andaUiii 3 Suárez, divide... Vivimos en un régimen político que no es sino una monarquía inaugurada pendiente de legitimación y en espera de una institucionalización de la política nacional alrededor de la Corona. Pocas veces, en la Historia reciente de nuestro país, ha tenido la oposición tantos agravios cercanos, tantas exigencias y derechos para desmontar los cuarenta años de franquismo, y tanta fuerza moral para definir el tránsito a una democracia política, de la que, hisfóricamente, desde Gil Robles hasta los abertzales vascos, pasando por Carrillo, han sido la vanguardia en lucha contra el bárbaro aparato represivo franquista. Y pocas veces también, probablemente ninguna, el Régimen político establecido, en este caso la Corona y su segundo gobierno como ejecutor, han tenido una oposición tan domesticada, tan comprensiva a cambio dé nada, que tan fácilmente renuncie a sus principios, a sus objetivos y a su presencia en la política y ante el pueblo español. Desde la ruptura democrática planteada por la oposición en sus organismos unitarios y en la calle, hasta el híbrido de la ruptura pactada, y hasta el actual diálogo frustrante entre diez, o nueve, o menos personas con el Presidente Suárez, está claro que «todos los partidos» de la oposición democrática han rebajado sus posiciones todo lo posible y aun más allá. Aquellos partidos que más peso tienen dentro del conjunto tienen también más responsabilidad a la hora del análisis y de la crítica. Dos razones objetivas explican la renuncia progresiva tanto a los principios como al activismo movilizador. Una de ellas ha sido y es la de evitar una serie de peligros al incierto parto de la democracia, reflejados en una posible sacudida violenta del aparato del no tan antiguo régimen. Aunque ha habido síntomas y más que síntomas de una reacción de la extrema derecha, el peligro puede parecer conjurado de momento, a pesar de que su posibilidad seguirá presente mucho tiempo. Oposición, ¿qué pasa contigo? MAS RAZONES Otra de las razones de la autodomesticación de la oposición era y es la de conseguir unos objetivos mínimos, cada vez más reducidos, y un comparecimiento electoral limpio y justo dentro de lo posible, mediante un diálogo con el Ejecutivo, en el que a pesar de su alargamiento, se tenía confianza. No se ha conseguido ninguno de estos objetivos, y la confianza está desapareciendo o debe desaparecer, lo cual supone un replanteamiento de la actitud de la oposición y de sus principales partidos, si es que fuera posible cambiar de carril. No se ha conseguido, a estas alturas, y a pesar de haber frenado las movilizaciones populares, la concesión de una amnistía. Se acerca el Aberri Eguna y los presos vascos están donde estaban, en un ambiente carcelario de tad sindical, ni el desmantelamiento del Aparato del Movimiento, ni la negociación de una ley electoral, y no se ha conseguido sobre todo, el objetivo que hubiera debido ser el mínimo por parte de la oposición unida, y que está en la base y raíz de todo lo demás: la legalización de todos los partidos políticos sin exclusión. Así estamos, a unos meses de las elecciones con más de dos tercios de los partidos que integraban Coordinación Democrática en situación de clandestinidad, en espera de una dudosa legalización remitida incorrectamente al Tribunal . Supremo. El Gobierno no es quien para dar o denegar visados de legitimación y permiso. El Gobierno ha retrotaído la situación a la era de la «ventanilla Arias» y se da la situación absurda de que la oposición negocie legalizada a partes y aun en pequeñas partes. La legalización de todos los partidos ... El Movimiento, sin desmantelar insólita dureza como han demostrado los sucesos de Carabanchel. No se ha conseguido, a estas alturas, ni siquiera que se hable, 4 pesar de la retirada de Carrillo, del tema de las nacionalidades, a pesar que determinados partidos políticos (Pujol, PSUC catalán, etc.) intenten paliar el nacionalismo radical, representando en el curso de Cataluña por Tarradellas. Además gran parte de las fuerzas políticas vascas y gallegas, manifiestan no sentirse representadas ni por el señor Jáureguí, ni por el señor Paz Andrade. ¿QUE SE HA CONSEGUIDO? No se ha conseguido ni la liber- políticos es algo absolutamente innegociable, y las maniobras del Gobierno a este respecto justifican y deben justificar el abandono de esa «autodomesticación» que tan menguados resultados ha dado incluso en el punto más determinante. La no legalización en vísperas electorales podría tener por respuesta el no comparecimiento a las urnas y la recuperación de las movilizaciones de masas. Buen favor nos han hecho Gobierno y oposición. El Gobierno, por su parte, está demostrando con todos los signos posibles que pretende ser el director del tránsito, no a la democracia, sino a su permanencia, del tránsito maniobrado. El «prodigio» Suárez, si ha demos- Andalán,... ...y en el J7L pasado jueves, día 3, ANDALAN fue, una vez más, secuestrado. Se trataba del n.