Opinión Los ministros de Industria anteriores no aceptaban la más mínima crítica o duda. Eran osados en sus afirmaciones sobre la seguridad nuclear y consideraban a las Centrales Nucleares la única alternativa posible. En el fondo, no hacían otra cosa que defender los intereses de los monopolios energéticos, y así su política energética no pudo ser más desastrosa. Sus efectos los hemos de pagar ahora y con toda probabilidad en un futuro inmediato. Basta repasar la problemática del carbón, del petróleo, de los recursos hidráulicos, del gas natural o del uranio. Sin entrar en ello, dos ejemplos elementales pueden servir para revelar un poco el trasfondo: en los primeros diez meses de 1976, sólo Hidroeléctrica Española había conseguido unos beneficios publicados de 7.300 millones de pesetas, y la nacionalización de las eléctricas representaba con los criterios actuales 1 ,2 billones de pesetas, como mínimo. Hasta la fecha, el Banco de España (gobernador señor López de Letona) ha venido invirtiendo dinero público para mantener las cotizaciones. El otro ejemplo es más directo. Cada vez que se ha producido un alza en el coste real del crudo o se ha devaluado la peseta, se ha aprovechado para incrementar entre un 40 a un 60 por ciento el impuesto indirecto que la grava. Alerta a la izquierda El sector eléctrico, que requeriría una encuesta o investigación objetiva por parte del, propio Ministerio y representantes de los partidos políticos, para detectar su posible descapitalización, nos embarca en un programa nuclear, cuando menos injustificado, pero con el apoyo de las multinacionales, los grandes Bancos, las Cajas y los últimos gobiernos. Parece demagogia pero no hay nada más cerca a la realidad. Como realidad es la creciente oposición a las Centrales Nu- Plan Energético Nacional No bajar la vigilancia cleares en todas las comarcas salvo cosa sospechosa en los propios municipios donde se instalan, se autorizan las obras y se perciben las tasas de construcción. Los alcaldes digitales acaban siendo administrativos de las empresas, puesto que no hay incompatibilidad. Y es difícil de creer pero ningún partido de izquierda ha elaborado un programa energético fiable y serio. En Francia la izquierda ha dejado solos a los grupos ecologistas que se oponen al breeder Super-Fénix y en nuestro país parece seguir el mismo camino. Por ello tiene razón el presidente de DEIBA cuando dice que las nucleares no son negociables. Seguramente tiene muchas razones pero deberían bastar dos: la primera, la ausencia casi total de datos verificables sobre consumos sectoriales, energías sustituibles y demanda real de productos finales; la otra razón se conecta con el problema de las autonomías. Aragón sin autonomía, sin capacidad para velar y explotar sus propios recursos es una colonia energética. Y tal como ha sido el modelo de crecimiento económico las propuestas energéticas actuales tienen todas las características de no contribuir a disminuir o corregir los desequilibrios territoriales. Resulta difícil de creer, pero ahí está la Central Térmica de Andorra. Se olvida con excesiva rapidez y frecuencia que to¬ da producción energética, sea de carbón, lignito, uranio o hidráulica, en Aragón, es "exportada" a cambio de nada, perdón, a cambio de agotar unos recursos privatizados, o de una contaminación que no tardará en notarse, o de unos residuos radiactivos o simplemente del uso indiustrial del agua sin análisis serio de los costes de oportunidad. Hechos consumados Es difícil creer que el actual ministro de Industria y de la Energía pueda resistir las presiones de las empresas eléctricas y más cuando ya han conseguido los créditos internacionales. Como difícil será que los parlamentarios de Aragón detengan definitivamente (y no temporalmente) el establecimiento de Cantrales Nucleares en suelo aragonés, y no por falta de buena voluntad, pero no cabe duda que necesitarán contar con todo el apoyo popular. También es difícil creer (m. el gran capital permita una pk nifícación energética racionalv democrática, que corrija dej quilibrios y nos lleve a un futu ro no atómico. De hecho b, instituciones heredadas no U cambiado con el 1 5 de junio como botón demuestra perj tan que les haga considerar el peligro de la metodología dji hecho consumado, empleado incluso por la propia Junta de Energía Nuclear al iniciar las obras del Centro de tratamien. to y reprocesamiento de com^ bustibles irradiados en las cercanías de Almazán (Soria). D¿ nada valen las impugnaciones presentadas. De nada sirve tener un delegado de Industria. Todavía falta mucho camino para llegar a un Estado de De. recho. En consecuencia, no sería difícil de creer que "cualquier día" se han iniciado las obras de la C. N. de Escatrón o de Sástago. La inercia del régimen anterior como su legislación i gue vigente y ante esa posibili dad, no tan remota como mu chos desearíamos, los partidos democráticos, aunque estén procupados por consolidar la democracia, deben evitar al máximo hipotecar energéticamen' te al país, y el pueblo, las w marcas y en particular el Bajo Aragón, mediante sus meca nismos de defensa (Deiba, Dei bate) deben procurar no aban donar la vigilancia. Nuestro fu turo como la democracia es cosa de todos. J. S. Muñoz SAN JUAN Y SAN PEDRO, 7 T. (976)29 39 60 el vi ra y barbero ENVASES METALICOS No a la variante de Monrepós Estamos en vísperas de que nos vuelvan a hablar de la variante de Monrepós, esta vez con el añadido de la fuerza que puedan hacer los parlamentarios oscenses, que salvo alguna rarísima excepción si la hay, están completamente en blanco de nuestros problemas y sus preferencias. A favor de Monrepós, mejor de su variante forman autoridades todas de Huesca, pasando con mandos intermedios y terminando con todos los turistas del país que suben a la nieve en invierno y a refrescarse en verano. El año pasado fui a Sabiñánigo en compañía del Drt. Bragado a la clausura del IPEA, al ascender Monrepós, D. Franco Bragado me explicaba sobre su geografía, el alcance de la obra. Mi respuesta fue radical, concretamente, no me parece de utilidad dicha obra. Después de dejarme explicar el hombre me dijo que no adoptara esta postura en la prensa, ya que sería muy contestada. Pero bien, de Monrepós hay que hablar, vamos a hacerlo dando una opinión apoyada en unas circunstancias que están ahí, que no hay quién las mueva. La variante de Monrepós corresponde a una carretera que comunica con un valle que a efectos agropecuarios y forestal, da la impresión que tiende a desaparecer. La industria, en este caso Sabiñánigo, tiene el ferrocarril de Canfranc con posibilidades de transporte ilimitadas. La Jacetania tiene la carretera 240 TarragonaSan Sebastián, que con unos ensanchamientos en su zona media pirenaica, quedaría en condiciones óptimas para su utilización. Pretender justificar la variante de Monrepós para atraerse el transporte por carretera con la nación vecina, resulta pura utopía, la cosa no ha de pasar de unas docenas de turismos. La Junquera e Irún son dos pasos tan sumamente dulces, que seguirán siendo preferentes. Nuestros treinta últimos kilómetros de carretera con la frontera, para el transporte pesado, son poco menos que imposibles de correr. La variante de Monrepós, la reclaman principalmente los que suben a pasar el fin de semana, desde Zaragoza y Huesca. Nuestro Pirineo, no tiene una explotación turística que demande una inversión de miles de millones en mejorar la ruta, tampoco podemos anticipamos en dicha tarea. Todo esto quedará probado si se deja a la iniciativa privada para que haga la obra a su cargo y luego establecer peaje, no creo que nadie la emprenda. Aunque poco, también ayudaría a machacar al Canfranc. La provincia tiene muchos sitios donde invertir, creando puestos de trabajo y produciendo riqueza inmediata, que al fin y al cabo es de lo que se debe tratar. Monrepós puede continuar así. Manuel Porquet Manzano 0 O l4 4 ANDALAN