Ignacio Fernández de Castro De espaldas al poder JESUS JIMENEZ En 1962, con motivo de la huelga de Asturias y de la reunión de Munich, a la que asistió, tuvo que exilarse a Francia donde participó activamente en el mayo del 68. «Del mayo francés queda una experiencia histórica que no se había producido hasta entonces en la que las organizaciones obreras aparecen como elementos de poder y ordenadores; ese poner las cosas en su orden es un acontecimiento histórico, de lo que espontáneamente había surgido en los pequeños grupos estudiantiles izquierdistas. Quedan unas expectativas no cumplidas». Vuelve en 1970 y poco tiempo después publica «La fuerza de trabajo en España» a Marx, Althusser, Balibar, Bettelheim y Poulantzas a modo de «raíces culturales» o soporte teórico. Crea un centro de estudios e inventigación sociológica, el Equipo de Estudios (EDE) y nace la revista «Teoría y Práctica», «experiencia que considero positiva y enriquecedora porque suponía que los protagonistas directos de la Historia — los colectivos obreros, los que hacen la huelga, los enseñantes, etc. — escriban ellos mismos sin el autor-médium; algo parecido al mayo, la lucha de clases reflexionada por sus propios protagonistas». Sistema educativo Ignacio Fernández de Castro, que ha participado ampliamente en las V Jornadas Pedagógicas Aragonesas de la EVA, ha publicado importantes ensayos sobre temas educativos. Empezó estudiando la relación existente entre las relaciones de producción y el sistema educativo. Su libro «Reforma educativa y desarrollo capitalista» tuvo una gran incidencia en los medios de enseñanza y era una crítica incisiva y frontal a la Ley General de Educación de Villar Palasí. «La clase obrera, los partidos de izquierda, en un momento determinado se plantea el problema de la enseñanza y lo hace en los términos en los que le ha sido posible pensarlo porque resentía, por el tipo de enseñanza anterior, que sus hijos eran desiguales de los hijos de los burgueses debido a un sistema de enseñanza diferenciado en enseñanza media-superior y básicalas cuatro reglas; porque pudieron pensarlo, porque el sistema sometía al analfabetismo a la clase obrera, fueron posibles todas las reformas importantes al haber presionado para que se rompiera esa desigualdad y la enseñanza fuera igualitaria, eficaz y Ies permitiera acceder a la cultura. Hoy el desafío se plan- BOBINADOS Reparación de Motores y Transformadores PEDRO VILA Monegros, núm. 5 (976) Tel. 43 18 1i ZARAGOZA-3 Aunque no quiere hablar de sí mismo, «esa es otra historia», nació en Santander en 1919. Sociólogo, autor de una docena de ensayos, colaborador de «Triunfo», «Cuadernos para el Diálogo», activo militante del Frente de Liberación Popular durante el franquismo, protagonista de una película de Querejeta, «Las palabras de Max», «el trabajo en el cine es menos gratificante que verlo después», etc. Ignacio Fernández de Castro. toaría en unos términos nuevos porque el perfeccionamiento de la igualdad de oportunidades, etc., lo único que hace es racionalizar el sistema, seleccionar y justificar la totalidad del sistema. Hay que analizar lo que está reprimiendo el sistema y que se manifiesta como desorden (no asistencia a clase, protestás de los alumnos...,) y a partir de ahí tomar conciencia para que se pueda pensar y presionar al sistema para que se reforme». Habla de una doble crisis del sistema educativo, de la superposición de una crisis ideológica a una crisis económica. Piensa que la Escuela Pública «como expectativa es alternativa, pero que si hoy se pudiera realizar fracasaría porque la propia base que tendría el control de la enseñanza pública exigiría un sistema casi idéntico al actual; el barrio que controlara la escuela pediría que fuera eficaz, tuviera buenas instalaciones, etc., vamos, que no se diferenciaría mucho ese modelo de una buena escuela privada. Para que pueda pensarse y sea posible una Escuela Pública se requeriría un cambio de conciencia y aquí tienen mucho que decir los movimientos de renovación pedagógica». Siempre el poder — Desde tu propia posición ideológica, ¿qué opinas del proceso democrático actual, más concretamente del papel de los partidos políticos? — Yo creo que es mucho mejor que existan partidos políticos a que no existan, al partido único. La viabilidad de que eso se convierta, esa democracia formal, delegada, etc., en otro tipo de historia en muy pequeña, pero a lo mejor en los partidos se despierta una capacidad de autocrítica, de reconversión en algo que estimule el progreso. Han sido instrumentos de progreso hasta un punto, que no empiecen a ser instrumentos de impedimento del progreso, que retrasen unas fuerzas a favor de las cuales han estado. Y de los clubs de opinión...? — Es un fenómeno en cierto modo, muy modesto, positivo. Porque todo lo que sea plantearse un sistema organizativo en el que no existan unos elementos determinantes, una ideología a la que atenerse y por lo tanto una disciplina y una posibilidad de heterodoxia creo que es positivo si se plantea en esos térmi¬ nos. Lo que ocurre es que realmente no son más que un intento de recuperar lo que va saliendo de los partidos políticos, el desencanto, el desinterés, etc., y plantearlo en otros términos en que se vuelvan a hacer operativos, pero seguramente con la misma finalidad. De los movimientos marginales piensa que «tienen una calidad de testimonio degradado» y que «hay que darle un espacio a la marginación, una vía en la que pueda vivir sin marginarse. La lucha actual estaría en marginar al poder». ¿Y de «la imaginación al poder»? «¡sólo