Paisanaje Andalán 7 cisamente, desde la DGA. En tercer lugar, si «los esfuerzos que hacemos al efecto», se refieren a la DGA, no sé con qué fundamento, o información, se puede decir eso, pues no han hecho ninguno (o quizá es que se atribuyen los que hacen otros). Y añade: «Hemos convocado varias reuniones para acelerar estos trabajos». Precisamente para acelerar, la DGA no ha convocado ninguna: sólo la de Huesca de junio del año pasado, que más bien sirvió para «desacelerar» la normalización. Los grupos de estudio, unidos en lo fundamental — ¿Y eso de que «resulta muy difícil poner de acuerdo a los que componen el Rolde, el Ligallo o el Conselío? — Nada más lejos de la verdad, ya te lo he dicho antes. Estamos de acuerdo en todo lo fundamental. Dos pruebas: todos utilizamos ya, de hecho, una misma ortografía normalizada y también un tipo de aragonés común más o menos homogéneo (aunque, claro está, sin ser monolítico, pues aquí los diversos estilos personales, las preferencias y el origen dialectal, se manifiestan a menudo). Pero esas pequeñas variaciones, que son normales en cualquier lengua, no pueden ser borradas de un plumazo; en todo caso, se irán suavizando progresivamente, si se apoya y favorece el uso del aragonés en todos los ámbitos. Por otro lado, el texto para un anteproyecto de ley de normalización lingüística de Aragón, que como te decía se presentó a mediados del 85, lo debatieron, acordaron, firmaron y apoyaron esos y otros muchos colectivos. En la DGA no se lo han debido de leer... • —Pero, ¿te parece que es un asunto de determinada línea política, o de desinterés, desconocimiento? —¡Hombre!^ pues quizá sea falta de información. Fíjate, pur ejemplo, lo que dice Marracó: «El Departamento de Bada está financiando todos los cursos de enseñanza de la fabia que se nos piden, estamos recogiendo todo el material de léxico y fonética posible, en cinta magnetofónica y por escrito... y estamos publicando los mejores trabajos en nuestra fabla». ¡Pues bien!: el Departamento de Cultura financió el curso pasado cuatro cursillos de dos meses en cuatro centros escolares (Ayerbe, Bolea, Tierrantona y el Instituto de Barbastro), pero a lo largo de 1985, fueron 17 ayuntamientos y 14 centros los que solicitaron la enseñanza del aragonés y, sin embargo, ni han obtenido respuesta, ni durante el curso 85-86 se ha organizado la enseñanza del aragonés en ningún Miguel Santularia, Chesús Vázquez, Chusé María Ferrer, Francho Nagore, Eduardo Vicente de Vera y Chusé Inazio López Susín, en la presentación del «Anteproyecto de Ley de normalización del aragonés». , centro escolar del Alto Aragón. No se ha recogido, ni por escrito ni en cinta, ningún material de léxico, ni «de fonética». Y, por último, trabajos en aragonés, ya sea de creación, de investigación y crítica o de información, se publican regularmente en las revistas que hemos citado, en Orache, etcétera y los libros fundamentalmente por la editorial del Consello. Entre 1981-85, de los 19 libros publicados la DGA ha editado uno, y éste por la colaboración de varios miembros del Consello. Así que decir que «estamos publicando los mejores trabajos en nuestra fabla» (se supone que habla de la DGA), o se debe a una falta muy grave de información o a un intento de atribuirse lo que están haciendo otros. —Quizá porque os hayan ayudado algo... — No, no. Hay que advertir que el Consello no ha recibido nunco ni un céntimo de la DGA. Y además, que los libros en aragonés no están protegidos o apoyados de ninguna manera específica: por ejemplo, en Cataluña, la Generalitat adquiere un 30 % de lá tirada de todo libro que se publique en catalán. En Aragón no costa- MANDRAGORA Ahom también abrimos al mediodía. De 13 a 1$,M. C/ la Paz, 21. Reservas: 21 04 H ría tanto hacer, por lo menos, los mismo, con los libros en aragonés. — Es tremendo, te repito, ver, oír, todo esto, así junto, aunque un poco se sabe, mientras que, con algunas polémicas de la derecha, se apoya más al catalán hablado en Aragón. ¿Y esa idea del Congreso de Normalizáción? — El Congreso están en marcha y se vá a realizar, convocando a todos los grupos y personas que trabajan por el aragonés, de forma que la expresión (que más parece excusa) «para que podamos