que las reivindicaciones obreras de fines del XIX: jornada de ocho horas, abolición del trabajo infantil...); justo lo contrario ocurre con el vocabulario de la OTAN o de las negociaciones sobre cómo armarse mutuamente (erróneamente llamadas de desarme) entre los dos bloques militares, limitadas en su consciente complejidad a la comprensión de los expertos. El 30 de mayo es también Los crecientes gastos militares contrastan con el espíritu de la demostración pacifista en Zaragoza. * En la sección «Al cierre» de este mismo número comentamos más extensamente el comportamiento de RTVE en Aragón. el primer aniversario de la adhesión de España a la OTAN. Sería una tarea cruel trabajar hemerográficamente sobre las posiciones políticas que el hecho generó hace un año en la entonces oposición socialista. Pero el hecho cada vez más evidente, y más trascendente por muchas razones, es que al año de cumplimentarse la adhesión todo parece indicar que el Gobierno socialista está decidido a cumplimentar la integración (cada país tiene un modo de integración distinto, España también lo tendrá) a cambio de la entrada en el Mercado Común. Y todo ello está previsto para mediados de 1984 o para la segunda mitad de este año orwelliano. Felipe González avisó de este planteamiento a Shultz y Weinberger en su visita a Madrid y por ello, y porque la presencia de las bases por sí misma es una forma de estancia en la OTAN, salieron tan contentos de la entrevista. Luego apoyó la doble decisión en Bonn, y antes de partir para una gira americana que le llevará a USA en la segunda quincena de junio, ha explicado la necesidad de redefinir las necesidades de la defensa española. El argumento de que una decisión en torno al tema del prometido referéndum se pospone mientras dure la tensión esteoeste es muy poco serio, porque tal tensión ha durado, dura y durará bastante. El Gobierno tiene, pues, decidida su actuación en este tema. Se jugará la carta de una España plenamente integrada en la OTAN cuando tenga la seguridad de que habrá una España plenamente integrada en la CEE. Venderá el riesgo político y las dificultades con el reacio electorado español como contrapartidas a las dificultades que pueda comportar la entrada de los productos agrarios en el Mercado Común. Los jóvenes nacionalistas españoles negociarán duramente. Todo lo demás son engaños. «La ironía de la historia pone todo patas arriba» (Engels, muy citado últimamente en Zaragoza), y el primer Gobierno socialista uniforme y monocolor español tiene el destino, a lo que parece, de liquidar la neutralidad española. La primera semana de junio Narcis Serra asiste a su primera reunión en Bruselas con sus colegas de Defensa de la Alianza. La cuestión es si se podrá reorientar una sociedad y una opinión pública mayoritaria con la misma facilidad con que se sacude un partido político. 10 ANDALAN