Educación especial Subnormales : ciudadanos marginados 8 c O) CD v_ MANUELA CALAMITA Y como dato de este nada agradable tema que ANDALAN trata de abordar en el presente informe, baste saber que el Ministerio de Educación reconoce un 40 % de fracasos escolares en la etapa de Educación General Básica. Datos cantan; si esto sucede entre los escolares corrientes, no es difícil adivinar lo que ocurre con los 3.372 disminuidos psíquicos que, según estadísticas del Instituto Nacional de Servicios Sociales (INSER50), había registrados en marzo de este mismo año en la provincia de Zaragoza. Iniciativas privadas Echando un vistazo al panorama de posibilidades cuando existe en la familia un minusválido psíquico, nos encontramos con un terreno lleno de dificultades. Especialmente porque, desde hace años, tuvieron que ser organismos y asociaciones privadas y no el Estado quienes asumieran la tarea de crear centros donde atenderlos. Esto ha ocasionado que, a lo largo de los últimos veinte años, se hayan seguido fórmulas de lo más variopinto. Desde escuelas mixtas a talleres ocupacionales, pasando por parvularios, todo ello hecho desde el voluntarismo de unas juntas de padres atenazadas por el problema, de un Estado que se lavaba la cara concediendo ciertas subvenciones y sin la más mínima planificación de una política para los deficientes mentales. Los ministerios del ramo — léase Sanidad, Educación y Trabajo — se han dedicado hasta hace bien pocos años a crear prestaciones, ayudas y becas para que otros hicieran lo que el Estado debiera haber asumido. Sólo ahora el Estado se ha puesto a caminar lentamente con planes nacionales de ayuda para los disminuidos psíquicos, a ordenar y coordinar el cotarro oficial, gracias a los ¿buenos? oficios del Real Patronato Reina Sofía. Pero cuando precisamente se parecía atisbar un futuro mejor para esta importante porción de la sociedad, hablas con educadores y cuidadores, con pedagogos y psicólogos, y te encuentras con que la planificación que acaba de ponerse en marcha está ya desechada en otros países más avanzados. En ellos se han dado cuenta de que lo importante es integrar en lo posible al minusválido psíquico en la sociedad y trabajan por ello. Mientras, nosotros nos dedicamos a construir y programar centros y unidades especiales que o sirven para aislar de la sociedad a los casos más profundos o se convierten en cajón de sastre donde enviar a todos los niños difíciles que molestan en una escuela. Más vale algo que nada Para ser justos con la historia de la educación especial, habrá que empezar por reconocer que es mejor agarrarnos a lo que tenemos que a la nada oficial existente hace unos años. Y en este sentido hay que reconocer que la labor emprendida por ATADES, primera asociación asistencial tutelar de subnormales creada en Zaragoza, hace casi veinte años, vino a cubrir el desierto existente en este campo. En aquellos tiempos tan sólo existía una unidad especial montada en el antiguo Hospicio de la Diputación Provincial, donde se practicaba educación especial. Por lo demás, media docena de Lo único que puede hacerse es cruzar los dedos y ¡lagarto, lagarto!; que todo vaya bien, que tu hijo salga con brillante inteligencia. De lo contrario, al problema personal que supone el tener un niño «diferente», se suman los añadidos de una educación especial escasa y mal planificada, en el mejor de los casos cara, y un futuro perfectamente pensado para que los minusválidos psíquicos sigan siendo unos marginados. En España, en Zaragoza, todavía hay ejemplos de que cuando un grupo de mongólicos acuden a jugar a un parque público, a los dos minutos desparecen del escenario los otros niños. La culpa, de todos. Todos los programas tienden a separar al subnormal del resto de los ciudadanos. aulas para subnormales creadas por el Ministerio de Educación y ubicadas en las escuelas nacionales servían, en el mejor de los casos, como garajes donde aparcar por unas horas a los chavales con problemas mentales. ATADES, como otras asociaciones españolas, emprendió el camino de crear una infraestructura: desde parvularios hasta residencia de subnormales profundos; presiones al Ministerio para que pusiera en marcha escuelas-mixtas, donde se ha podido ir haciendo la Educación General Básica. Ha creado también unos talleres ocupacionales donde los subnormales pueden realizar determinados trabajos que les permiten, una