Periódico semanal aragonés — N.0 139 — 11 al 17 de noviembre de 1977 — 25 ptas. Fecundar la autonomía Tenía que suceder. Si la Unión de I Centro Democrático alcanzó en Aragón el 15 de junio la mitad de los escaños de I diputado o senador, conseguir la^ autoInomía que quería la izquierda, habría sido [un milagro. El anteproyecto redactado en Albarracín í que ahora se va a negociar con el Gobierno, tiene muchos defectos y muy gordos. El primero, la forma en que se ha ¡elaborado. Deprisa y corriendo, como si [fuera imposible esperar una semana más [-cuando llevábamos acumulados 40 años I de paciencia— se ha aprobado un borrador que, por fuerza, va a resultar deficiente e I incompleto. Y ni siquiera se ha abierto un I período de información pública real, para que todos los aragoneses pudieran opinar sobre el texto. Algunos partidos políticos que han luchado durante años por la autonomía, no van a poder participar en sus primeros pasos. Se ha cerrado la puerta para que los ayuntamientos democráticos que surjan de las próximas elecciones puedan incorporarse al proceso, pero se abre para que entren los presidentes de las diputaciones provinciales franquistas. Y encima, la última palabra la va a tener el Gobierno de Madrid, que de aquí a pocos meses va a autonomizarnos por decreto-ley. En dos palabras: el proyecto no nos gusta, pese a que sea mucho más avanzado, por ejemplo, que el aprobado recientemente para Cataluña. Pero si somos demócratas, tenemos que aceptar el resultado de un proceso que, con fallos, ha sido democrático. Y si somos políticos, I tendremos que aceptar también que los I hechos son como son y no como nos gustaría que fueran. Sin embargo, la izquierda, las fuerzas populares de Aragón, no pueden quedarse cruzadas de brazos, si no quieren que la iniciativa siga en manos de la UCD por los siglos de los siglos. Quedan muchas bazas por jugar: por ejemplo, convertir en hechos la letra del decreto-ley; por ejemplo, las elecciones municipales y provinciales; Por ejemplo, redactar el definitivo Estatuto de Autonomía para Aragón. Para esto, no solo los partidos, también los centros culturales, las asociaciones de vecinos, los sindicatos, tienen que elaborar propuestas concretas y apoyarlas con sus movilizaciones. Si durante años hemos estado pidiendo la autonomía, ahora que podemos empe- r a trabajar por ella, no podemos escumr el bulto. Todo sobre la base americana Ciento cincuenta bombas de fuego real caen todos los días sobre el polígono de tiro de las Bardenas, arrojadas por aviones que, desde todas las bases americanas en Europa, llegan a Zaragoza para practicar ejercicios de tiro por turno. Aragón y Navarra, cargan así con un riesgo enorme, incluso en tiempo de paz. A cambio, no se benefician en nada de la presencia militar americana. Incluso los puestos de trabajo de la Base, van siendo ocupados progresivamente por personal extranjero. Nada de lo que consumen los americanos revierte en la economía de Zaragoza. Los perjuicios, sin embargo son muy grandes. Algunos trabajadores han acusado de fraude a la empresa civil que mantiene el sector USA de la base, empresa controlada por personas de claro matiz ultraderechista. (Informe eh páginas centrales). Aragón : Los que no se casan por la Iglesia (en pág. 18) ANDALAN en el Sahara Tortura y muerte en El Aaiun (en contraportada)