Un nuevo estilo Sin lugar a dudas, el hecho político más importante acaecido en la última quincena ha sido la asunción por el PSOE de la presidencia de la Diputación Provincial. Isidoro Esteban Izquierdo es la persona que va a imprimir el necesario nuevo estilo para regir los destinos de la institución oficial más poderosa en Teruel. Militante del PSOE desde 1977, Isidoro Esteban puede muy bien ser el hombre del «cambio» para reconducir los destinos y los poderes de la Diputación Provincial. Ya en su breve intervención, tras salir elegido presidente, indicó su propósito de frenar la regresión económica y social de la provincia y de hacer posible también que Teruel sea un lugar para vivir para todos aquellos que un día emigraron. Para ello será imprescindible que la Diputación Provincial haga un replanteamiento de sus actuaciones de cara a conseguir un desarrollo óptimo de las distintas comarcas turolenses y aprovechar sus respectivos recursos: la minería, la agricultura, la gandería, montes, turismo, etc. De ahí que la piedra de toque para este «cambio» sea la redistribución más justa y de acuerdo con las necesidades de cada zona, sin discriminaciones y con rentabilidad en las inversiones, de los cuantiosos ingresos que recibe la Diputación Provincial por el concepto del Canon de la energía. Santiago Marracó, presidente de la D.G.A., que estuvo presente en el acto, comentaba a su término que, precisamente ahí va a residir el «cambio socialista» en las Diputaciones Provinciales: en que su funcionamiento se adecúe a las auténticas y reales necesidades expresadas por los Ayuntamientos de cada una de las comarcas. Hay que evitar y eso está en el recuerdo de todos que las Diputaciones provinciales sean un ente dedicado a distribuir sus inversiones benefactoramente entre los Ayuntamientos amigos. El reto socialista en Teruel es que la Diputación responda, con transparencia y sin personalismos, a la ingente tarea de ayudar a resolver las necesidades perentorias que la provincia tiene para salir de la penuria actual. C. ZURITA Campo- Sequía en Aragón S.O.S. Hay temas que por su reiteración dejan de tener interés periodístico y la sequía es uno de ellos. Por tercer año consecutivo en gran parte de Aragón y quinto año en algunas zonas del Bajo Aragón y Belchite, la sequía ha asolado nuestros campos de secano y algunos de los regadíos de la margen derecha del Ebro. Junto con una parte de Albacete, Aragón tiene el triste honor de ser la zona más afectada de España. Grandes extensiones de cereal han sido labradas o pastadas por las ovejas. En muchos pueblos las cosechadoras se quedarán este año en las cocheras, esperando años mejores, y será el ganado quien se comerá las mies de un palmo de altura y las espigas con tres o cuatro granos. El otoño nos engañó, nos deparó unas lluvias que pusieron la tierra en tempero y que permitieron realizar una buena siembra y una buena nascencia, pero después el cielo nos volvió la espalda y •as nubes volvieron a pasar sin descargar nada, hasta la primera decena de junio, que en algunos casos descargó granizo. Esto ha influido en el ambiente que se respira en el campo, que es de desilusión y derrota. No tener prácticamente ingresos, o tenerlos muy disminuidos durante tres años, mientras hay que seguir viviendo, labrando, abonando, sembrando, o dando de comer al ganado, es algo que quema a cualquiera. Por otra parte, los préstamos de sequía, de fertilizantes, de maquinaria, etc. siguen venciendo y costando unos intereses que no se sabe de donde sacar. Todo ello hace que la gente desespere y si no se va del campo es porque no hay donde ir a trabajar. Tanto UAGA como APAGA han realizado sus estudios de situación y ¡cómo estará la cosa! para que ambas casi coincidan en sus peticiones de mayor apoyo a los agricultores pequeños y medianos y aquellos que sufren la sequía por tercera o quinta vez. El Ministerio de Agricultura, tras múltiples peticiones por parte de los sindicatos, tanto por escrito como personales, ha decidido intervenir: Se ha aceptado la mayoría de las medidas mínimas solicitadas por la UAGA que se pueden agrupar en tres grandes grupos: generales para los afectados, de ayuda para incentivar la próxima siembra y específicas para los más necesitados. En el primer grupo encuadramos el aplazamiento por un año del pago de la amortización y de los intereses de todos los préstamos oficiales. En cambio no se ha aceptado la propuesta de UAGA de que a los afectados por tercer año o más por la sequía se les reagrupase en uno solo todos los créditos y se les diese mejores condiciones de plazo e interés. Eso sí, limitando la posibilidad de reagruparse a un máximo por año de hasta 750.000 ptas. Para propiciar la siembra del próximo año se va a subvencionar aún más el seguro integral de cereales, que cubre tanto la sequía como el asolanado. Va a haber sub¬ venciones y ayudas para el abonado y para las semillas, que podrán ser certificadas o grano habilitado por el SENPA o por nuestras cooperativas. También es necesario, aunque difícil de controlar con justicia, el que haya ayudas a fondo perdido a aquellos que lo necesitan imprescindiblemente, ya que se han quedado sin posibilidades económicas para poder seguir manteniendo a sus familias. Estas ayudas son Siempre de muy difícil control para que lleguen a las manos de aquellos a quienes están destinadas, pero es impensable que no se den y menos por un Gobierno progresista y social. Y para acabar sólo decir que en mal momento se encuentra la autonomía plena con la agricultura aragonesa: sin cosecha, sin recursos económicos, endeudada hasta los ojos y sin tener esperanza ni en el cielo ni en la tierra. Pese a ello, todos nos tendremos que rehacer, porque entre todos ¡hay que levantarla! JOSE LUIS ALONSO ANDALAN 5