enseñar Fabla a todod aragonés que lo solicite», no se pueda decir ya nunca más en el futuro. Hay en aragonés un refrán que dice: más fa o que quiere que o que puede»... La Universidad, de espaldas —Y esos entusiasmos ¿son los mismos en otros organismos? —Bueno, la Diputación de Huesca nos suele subvencionar todos los años y vamos remendando, aunque antes UCD subía un poco cada año y ahora no. En Cuanto a otros organismos, en la Normal de Huesca hay bastante buen ambiente: se han recogido 300 firmas —la idea surgió de los alumnos y han firmado más de la mitad de ellos y de profesores — y se ha pedido poner el aragonés com asignatura optativa. . Con eso la pega de Bada quedará resuelta: se podrá enseñar en las escuelas con título oficial. — ^¿Y vuestras relaciones con la Facultad cíe Letras de Zaragoza? — Nunca han querido aceptar el tema de la nok malí/ación del aragonés. Dicen que no es necesaria, que en todo caso hay que estudiar las variantes locales, y no aceptan la unidad de la lengua, sino la existència de «variantes lócales» Eso es una posición política, que implica una total renuncia a la coservación y difusión de la lengua vernácula. Sólo se quiere hacer arqueología. En cuanto a la enseñanza, últimamente hay una asignatura cuatrimestral, optativa, con poca matrícula por su historicismo y escaso atractivo, según me dicen. Y la llaman «Filología aragonesa». —¿Y él intento de encuentro, de acercamiento, entre los profesores y vosotros? — £n junio del año pasado, como te decía, se intentó. Estuvieron Buesa, M. A. M. Zorraquino y Enguita, pero no Alvar ni Frago, y estuvimos Ch. Vázquez, E. Vicente de Vera, J. J. Pujadas y yo. Hablamos dos días, pero no sirvió para nada. Para mí fue como una tomadura de pelo. Buscábamos unas bases mínimas para no descalificarnos mutuamente y al final hubo ¡Dos conclusiones! Desde entonces la DGA se inclina por la Universidad, o eso basa su pasividad, no sé. — ¿Y Alvar? ¿Aceptaría Zaragoza una postura más abierta, que parece es, puede ser al de Alvar? —Si. Yo creo que la «Biblia» que es el libro de Alvar y el Atlas lingüístico. Pero eso es la Prehistoria y hay un movimiento que no se puede ignorar y se sigue creando. Alvar y Frago van viendo una entrevista, otro jarro de agua fría. — O sea, que apenas sin relación. — La única, con Alvar, a propósito de la GEA, donde declinó colaborar, aunque justifico mucho por compromisos anteriores el no hacerlo, y aún hizo algo. Nosotros citamos siempre su bibliografía en nuestros trabajos y aceptamos o criticamos;; ellos, en£an% biO, por 10 general íbdícbteaíí lo que esté en aragonés, los esludiós de la gente del Consello. La excusa esjque es cosa, de aficionados. sin categoría científica. Eso no sería razón, de ser cierto, para esa total ignorancia o marginación. Algo valdrá, digo yo. — Es que llegamos, en la recta final, al problema político. —No, no. Yo creo que no se puede emplear —al menos no exclusivamente— como arma política, el aragonés. Hay que ver nuestra lengua como una parte más de nuestra cultura, que hay que conservar, desarrollar. En un futuro Aragón más justo y solidario debe ocupar su parte. Ni se quiere imponer, ni se debe utilizar — como hacen grupos de neonazis, de extrema derecha, con esas extrañas pintadas de Zaragoza— ni tampoco monopolizarlo, aunque lógicamente preocupa más a los nacionalistas, a los aragonesistas. Cuando nos despedimos me cuenta aún el nuevo libro de Mariví Nicolás, que será el número 20 de los editados por el Consello, y de la presentación en el Instituto «Ramón y Cajál» de Huesca de «Mal d'amors», la obra teatral de M. Saníolaria, también representada en el teatro escolar de Sabiñánigo. Pocos días después de esta charla, la Junta de Gobierno de la Universidad de Zaragoza daba curso a la petición de que se imparta como voluntaria una asignatura de aragonés («Filología aragonesa») en las E. Normal de Huesca. Un paso verdaderamente decisivo en esta lucha que EL DIA tituló como «La marcha de Francho Nagore», a lo que hay que añadir, como él hace siempre, a esa colla de gentes, à todos esos grupos y personas citados y a otros muchos que empiezan, desde I^ego,^|enis{M:^iie una lengua rió es SóíóVosá dé filófógbs. ELOY/FERNANDEZ CLEMENTE