vez terminada la EGB, ganarse unas pocas pesetas, no más de quince mil en el mejor de los casos. Si bien el grave problema que se ha planteado es que no todos los disminuidos psíquicos padecen oligofrenia y ATADES tan sólo atiende a estos tipos de subnormalidad; de forma que otro tipo de lesiones que requieren educación especial, continuaban sin tener un lugar y programas adecuados para su posible mejora. Asi nacieron una serie de pequeños colegios, también privados, que se dedican a temas más especializados, como pueden ser la parálisis cerebral, autismo, etc. A pesar de todo queda una enorme franja de chavales con problemas caracteriales y de conducta, que no pueden ser encuadrados dentro de una minusvalía psíquica clásica y que requieren educación especial para poder incorporarse, en el tiempo que sea necesario, a los niveles que por edad cronológica les correspondan. Para éstos, únicamente quedan dos soluciones: o perder el tiempo en las aulas especiales de los colegios estatales, donde su problema es tratado globalmente con todo tipo de casuísticas, incluida la delincuencia, o acudir a centros privados que, naturalmente, son carísimos. Opina una madre Una madre soltera con un hijo con problemas caracteriales y de conducta opina que «el asunto es de vergüenza. Yo, primero, llevé a mi hijo durante dos años a ATADES, lo cual se supone que ya era una gran suerte para mí, pero como resulta que mi crío no es oligofrénico, a los dos años, en lugar de avanzar, se retrasaba y estaba copiando todos los mimetismos de los oligofrénicos. Lo llevé a ATADES — continúa — porque somos de Huesca; allí no había ningún centro y no sabía dónde acudir con mi hijo. La obra de ATADES me parece muy elogiable, pero, ¡claro!, para los casos de oligofrenia y subnormalidad profunda. Así que cuando abrieron el colegio El Cariño, especializado en niños autistas, cambié a mi hijo de centro porque estoy convencida de que puede avanzar mucho más en su educación. Y así ha sucedido. Pero mi problema actual es el de financiación; tengo un sueldo de 15.000 ptas. y el colegio ahora me cuesta 17.500 y dentro de muy poco 22.000. A pesar de las ayudas oficiales que he solicitado, no me llega ni con mucho para poder pagar el colegio, llevo desde enero debiéndoles dinero y, posiblemente, si no pago me lo pondrán en la calle. Y no tengo dónde llevarlo; porque Volver a ATADES es condenarlo a ser un subnormal de por vida y en la enseñanza estatal todavía no hay centros especializados para este tipo de afecciones, ya que en las aulas especiales se tratan más bien temas de reeducación. Por otro lado me han diagnosticado que mi crío, con una hora de logopèdia diaria, avanzaría enormemente y podría ponerse al nivel cronológico de los niños de su edad; sin embargo, una hora de logopèdia diaria cuesta 15.000 ptas. al mes, y eso no puedo ni soñar en pagarlo». ANDALAN ha podido comprobar por versiones de otros padres que el problema de esta mujer no es muy diferente al de muchas otras gentes. Por ejemplo, hay un buen número de padres que hace tiempo presionan a los entes oficiales para que monten centros especializados donde poder llevar a sus hijos. Han recorrido desde los ministerios hasta la Diputación General, pasando por el Ayuntamiento. Los resultados han sido nulos y la solución final casi siempre consiste en montar una cooperativa de padres, buscar un aval bancario y poner en marcha un pequeño centro con la esperanza de que alguno de los ministerios — Sanidad o Educación — lo reconozca y lo subvencione. Mientras tanto, tienen que buscar dinero de donde no hay para pagar a los especialistas que se han de ocupar de los niños. La ciase de los tontos La cuestión que plantean los educadores tiene una doble vertiente: por un lado, los educadores de la enseñanza estatal son muy escépticos respecto al funcionamiento de las famosas «aulas especiales». Según explica un maestro con dieciséis años de experiencia a sus espaldas, «el tema de las aulas especiales sólo puede triunfar si las asume todo el claustro de profesores, concienciándose del problema. Porque lo que sucede es que, de momento, las aulas especiales sólo sirven para que los maestros envíen a los alumnos que más problemas les causan, aduciendo que retrasan al resto de la clase. Así, las aulas se convierten en la clase de los tontos, en un cajón de sastre donde se mezclan niños con toda clase de problemas». Según