Cine Andalán 11 JOSE A. VIZARRAGA Parece ser que el periódico ANDALAN va a dedicar un número de forma especial al tema del cine en Aragón. Con este motivo se me ha pedido una colaboración y aprovecho para agradecer la ocasión que se me brinda al tiempo que para aplaudir de verdad la iniciativa. Pero llevo más de dos horas sentado delante de este papel intentando determinar lo que voy a escribir porque son tantas las cosas que se pueden comentar sobre el asunto, que necesariamente se deben elegir unas pocas a costa de renunciar a otras muchas y de tocar sólo de pasada algunas. Al grano.- Una cosa parece evidente: en esta zona de la tierra que nos ha tocado vivir y en esta parcela de la actividad creativa que es el cine, algo está cambiando. La película de los hechos podría ser ésta: abre de negro, de muy negro, Noviembre de 1985, Festival de Films cortos ciudad de Huesca. Se lleva a cabo un primer encuentro de realizadores aragoneses con asistencia también de las instituciones convenientemente representadas. Aparte de poner sobre la mesa algunos temas de interés (cuales son, la necesidad de impulsar la formación teórica y práctica de diferentes aspectos de la creación cinematográfica y la urgencia de una mayor atención hacia este tema por parte de la D.G.A.) y aparte de recibir el apoyo entusiasta y desinteresado de José Luis Borau, se nos emplaza (nos emplazamos nosotros solos) para otra reunión a celebrar en el marco del Festival de cine en super 8 de Teruel. Encadenado a enero de 1986. La reunión de Teruel se celebró con una mayor asistencia de realizadores convocados y con la misma representatividad orgánica e institucional. La conclusión de ese día, más que interesante {que lo era a priori) resultó irremediable: se creó una comisión encargada de promover una Asamblea de cineastas aragoneses que, trás la elaboración de un escrito, pusiera sus conclusiones en conocimiento de la Diputación General de Aragón. Y todo ello se hizo; y cuando ya estaba hecho la vida efímera de la Asamblea entró en estado de reposo latente del que espero que algún día pueda Casa Emilio COMIDAS Avda. Madrid, 5 Teléfonos: 43 43 6543 58 39 Horizontes lejanos salir, cuando los avatares del acontecer cotidiano y otras necesidades hayan clarificado sus objetivos. No hace falta decir que el nombramiento escrito se habrá perdido entre los miles de millones de papeles que deambulan por dicho orgánismo. Pero esta circunstancia me permitió vivir personalmente una jugosísima entrevista con el Sr. Bada, consejero de cultura de la D.G.A., de la que extraje dos ideas. Primera, la Diputación General de Aragón tiene serias dudas acerca de la existencia del cine aragonés. Por lo que a mi respecta, aparte de no saber muy bien lo que quiere decir ese término, pero sí sospechar lo que se quiere decir con él, no tengo ninguna: no existe. Ni falta que hace. Segunda idea: La D.G.A. parece dispuesta a crear un enorme almacén-despensa de material fílmico, etnogeográfico y costumbrista de nuestra tierra, para poder proyectarlo públicamente, ora en la cadena regional de televisión, ora en las salas comerciales sustituyendo, según creo, a la serie de cortos turístico-formativos que nos hablan del marisco de Galicia o de la cerámica de Manises. Parece oportuno decir que no estoy en contra de que esto se haga, pero sí de que constituya la dirección casi exclusiva de la política cinematográfica para esta tierra y para los que en ella vivimos (dejando aparte esporádicos apoyos a la industria del cine venida de fuera). Me parece un proceder muy pobre y poco serio. Y puede que el proceder de las instituciones de esta tierra en materia cinematográfica tenga que ser pobre, pero no por ello tiene que ser poco serio. El hecho, perfectamente demostrado y qiffe constituye un sentimiento casi general, de que cualquier proyecto que aspire a ser tenido en cuenta en la D.G.A. tenga que ir pintado, casi a mano, de ese tinte de' "aragonés" comentado más arriba, arroja bastante luz sobre la política cinematográfica del mencionado organismo que en mi opinión naufraga en la más absoluta confusión y desconexión con la realidad, y que muy bien podría calificarse de política de reconstrucción y mantenimiento que, a falta de un objetivo claro, va dando saltos de mata en mata. Traspasado el ecuador que se me fijó para este artículo, contemplo estupefacto lo triste que resulta haber gastado tanto espacio en hablar de la D.G.A. y sus cosas. Sacrifico ahora otro montón de ellas y paso en lo que me queda de papel a comentar los horizontes lejanos a los que, en un 'alarde de inventiva por mi parte, he aludido en el título. Tras la cámara, José A. Vizárraga rodando un plano de «Martes 17, ve y media». Opino que hay que alejarse definitivamente en la actividad audiovisual del concepto de "aragonés'" en el sentido aragonesero más peyorativo del término. Sin prejuzgar nada acerca de sus autores, creo que es urgente huir de postales monumentalistas, mítines etnogeográfícos, charlas históricomozárabes y demás cintas de similares características que, sin embargo, constituyen las producciones estrella de la política cinematográfica institucional. Por eso mismo, propongo un segundo alejamiento: de las ins¬ tituciones y de su política de subvenciones. No estoy en contra de la subvención ni tampoco del aval bancario de apoyo, que me parecen formas válidas de permitir el arranque de una determinada producción. Pero en esta tierra no hay subvenciones, sino auténticos trabajos de encargo financiados en todo o en parte por el organismo público de turno y no creo que convenga en absolutó engrosar las filas de las legiones de funcionarios institucionales y para-institucionales mucho mejor preparados para realizar estas tareas. Aprisa y corriendo porque se me acaba el espacio, todavía voy a proponer un último horizonte lejano. Me refiero a la necesidad de huir del concepto de "francotirador" cinematográfico muy abundante por estos lares, y en el que sin duda me incluyo. Estoy convencido de que sólo a través de una mayor colaboración entre todos los interesados en los distintos aspectos de la actividad cinematográfica, es posible confiar en un desarrollo del cine en esta tierra de una forma más estable y continuada. «mnO DELMERGOO DCMQmJ^^AMCKIO0EZARA00ZA NUEVO TEATRO DE ARAGON Los cinco magníficos, DE BENITO RAMON Dirección: Francisco Ortega Día 4, sábado: 8 tarde y 11 noche Día 5, domingo: 8 tarde Día 6, lunes: 8 tarde Día 7, martes: 8 tarde Día 8, miércoles: 8 tarde Día 9, jueves: 8 tarde Día 10, viernes: 8 tarde Día 11, sábado: 8 tarde y 11 noche Día 12, domingo: 8 tarde y 11 noche HILARIO CAMACHO Día 16, jueves: 11 noche Día 17, viernes: 8 tarde y 11 noche Día 18, sábado: 8 tarde y 11 noche Día 19, domingo: 8 tarde