* 107, prácticamente agotada su distribución y venta, por lo que los dos inspectores de policía que se personaron en nuestros locales únicamente pudieron llevarse tres ejemplares, y en la imprenta los Motolitos de todas las páginas. El mandamiento judicial hace referencia al artículo «Terrorismo: ni están todos los que son...», y han sido llama- secuestrado Juzgado dos a declarar, tanto nuestro director, Eloy Fernández Clemente, como los autores del mismo, el «Equipo Zeta», integrado por Mariano Anos, Javier Delgado Echeverría y Guillermo Fatás. Como ANDALAN se imprime habitualmente los jueves por la mañana, no hemos podido alcanzar más información, ya que la declaración habrá tenido lugar justamente el jueves a mediodía. trado algo además de habilidad, ha sido el alargar y prorrogar situaciones provisionales, y dueño del tiempo, dedicarse a lo que hasta ahora ha estado haciendo, que es dividir, dividir a todo el mundo. Por si la salida pacífica de la dictadura a la democracia no conllevara suficientes elementos de confusión, el gobierno Suárez, peligrosamente, confunde mucho más, en el propósito de aparecer como la única piedra sólida en el mar de la confusión que incita. El segundo gobierno de la monarquía ha propiciado toda clase de divisiones dentro de la derecha, lanzando casi al oscurantismo a toda la sociedad anónima de ministros franquistas que se llama Alianza Popular, al enfrentamiento a una Falange dividida per se y por obra de la vara mágica de la legalización. Muy oportunas le resultan también las divisiones dentro de esa derecha sospechosa pero de rostro más cordial que es el Centro Democrático. Las maniobras para dividir a la oposición han sido múltiples. La fundamental Ijegalizar a unos sí y a otros no, manteniendo al conjunto pendiente del anzuelo. SUPERARSE O MORIR El gobierno Suárez se ha superado a sí mismo al fomentar la división incluso dentro del campo socialista al legalizar al PSOE bis-, tórico. Aquí hay un importante matiz para aclarar el hecho. Las diversas formaciones socialistas actuantes en la política española tienen un origen distinto, además de unas siglas deferenciadas, y una política no exactamente coincidente. El PSOE histórico es una parte del PSOE no muy relevante, que quedó en minoría en un Congreso y que tiene derecho a escindirse si así lo considera, pero no a sustituir a la mayoría. La reacción del PSOE de Felipe González es explicable, pero no parece oportuno que se manifieste abandonando la Comisión Negociadora. Más correcto resultaría, que juntamente con el resto de la oposición, patrocinara una actitud más firme de ésta, dentro de la negociación o fuera de ella. La operación de división culmina con la aparición en unas semanas y la legalización inmediata de algo que se llama Federación Social Independiente, en torno a sectores en el gobierno, y que siendo derecha, no es ni Democracia Cristiana — la derecha más homoliogable desde un punto de vista real — ni Centro Democrático, que de por sí también tiene apariencias de recurso rápidamente inventado, ni Alianza Popular. La operación se presenta con marchamo de centro izquierda y pretende estar vinculada a grupos como los socialdemócratas de García López o los antiguos socialistas del Sr. Murillo al que le han regalado de repente las siglas PSOE. Este sería, rápidamentfe instrumentado, el partido del gobierno, que ha oído en los sondeos de opinión que la una nutrida mayoría se va a pronunciar por un centro izquierda con adje¬ tivo social o socialista. Quizás está calculado el efecto de enfadar al PSOE de Felipe González y lanzarlo a posiciones radicales, es decir, coherentemente socialistas y marxistas para abrir posibilidades a ese centro izquierda improvisado. Así que de la mano del gobierno aumenta la ceremonia" de la confusión. De esa ceremonia no sale ganando nadie. El que menos el pueblo español y la democracia. Se adivinan elecciones teledirigidas, utilización prostituida de los medios de información, manipulación de una opinión débil tras cuarenta años de fascismo y de incultura. Si la situación continúa siguiendo estas señales, se adivina otro gran perdedor: La Corona. Ante estas maniobras son dos los factores políticos que deben reconsiderar su posición v su actuación. En primer término la oposición, cuyas renuncias han llegado más allá de lo permisible. ... -la Corona, ante los «/obos». En segundo término la Corona, qué puede verse peligrosamente afectada por los resultados de los «lobos» políticos que le debían preparar el cambio, y que no resisten la tentación de manipularlo para permanecer. C. FORCADELL 19 DE MARZO Padre no hay más que uno Su regalo en... ARREQUIVES San Jorge, 24 - ZARAGOZA