nían supuestas operaciones de esta naturaleza. De creer dicha denuncia, aparecerían dos operaciones de ocultamiento de riesgo. Por una parte, la Caja habría concedido unas líneas de crédito para financiar compra de cereales a representantes sobre la base de letras aceptadas por clientes de AGRAR. De otra, con el objeto de no aumentar el coeficiente de riesgo, se estableció una relación comercial atípica y directa entre SEFANITRO, proveedor de fertilizantes de AGRAR, y la Caja. Estas operaciones con SEFANITRO pudieron alcanzar (página 7 de la denuncia de los trabajadores) entre los años 82 y 84, los trescientos millones de pesetas. El contrato entre esta empresa y CAZAR incluía además que los beneficios de los descuentos los recibía AGRAR. De este modo, no sólo la Caja cargaba con operaciones comerciales de la participada, sino que la financiaba. Estas prácticas comerciales además de vulnerar las citadas normas sobre riesgos podrían contener en sí mismas innumerables incumplimientos de la disciplina bancària. Las normas del Banco de España sobre confección de Balances reconocen la posibilidad de realizar actividades comerciales atípicas si éstas tienen que ver con la Obra Benéfico Social. Este no es el caso que nos ocupa y en esa medida puede suponer una utilización indebida y punible de los márgenes ofrecidos por el Banco de España. En cualquier caso, estas operaciones deben incluirse en partidas contables específicas tal y como señala la norma duodécima sobre confección de Balances. Hecho que según la citada denuncia no se ha efectuado y en esa medida se introducirían factores de enmascaramiento en el propio balance de la entidad. En el informe del Banco de España se incluyen algunos otros incumplimientos si cabe más trascendentes que éstos, de los que pueden derivarse responsabilidades personales del Director General y el Presidente de la entidad. Quién le pone el cascabel al gato Como es conocido, el Banco de España ha abierto un expediente disciplinario cuya resolución se espera para el mes de enero. En cual- 6 ANDALAN quier caso, remitir el asunto al banco emisor es un modo incompleto de depurar posibles responsabilidades. En primer término, el Banco puede analizar los comportamientos reseñados en estos informes, pero la sanción forma parte del conjunto de decisiones políticas del Ministerio de Economía y Hacienda que tiene que decir algo no sólo en el asunto del expediente, sino en la forma en que se está^ liquidando AGRAR. En este punto de la liquidación, que casi todo el mundo considera un desastre, se está produciendo no sólo un peloteo de responsabilidades, sino alguna que otra operación de confusión. En alguna de éstas ha participado la revista «Mercado». En el número del 8 de noviembre dedica unas páginas especiales a Aragón dignas de figurar en una antología de despropósitos. En el elenco de empresas analizadas se incluye AGRAR y se da voz a su Consejero Delegado, Pedro de Wenetz. Además de ocultar todo el desaguisado conocido, «Mercado» afirma que «ni la Diputación Regional (¡}, ni el Aula Dei, y ni el Ministerio de Agricultura querían la división de investigación a precio de coste». Lo que «Mercado» calla es que a quienes intentaron, de la mano de la DGA, adquirir la división (Corporación Agraria, S. A., Mer cosa, entre otras) les dieron con las puertas en las narices. El Banco de España no quiere saber nada de las condiciones de la liquidación de la sociedad. La DGA denunció lo que consideraba lesivas condiciones de liquidación. El 13 de julio pasado, el Banco contestaba por carta señalando que su única obligación era vigilar que se cumpliera la liquidación y que si en ésta había alguna responsabilidad era problema de la Comisión de Control de la Caja. Esta es, en esencia, la actitud generalizada en este asunto. Todo el mundo remite a la propia Caja, que no otra cosa es la Comisión de Control, para que se castigue a sí misma. Mucho riesgo y ¿mal concedido? Una de las obsesiones del Banco de España en su requerimiento a la Caja es la provisión de insolvencias necesarias para cubrir el elevado volumen de riesgo contraído por la en¬ tidad financiera. El volumen de estas provisiones se determinó a partit de un documento de ocho páginas el que se citan aquellas operacionei superiores a veinticinco millones dt pesetas que suponen cierta clase dt riesgo. Según los criterios del Banco di España, se consideran en mora /qj operaciones de préstamo o demá: saldos que resultan impagados a k tres meses de su vencimiento, i aquellas en las que las cuotas adeudadas superen una cuarta parte de¡ total de la operación. En este casn se han incluido, además, aquelk que suponen una concentración riesgo en sociedades superior a tercio de su pasivo. Con estos criterios, el riesgo ei¡ operaciones superiores se aproximi a los trece mil millones de pesetai que constituyen lo esencial, pero ni la totalidad del contraído por la Caja. El citado documento al fijar qul porcentaje suponen las operaciom en mora sobre el total, permite inferir que éste debe aproximarse, cuando menos, a los 18.800 millones át pesetas. La provisión de insolvencias, según los criterios del Banco de España, no puede ser inferior a m cuarta parte del riesgo, excluyenà\ los préstamos públicos o con garantía real. Así las cosas, puede estimarse que los fondos de insolvenck de este ejercicio rondarán los 4. millones. Habiéndose dotado en d primer semestre 2.489 millones, cabe suponer que los beneficios de estos últimos seis meses del año , rán aplicarse íntegramente a cubrii riesgos. La garantía de solvencia y paíñ monial de la Caja depende, en consecuencia, de la aplicación de los beneficios que generan ¡os ahorro, de los impositores que así se asepran sus depósitos sin haber tenido, eso sí, responsabilidad alguna en si utilización. Las sociedades del listado en mo ra más importantes corresponden i sociedades relacionadas con direcii vos de la Caja. Además de AGRAR, cabe citaré grupo Porta Labata, que figura coi un capital superior a los mil mih nes. Los vencimientos de créditoi afectados oscilan entre los años $ y 89. Este grupo, el Director Generé de la Caja y la entidad mantien&\ conocidas relaciones personals Hay que recordar que José Joaqé rías