este educador, la solución podría ser que a un niño con problemas se le enviara durante determinadas horas a las aulas de reeducación, para seguir normalmente el curso con el resto de sus compañeros. «Porque es efectivamente lo que necesita. Basta con dos o tres horas de reeducación a la semana para que muchos casos se puedan solucionar. Pero lo que está sucediendo es que, al enviarlos de forma continuada a este tipo de aulas, los crios se estancan definitivamente y acaban siendo más tontos de lo que en principio se podría esperar de ellos». Insiste en que hay, además, trastornos muy concretos como pueden ser problemas de lenguaje o de conducta que no pueden considerarse mas que como lesiones pasajera] no se puede condenar a un cfiai a perder la oportunidad de educación normal, cuando con gunas horas de reeducación & suficiente. Otro problema, en opinión los educadores de la enseñanza tatal, sería el de cómo el Miní rio de Educación está planifica] la educación especial, porque, lugar de crear una política ¡m gradora que camine hacia u mayor convivencia entre los nij normales y los disminuidos, pj ir paliando de esta forma la | menda marginación en la que i tán inmersos estos últimos, resu que en los planes del Ministe está la creación de centros cíales, pensados exclusivame para minusvalías psíquicas, doi van a recluir a todos los niños ( problemas más graves, margin dolos definitivamente. Y eso i reconocemos que hay casos ten nales que, por fuerza, tienen ( estar recluidos. Pero no se tr tanto de estos casos, como dei la sociedad se acostumbre a com vir, ayudar y, en general, a más solidarios con las person que tienen menos posibilidad jpción a mentales que nosotros. Y eso, dt de luego, no se consigue aislan a los chavales». Los educadores especiales trabajan en la enseñanza estati creen necesaria una mayor sensil lización ante el problema por pi te de los propios maestros, sabiendas de que se trata de trabajo duro y, sobre todo, mjcesidadi ingrato. Los trabajadores tambiéi cuentan Otra problemática distinta es que plantean los trabajadores ATADES. Y tomamos este cénit como ejemplo, por ser el más eos solidado y completo de cuantj existen en la enseñanza mixta privada de Aragón. En el cas ATADES, y posiblemente por gran número de áreas que abare esta asociación, sus trabajadore se encuentran con una doble blemática; por un lado, la mejon de los sistemas pedagógicos que s desarrollan en los distintos centro de esta asociación y, por otro, si ^ ^ situación y calificación laboral Según explicaron a ANDALA miembros del Comité de Emprei de ATADES — porque se trali realmente de una empresa, coi una nómina de 112 trabajado res — , «nuestro problema es qm estamos desarrollando en mucln casos tareas para las que no esta mos preparados. Y en otros, tra bajadores cualificados con tí y especializaciones en educaciói especial estamos siendo infrautili zados». En opinión de estas misma fuentes, «ATADES ha finalizad) una etapa de extensión de su fraestructura muy aceptable ahora, en nuestra opinión, deberíi dedicarse más a la calidad de enseñanza y las actividades qi« allí se realizan». En su tabla re¡ vindicativa, los trabajadores plafr tean en el campo de la economiil «más austeridad en los gastos, pe ro no a costa de los sueldos de lo¡| trabajadores, y una mejor poteii' ciación de las fuentes económicai de esta asociación. Y hacer Wj frente común cara a presionarais Administración, en el sentido dej que también los subnormales tienen derecho a una educación y & habilitación gratuita». En este sentido hay que apostillar que, a pesar de todo, ATADES es la Aso[ ciación que más subvenciones recibe del Estado de cuantas existe» en Zaragoza. Entre las soluciones que los trabajadores plantean para este apartado, estaría «el estudio por economistas del patrimonio de ATA- ES y d ,5. La ci onomía dres, d A el a: ista. Y e los dn de l( ndo en las di\ os tal ANDA upacion 3S en el pudo c( iban en uy distii jadernac cesorios fabri incipio, allí ente as oducció de lo: ndos, er de lo leda im; de est' y med ller esta ) indust abajo en r asimi: guridad co ries^ Los tr mbién < la pla¡ puesto endo tít e supor tegorías so de q n categ »res est; espedí los c mido, : FADES «los Jen la r tados ( bían ac ]ue ahoi n que 1¡ día afn trabaja «el fui sión ped repres ección, ■es. Qu ctiva y into di a revisi iencias. les actifunción tación males. Andalán, 22 79£