le faltaba al poder, tener imaginación! La imaginación, la espontaneidad, hacia adelante; frente al poder hay que ser muy sofisticado, hay que tener memoria de elefante. Justamente los movimientos marginales son muy vulnerables porque se manifiestan como espontáneos». — Hace muy poco se ha reeditado tu libro «De las Cortes de Cádiz al Plan de Desarrollo», corregido y aumentado hasta 1980. Señala alguna constante de la historia española en este período. — Hay una serie de consensos permanentes y una acumulación de poder al consensuarse; un consenso que llevó a la burguesía a ser la clase dominante y acumular el poder de la iglesia, de los señores feudales y hasta de los bandoleros. Y esto se repite. Antes de cerrar esta a modo de entrevista, que más bien es un apretado e incompleto resumen de tomas de café con Ignacio y Carmen Elejabeitia, tal vez convenga señalar sus preocupaciones actuales, es decir, «encontrar o ampliar un espacio vital en el que pueda vivir y que forzosamente tiene que estar vacío de poder. Si he logrado un espacio vital dándole la espalda al poder, que se amplíe. Y conseguir que esa toma de postura sea colectiva, entonces será posible». JESUS JIMENEZ Vayamos por partes. Este año la matrícula ha aumentado considerablemente respecto al año pasado. De los 500 enseñantes matriculados la mitad eran maestros, un 30 % licenciados (porcentaje mayor que en otras escuelas de verano) y el resto estudiantes, puericultores e incluso personas no vinculadas directamente a la docencia. Respecto a la primeras EVAs puede apreciarse un descenso en la asistencia de estudiantes, una «profesionalización». Cerca de 70 % de los asistentes son de la provincia de Zaragoza, el resto son de Huesca, Teruel y de la emigración (principalmente a Cataluña y forzosa casi siempre). Se ha notado también un fuerte incremento de asistencia de trabajadores en centros privados zaragozanos. Las V Jornadas Después de escuchar un informe de la Comisión Permanente saliente, el centenar de participantes en la asamblea final aportaron personales valoraciones sobre estas V Jornadas, que pueden completarse con el estudio de unas encuestas contestadas por gran número de los inscritos en ellas. En resumen y esquemátizan- EVA suma y sigue Dos cosas quedaron claras al final de la asamblea que cerraba el sábado pasado, las «V Jornadas Pedagógicas Aragonesas de la EVA: la esperanza, tantas veces repetida, de que las actividades se extiendan a lo largo de todo el curso y la necesidad de manos para llevar adelante, de impulsar, ese proyecto de escuela pública, popular y aragonesa. do bastante, puede decirse que se ha elevado el nivel de calidad de los cursos impartidos, en gran parte debido a la participación de reconocidos especialistas. Se ha participado animadamente en los debates sobre la Reforma educativa rompiendo, en parte al menos, ese desencanto y falta de respuesta a planteamientos estructurales. Se ha criticado la falta de tiempo y lugar para intercambios de experiencias; la triste realidad, reconocida por los asistentes, es la falta de experiencias en esta tierra para presentar, a la que se puede añadir el miedo de muchos enseñantes a mojarse, a contar lo que hacen día a día en su clase. Perspectivas La Asamblea de la EVA planteó una serie de proyectos a medio y corto plazo que algunas veces pudieran confundirse con una declaración de intenciones. Partiendo de una más clara definición ideológica, en un sen¬ tido intregrador, y llevando adelante su legalización, que no quiere decir burocratización, la EVA necesita para su funcionamiento unos medios materialespresupuéstales mínimos. No es el menos importante el poseer un local propio y amplio para sede, reuniones y archivos. Se habló de intensificar las relaciones con algunas instituciones y en concreto de una especie de acuerdo-marco con el Ayuntamiento zaragozano. Algo siempre repetido, base de toda renovación pedagógica, y difícil de hacer realidad, está siempre presente: la formación de grupos de trabajo; y para eso la EVA tiene que potenciarlos y apoyarlos a todos los niveles (proporcionarles un local de reunión, ayudarles materialmente, difundir sus investigaciones...) Además de continuar con la campaña navideña «por un juguete creativo» insistiendo más en el juego que en el juguete, se tiene intención de convocar encuentros sectoriales e intersecto¬ riales sobre temas monográficos en distintos puntos de Aragón; falta, evidentemente, concretar esta interesante idea. Se concretó reducir la revista Al Rebullón a un boletín bimensual interno y sacar a la calle dos monográficos anuales además de crear un servicio de publicaciones propio. Está bien presente en el ánimo de todos que la EVA debe llegar a todo Aragón. El problema se presenta en cómo hacerlo, sobre todo en la provincia de Teruel. Evitando todo posible centralis-' mo zaragozano se piensa que son los propios enseñantes oscenses y turolenses los que tienen que autoorganizarse y quedando bien claro que recibirán todo apoyo y en todos los sentidos. Y debe llegar también a los alumnos y a los padres. En este sentido tal como quedó claro en una primera reunión realizada estos días, van a prepararse encuentros con Asociaciones de Padres sobre temas puntuales. Por último se formó una nueva Comisión Permanente compuesta por miembros de la anterior, otros presentados en la asamblea y otros representantes de sindicatos de enseñantes. Lo que hace falta es, como alguien dijo en la asamblea final, que «la EVA no sea sólo la Permanente». Y eso es labor de todos. -\ O) CQ O D Andalán, 10 al 16 de julio de 1981